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STC-Telefónica, según los analistas: los saudíes tienen músculo, pero no subirán del 10%
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STC-Telefónica, según los analistas: los saudíes tienen músculo, pero no subirán del 10%

Las primeras reacciones rechazan de facto que estas sean las pretensiones del operador saudita. Aunque hay quien muestra sus dudas tras hacer una lectura más sosegada

Foto: El presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete. (EFE/Javier Lizón)
El presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete. (EFE/Javier Lizón)

El desembarco de STC Group en el accionariado de Telefónica ha generado muchas preguntas en el mercado. Aunque la principal operadora de Arabia Saudí ha descartado cualquier pretensión de tomar una posición de control en la teleco española, en los corrillos de analistas no ha dejado de resonar la cuestión de si podría llegar a plantearse elevar su participación por encima del 10% —ahora mismo tiene el 9,9%—, un movimiento para el que necesitaría el beneplácito del Gobierno de Pedro Sánchez.

No habían pasado ni 24 horas del anuncio inicial, en el que se descartaba expresamente un incremento de la participación por encima de ese umbral, y ya había analistas especulando con esa posibilidad. "Telefónica podría recibir más inversiones de Saudi Telecom, rica en liquidez, si el Gobierno lo aprueba", apunta el analista de Bloomberg Intelligence, Erhan Gurses.

La cuestión es que STC está ávida de inversiones. Cuenta con un sólido balance y ha demostrado que tiene intención de dedicarlo a fusiones y adquisiciones, en contra de la esperanza de sus accionistas, que esperaban un dividendo extraordinario o un aumento en la retribución que ya reciben. Las estimaciones de Morgan Stanley apuntan a que, a finales de junio, tenía una capacidad de entre 7.443 y 9.924 millones de euros para efectuar operaciones corporativas. La entrada en Telefónica le ha costado 2.100 millones y previamente había adquirido un paquete de torres a United Group por 1.200 millones. Así que "debería quedar algo de margen", apunta la firma estadounidense en un informe.

Ahora bien, la legislación en España obliga a pedir permiso al Gobierno a cualquier inversor foráneo que quiera adquirir más de un 10% de una empresa estratégica y, aunque STC se queda en el 9,9%, en el caso de compañías consideradas críticas para la seguridad nacional, ese umbral se rebaja al 5%. Telefónica, proveedora de servicios del Ministerio de Defensa, entre otras cosas, es una de ellas. Por eso Moncloa tiene que aprobar una parte de la operación anunciada este martes. STC ya dispone del 4,9% de las acciones y ahora está pendiente de que el Ejecutivo apruebe el 5% restante que ha adquirido de forma indirecta.

Esta tesitura hace pensar a los expertos que STC conseguirá la aprobación de ese 5% adicional, pero se quedará ahí. Por ejemplo, Thomas Coudry, analista del banco de inversión Bryan Garnier, descarta un aumento de la participación saudí más allá del 10%, "ya que esto podría generar un escrutinio adicional del Estado español". Es el mismo escenario que maneja Carl Murdock-Smith, de Berenberg, que no lo ve probable dadas "las sensibilidades políticas y al estatus de Telefónica como activo estratégico para España".

Foto: Nadia Calviño, vicepresidenta española de Asuntos Económicos. (EFE/Pablo Garrigos)

En definitiva, mientras mantenga una participación en las dimensiones que se barajan actualmente, "la inversión probablemente no enfrentará problemas políticos", sostiene el analista de Oddo BHF, Stéphane Beyazian. Este experto explica que Vodafone, que tiene a Emirates Telecom como principal accionista, sí está más expuesta al riesgo de perder el control de la compañía debido a la legislación en Reino Unido, "pero en el caso de Telefónica, una opa de Saudi Telecom encontraría la oposición del gobierno español".

Las trabas legislativas alejan, por tanto, la posibilidad de que la operadora de Arabia Saudí tome el control de Telefónica. La propia compañía parece ser consciente de esta situación y en un comunicado difundido este martes aseguró que "no tiene la intención de adquirir el control o una participación mayoritaria", sino que su inversión refleja "la confianza en el equipo directivo de Telefónica, su estrategia y capacidad de crear valor". Incluso trasladó al Gobierno el "carácter amistoso" de la operación.

El desembarco de STC Group en el accionariado de Telefónica ha generado muchas preguntas en el mercado. Aunque la principal operadora de Arabia Saudí ha descartado cualquier pretensión de tomar una posición de control en la teleco española, en los corrillos de analistas no ha dejado de resonar la cuestión de si podría llegar a plantearse elevar su participación por encima del 10% —ahora mismo tiene el 9,9%—, un movimiento para el que necesitaría el beneplácito del Gobierno de Pedro Sánchez.

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