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"Las sequías y las altas temperaturas provocan la muerte de los bosques"
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Entrevista

"Las sequías y las altas temperaturas provocan la muerte de los bosques"

Francisco Lloret, catedrático de Ecología de la Universidad Autónoma de Barcelona e investigador del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), publica el libro 'La muerte de los bosques'

Foto: El profesor Francsco Lloret, autor del libro 'La muerte de los bosques'.
El profesor Francsco Lloret, autor del libro 'La muerte de los bosques'.

Los llamados 'incendios de sexta generación' o megaincendios climáticos que han calcinado millones de hectáreas forestales en California, Chile o Australia tienen un denominador común: la mala salud de los bosques, debilitados por los efectos de la crisis climática, el aumento de las plagas o la sobreexplotación humana, entre otras causas.

El profesor Francisco Lloret, catedrático de Ecología de la Universidad Autónoma de Barcelona e investigador del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), acaba de publicar un libro, 'La muerte de los bosques' (Editorial Arpa), donde se detallan los servicios que nos prestan y las amenazas a las que se enfrentan.

PREGUNTA. El titular de su libro no es demasiado esperanzador. ¿Tan grave es la situación en la que se encuentran los bosques?

RESPUESTA. Estamos viendo que se producen episodios de mortalidad en bosques de todo el mundo, desde las regiones boreales y templadas a las tropicales. Eso no quiere decir que todos los bosques del mundo están colapsando, sino que el fenómeno es extendido y nos da una señal de alerta de lo que puede pasar a muchos bosques en un futuro en el que el clima será más cálido y, en regiones del mundo como la nuestra, también será más árido, incrementando su vulnerabilidad.

placeholder Bosque de tejos en Cantabria. (EFE/Prudencio Fernández)
Bosque de tejos en Cantabria. (EFE/Prudencio Fernández)

P. Muchos se sorprenden al descubrir que España es uno de los países con mayor superficie forestal de Europa: qué diferencia hay entre los términos ‘terreno forestal’ y ‘bosque’.

R. La superficie forestal es el área de un territorio recubierta por bosques, aunque, en algunos contextos administrativos, esta puede incluir cualquier superficie no urbanizada ni cultivada, y, por tanto, incluye pastos, matorrales e incluso humedales. Un bosque es un ecosistema, constituido por múltiples seres vivos, entre los cuales destacan los árboles por su mayor biomasa y por su papel predominante, controlando los principales procesos, como la fijación del CO₂ atmosférico y su transformación en materia viva.

P. Una cosa es tener muchos bosques y otra es el estado de conservación que presentan: cuál es la situación general de los bosques del planeta y a qué amenazas se enfrentan.

R. Las amenazas son múltiples, pero, desde el punto de vista de los humanos, se puede destacar la deforestación en regiones tropicales y los incendios, a menudo asociados a la acumulación de combustible que se da en regiones mediterráneas y boreales. También hay que tener en cuenta las explosiones de plagas forestales que pueden extenderse por grandes superficies. A ello debemos sumar una modificación rápida del clima, que conlleva un aumento de los episodios de sequía con altas temperaturas.

Foto: La gestión forestal sostenible favorece la biodiversidad y contribuye a la acción climática (EFE/D.Ebener) Opinión

A grandes rasgos, hay regiones del planeta, como las tropicales, donde los bosques sufren una gran presión para ser explotados, o son directamente transformados en pastos y cultivos. Hay otras regiones, como en Europa y el este de Norteamérica, donde los bosques están en expansión debido al abandono rural. En estas zonas, sin embargo, la edad de los bosques es relativamente corta, se trata de bosques jóvenes, que todavía no han adquirido toda la diversidad que pueden albergar o no han aún encajado los mecanismos que promueven su persistencia a largo plazo.

P. Los bosques son el pulmón del planeta. ¿Es cierto este mito?

R. Yo no hablaría de mito, en todo caso es una metáfora de la relación del bosque con el funcionamiento del planeta. En ese sentido, la fotosíntesis, incluyendo la que realizan los árboles, ha contribuido a lo largo de la historia del planeta a que la atmósfera tenga unas concentraciones de oxígeno que permiten la vida de muchas especies de seres vivos, como la humana. También sabemos que la fotosíntesis captura CO₂ de la atmósfera, reduciendo los niveles de este gas que se han incrementado debido a la acción de las sociedades humanas, con el consiguiente efecto invernadero y la transformación del clima a escala planetaria.

placeholder Bosques en el Parque Natural del Cadí. (Jose Luis Gallego)
Bosques en el Parque Natural del Cadí. (Jose Luis Gallego)

P. ¿Por qué están produciéndose tantos episodios de muerte súbita de árboles en nuestros bosques?

R. Las causas son variadas y a menudo coinciden, pero en muchos casos vemos un denominador común: periodos de sequía acompañados de altas temperaturas que estresan a los árboles y pueden llegar a causar su muerte. A la sequía se añaden plagas y la propia intervención de los humanos. También hay una importante coincidencia entre periodos de sequía e incendios.

P. Los bosques se deben proteger a ultranza o, por el contrario, pueden conservarse explotándolos de manera sostenible.

R. Los bosques proporcionan múltiples servicios a las sociedades humanas: proveen de madera, leña y alimento, albergan biodiversidad, regulan el ciclo del agua y el clima, y tienen un importante valor cultural. Eso hace complejo su uso; en muchos casos, estos servicios van de la mano, pero a veces de estos servicios pueden entrar en conflicto en un sitio concreto. Existen maneras de compatibilizarlos priorizándolos allí donde tienen más relevancia. En resumen, no se trata de una disyuntiva entre conservar los bosques a ultranza o explotarlos: es posible conservar muchos de sus valores cuando se explota su madera o su leña. Por supuesto, cuando hablamos de explotación, hoy en día no tienen ningún sentido plantearse una explotación que no sea sostenible.

placeholder Francisco Lloret, autor del libro 'La muerte de los bosques'.
Francisco Lloret, autor del libro 'La muerte de los bosques'.

P. Respecto a la capacidad para actuar como sumideros de carbono, muchos países presentan su superficie forestal como aval para compensar sus emisiones de CO₂. ¿Hasta qué punto es eso admisible?

R. En un sistema socioeconómico regido por las leyes del mercado, es tan admisible como los otros estados lo acepten. Los bosques capturan CO₂ y contribuyen a paliar el efecto causado por las emisiones antropogénicas de gases con efecto invernadero. Dada la dificultad de coordinar los esfuerzos entre países y su diferente situación socioeconómica, se ha establecido un mercado de créditos de carbono, en el cual los bosques hacen su aportación, es decir, los países con muchos bosques tienen más crédito para emitir más gases. Como en tantas cosas, cuando se monetizan los servicios, aparecen problemas porque todo el mundo quiere obtener beneficio y se simplifican demasiado los problemas.

Foto: Los ecosistemas forestales perderán productividad (Foto: Jose Luis Gallego)

Sabemos que los bosques son ecosistemas complejos, y resumir sus servicios únicamente con base en la superficie forestal obvia la gran variedad de tipos de bosques que existen, su diferente capacidad de capturar CO₂ y la multiplicidad de servicios que proporcionan. Además, la lucha contra el cambio climático no puede basarse únicamente en los bosques, sino que necesita de toda la panoplia de opciones que tenemos, que incluye, entre otras, un menor consumo de energía o la transición a fuentes de energía que no emitan gases con efecto invernadero.

P. En su libro, habla del legado cultural y del alto valor emocional de los bosques, ¿a qué se refiere?

R. Nuestra cultura valora el sentido estético de los bosques y su dimensión histórica. A menudo, forman parte de nuestro patrimonio colectivo. Eso se manifiesta en una enorme sensación de pérdida cuando un bosque desaparece, por ejemplo, después de un incendio. También tenemos una sensación de sobrecogimiento o incluso de bienestar cuando paseamos tranquilamente a la sombra de los árboles. No obstante, el bosque también se puede manifestar como hostil, cuando nos perdemos en su inmensidad o tenemos dificultades para transitar por él. En cualquier caso, creo que en nuestra sociedad tenemos ya inculcado el valor ético de preservar los bosques, y que, cuando hacemos uso de él, nos aseguremos de su preservación a medio plazo.

Los llamados 'incendios de sexta generación' o megaincendios climáticos que han calcinado millones de hectáreas forestales en California, Chile o Australia tienen un denominador común: la mala salud de los bosques, debilitados por los efectos de la crisis climática, el aumento de las plagas o la sobreexplotación humana, entre otras causas.

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