La gran oportunidad, climática y económica, está en ayudar al bosque

Las soluciones a la crisis climática están en la naturaleza, y una de las mayores oportunidades está en el bosque. En su cuidado y mantenimiento, en su explotación sostenible a través de unas prácticas silvícolas responsables y comprometidas con la conservación de la biodiversidad.

Ése es el mensaje que nos traslada el primer gran acuerdo (esperemos que no el único) alcanzado por una amplia mayoría de países en la Cumbre Climática de Glasgow (COP26) y que, con el apoyo del sector privado, prevé una inversión cercana a los 20.000 millones de euros para frenar en seco (2025) la deforestación del planeta.

"Si pusiéramos en valor los servicios que nos prestan nuestros bosques seríamos una de las potencias de la nueva economía verde"

Coincidiendo con esta primera semana de la Cumbre, el suplemento especial sobre el evento publicado por el New York Times dedicaba este fin de semana un gran reportaje a la empresa navarra CO2 Revolution, destacándola como una de las principales startup del mundo que trabajan para aportar soluciones climáticas, señalando que en su caso lo hace "mediante la reforestación de los territorios afectados por el fuego y el avance de la desertificación en España". Hay que recordar que CO2 Revolution ha sido elegida para representar a nuestro país en la Expo Dubái como empresa ‘aceleradora de futuro’ de la mano del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), ENISA y el Alto Comisionado España Nación Emprendedora.

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Recordemos que según la FAO (Informe ‘Los bosques y el cambio climático’) los bosques forman uno de los mayores sumideros de carbono del planeta, llegando a almacenar (en función de la especie y su desarrollo) hasta 15 toneladas anuales de carbono por hectárea en forma de biomasa. Por el contrario, según el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC por su acrónimo en inglés), la destrucción de los bosques debida al cambio climático libera en la atmósfera unos seis mil millones de toneladas de CO2 al año

Pero hay que diferenciar claramente el concepto 'bosque' del concepto 'plantación'. Como señala el propio Ministerio para la Transicón Ecologica (MITECO) en su informe ‘Los bosques y la biodiversidad frente al cambio climático’ la repoblación con masas forestales monoespecíficas con especies alóctonas, como el eucalipto y algunas pináceas, puede incrementar la vulnerabilidad de los bosques frente al calentamiento global, mientras que las estructuras más biodiversas basadas en especies autóctonas de árboles y matorral se muestran mucho más resilientes.

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Y a eso es a lo que contribuye CO2 Revolution, que este año plantará dos millones y medio de árboles recuperando 2.500 hectáreas de ecosistema forestal en diferentes provincias de España afectadas por los incendios forestales y la desertificación. Todo ello mediante un innovador sistema, sostenible y bajo en emisiones de carbono, basado en el uso de drones y semillas inteligentes. Una labor que favorecerá la retirada de la atmósfera de un millón y medio de toneladas de CO2. Y es que la regeneración de bosques mixtos (insisto: no los monocultivos forestales) es una de las soluciones más relevantes para la lucha del cambio climático. Pero no solo eso.

La joven empresa española también contribuye a la protección de la biodiversidad y al reto demográfico mediante la reactivación del empleo y la economía local en el medio rural, al atraer y fijar población en las zonas afectadas por la despoblación: uno de los principales problemas a los que se enfrenta nuestro país.

En opinión de Juan Carlos Sesma, director de la empresa, “Nuestro país es el segundo de la UE, por detrás de Suecia, con mayor superficie forestal: casi 30 millones de hectáreas. Si se ampliaran y se pusieran en valor los servicios ambientales, sociales y económicos que nos prestan nuestros bosques seríamos una de las mayores potencias europeas de la nueva economía verde”.

Ante la voluntad y el compromiso internacional, la contribución económica del sector privado y las innovadoras iniciativas que se están poniendo en marcha, como la anotada, la pregunta que cabe hacerse es ¿a qué esperamos para volver al bosque y aprovechar la oportunidad que nos brinda la reforestación en la lucha contra la crisis climática?