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Del ladrillo al rock budista: Fernández Fermoselle vuelve a la carretera con la banda Red Moon Yard
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ANTIGUOS DUEÑOS DE PARQUESOL

Del ladrillo al rock budista: Fernández Fermoselle vuelve a la carretera con la banda Red Moon Yard

El expresidente de la promotora Parquesol ha fundado la banca de rock Red Moon Yard, con la que busca transmitir la filosofía de vida budista. Su primer concierto será el 18 de abril

Foto: Marcos Fernández Fermoselle y su banda. (Cedida)
Marcos Fernández Fermoselle y su banda. (Cedida)

Dicen que los viejos roqueros nunca mueren, ni tampoco los espíritus inquietos. Y algo de estas dos máximas tienen los hermanos Marcos y Ángel Fernández Fermoselle. Para los que ya echan canas en el mundo del ladrillo, este apellido es sinónimo del último pelotazo, ya que suya fue una de las últimas grandes ventas que se hicieron antes de que explotara la burbuja inmobiliaria.

En 2006, esta saga vallisoletana vendió la promotora Parquesol al gallego Grupo Sanjosé por la friolera de 800 millones de euros, una auténtica fortuna que pusieron a resguardo, ante la tormenta que se avecinaba, bajo el paraguas del family office Naropa Capital.

Mientras sus otrora competidores luchaban por sobrevivir, ellos empezaron a desplegar su auténtica filosofía de vida: el budismo. Un camino que dos décadas después les ha llevado otra vez a la carretera, en forma de banda de rock con acordes de Siddhartha.

Superada la barrera de los 60 años, Marcos ha fundado Ren Moon Yard, una banda donde es vocalista, toca la guitarra acústica y compone. De hecho, son suyas las tres primeras canciones que ya han visto la luz: Weird Song, Samsara y Queen of my Sorrows.

Foto: Marcos Fernández Fermoselle posa con la edición del primer volumen. (Cedida)

"Además de su rock americano, lo que realmente distingue a Red Moon Yard es su mensaje. Un mensaje poco visto en nuestro país, e incluso podría decirse que tampoco es común fuera de nuestras fronteras".

"La banda pretende transmitir en sus canciones los valores trascendentales del budismo: la impermanencia de lo material, la interdependencia vital, la inestabilidad continua de esta vida omnipenetrante, el karma…"

Con esta definición se presenta Red Moon Yard en su página web, donde también asegura beber de artistas atemporales como Pink Floyd, Van Morrison, King Crimson, Steely Dan, Elvis Costello, Lou Reed, así como de otros contemporáneos, como Bon Iver.

placeholder Marcos Fernández-Fermoselle el día que sacó a bolsa Parquesol. (EFE)
Marcos Fernández-Fermoselle el día que sacó a bolsa Parquesol. (EFE)

A pesar de que apenas han empezado a tocar los primeros acordes, la banda ya ha firmado un acuerdo con la topoderosa Warner Music y el próximo 18 de abril tocará su primer concierto en la sala del Wizink, en Madrid. Hasta entonces, como un goteo, poco a poco irán dando a conocer todas las canciones de su primer album, Pureland.

En su puesta de largo, a 15 euros la entrada, Marcos estará acompañado por su hermano Ángel, que hace de teclista. El resto de la banda son los músicos Javier Schoendorff, Tomas Novati y Raquel Martín. En su lanzamiento, tampoco falta el merchandising, con camisetas y bolsas, las descargas en las principales plataformas, videoclip y making of. Todo, por supuesto, en inglés. Como los grandes rockeros.

Filantropía

Desde que vendieron Parquesol, los Fernández Fermoselle se ha centrado en vivir y divulgar el budismo. En 2008, crearon la Fundación Vistare, que en nepalí significa "lento, pero seguro" a través de la cual canalizan su compromiso con este pueblo. Un compromiso que desarrollan con programas de educación para niñas, como herramienta para luchar contra la pobreza, y que llevó al propio Marcos a viajar ahí y trabajar en el terreno cuando el terrible terremoto de 2015.

Su compromiso con este pueblo también le ha llevado a publicar en español, a través de su editorial Kailas, ‘El Mundo Físico’ y 'La Mente', obra sobre ciencia y filosofía que pretende dejar como legado el Dalái Lama. Un trabajo que compila las enseñanzas budistas milenarias, también desde el lado de la mente, de la filosofía y de la práctica.

Dicen que los viejos roqueros nunca mueren, ni tampoco los espíritus inquietos. Y algo de estas dos máximas tienen los hermanos Marcos y Ángel Fernández Fermoselle. Para los que ya echan canas en el mundo del ladrillo, este apellido es sinónimo del último pelotazo, ya que suya fue una de las últimas grandes ventas que se hicieron antes de que explotara la burbuja inmobiliaria.

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