Cellnex cierra una emisión de bonos de 2.500 millones en tres tramos

Cellnex sigue demostrando su atractivo para el mercado. La cotizada española ha cerrado este martes una emisión de bonos por valor de 2.500 millones de euros, divididos en tres tramos con obligaciones a cinco, siete y 12 años.

Los inversores han acudido con avidez a la llamada de Cellnex, que se ha producido apenas unos días después de que la firma anunciara la compra de 10.500 torres de Hivory en Francia, por las que ha pagado 5.200 millones de euros.

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De esta forma la compañía comandada por Tobías Martínez capta liquidez antes de la ya anunciada ampliación de capital de un máximo de 7.000 millones. Cellnex ya explicó que tiene un 'pipeline' de 18.000 millones de euros, por lo que esta emisión de bonos se encuadra en esa necesidad de cerrar la horquilla con deuda.

De ese montante total quedan todavía disponibles hasta 11.000 millones de euros, después de la compra de esos emplazamientos en Francia y de la alianza anunciada con Deutsche Telekom para el desarrollo de su negocio de torres y la entrada en Holanda.

La emisión se ha dividido en tres tramos diferentes. Para el primero, con bonos a cinco años, la oferta ha sido de 500 millones de euros, para el segundo, el de obligaciones a siete años, se ha ido hasta 750 millones de euros, dejando los 1.250 millones restantes para el papel a 12 años. La demanda ha rebasado los 11.000 millones de euros.

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Antonio Martín

El mercado lleva tiempo confiando en la capacidad de Cellnex para afrontar las importantes oportunidades de crecimiento que ofrece el mercado europeo, pese a la irrupción del gigante estadounidense American Towers después de quedarse con las torres de Telxius, una operación en la que superó en la puja a la propia cotizada española.

La respuesta a ese desembarco estadounidense, primero con la operación en Holanda y luego con la adquisición en Francia, demuestra que hay caminos por explorar en el continente.

El anuncio de la emisión de esos 2.500 millones apenas afectó a los títulos de la compañía, que retrocedían alrededor de seis décimas a primera hora de la tarde. La compañía está un 15% por debajo de sus máximos históricos del pasado noviembre, pero el consenso de los analistas que cubren el valor mantienen una recomendación de compra.