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El megaincendio climático de Sierra Bermeja abre las puertas del infierno
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más incontrolables y destructivos

El megaincendio climático de Sierra Bermeja abre las puertas del infierno

La crisis climática está dando lugar a una nueva generación de incendios forestales, altamente costosos en vidas humanas y daños económicos, a la que no podemos hacer frente con los actuales medios de extinción

Foto: Las llamas han calcinado los bosques de Sierra Bermeja, en Málaga. (EFE)
Las llamas han calcinado los bosques de Sierra Bermeja, en Málaga. (EFE)

Hace unos meses tuve ocasión de entrevistar a uno de los mayores expertos mundiales en gestión de incendios forestales: el bombero catalán Marc Castellnou, ingeniero forestal y jefe de los GRAF, el grupo de élite de los Bomberos de la Generalitat de Cataluña.

En aquella charla, este experto investigador y analista nos describió de manera detallada un fenómeno del que se lleva hablando desde hace años y que en su caso le está llevando a recorrer el mundo dando conferencias: el de los nuevos y devastadores megaincendios climáticos. Nos comentó la absoluta incapacidad de hacer frente a este tipo de desastres con los medios de los que disponemos y nos indicó que la mejor manera de hacerlo es "gestionando el paisaje" para hacerlo más resiliente ante las nuevas condiciones climáticas y "aprender a convivir con los fuegos de baja intensidad, que pueden ayudarnos a prevenir males mayores".

"La causa principal de estos incendios es el cambio climático, por ello, la mejor manera de evitarlos es actuar contra dicha causa"

Los expertos en gestión de incendios llevan años anunciando que la crisis climática está propiciando la aparición de este nuevo tipo de incendio forestal. Un incendio también llamado de sexta generación que se manifiesta de manera muy virulenta, alcanzando unos niveles de intensidad energética desconocidos hasta ahora y con una capacidad destructora tan fulminante que la única estrategia que resta es la de poner a salvo a las personas.

Foto: Labores de extinción en un incendio forestal. (EFE)

La vinculación de este tipo de incendios con la crisis climática es inequívoca. El aumento de las temperaturas acelera los procesos de estiaje y facilita la propagación de plagas forestales, el sotobosque se reseca, lo que, unido a la acumulación de leña tras la caída de árboles y ramas provocada por el paso de borrascas extremas, convierte a nuestras arboledas en un polvorín que favorece la propagación de los megaincendios ampliando su capacidad destructora.

placeholder Labores de extinción en Sierra Bermeja, Málaga. (Reuters)
Labores de extinción en Sierra Bermeja, Málaga. (Reuters)

Si a ello añadimos el abandono de las prácticas forestales como consecuencia de la falta de rentabilidad de la actividad silvícola, tenemos el cóctel perfecto para la formación de estos nuevos y pavorosos incendios que hemos visto arrasar regiones enteras en Australia, California, Portugal o Chile y que en los últimos cinco años han calcinado millones de hectáreas de bosque, quemado miles de viviendas y edificios de todo tipo y, lo peor de todo: han causado un altísimo número de víctimas.

Hay un documental que muestra de manera desgarradora hasta qué punto este tipo de incendios nos está empujando a las puertas del infierno: 'Fire in Paradise'. En los apenas tres cuartos de hora de duración, nos traslada a la mañana del 8 de noviembre de 2018 en la encantadora localidad californiana de Paradise, rodeada de naturaleza, que fue arrasada por el incendio más mortal en la historia de aquel estado.

Foto: Incendio en Sierra Bermeja. (EFE)

Identificado como Camp Fire, las llamas de este megaincendio climático arrasaron más de 60.000 hectáreas de bosque, provocaron 86 muertos y borraron literalmente del mapa la población de Paradise (sus casas, sus calles, todas sus infraestructuras y equipamientos), convirtiéndola en un auténtico cenicero y generando las mayores pérdidas económicas del mundo asociadas a un desastre natural.

Las declaraciones de los supervivientes de aquella catástrofe humanitaria y medioambiental dan cuenta del espanto que vivieron. “Todo prendía de manera espontánea: lo que quemaba era el aire”. “Solo nos dio tiempo a salir corriendo, sin mirar atrás”. “Era una luz anaranjada y cegadora: tal y como debe ser la luz del infierno”.

placeholder El paisaje de Sierra Bermeja tras el paso de las llamas es desolador. (Reuters)
El paisaje de Sierra Bermeja tras el paso de las llamas es desolador. (Reuters)

Para Marc Castellnou no existe ninguna duda sobre el origen de la amenaza, en su experta opinión: "La causa principal de estos incendios extremos es el cambio climático, por lo que la mejor manera de luchar contra sus consecuencias es actuar contra esa causa". Ni para Juan Sánchez, ingeniero de Montes y director del Centro Operativo Regional (COR) del Infoca: el Plan de Prevención y Extinción de Incendios de Andalucía, quien, ante las dimensiones que adquiría el incendio de Sierra Bermeja, uno de los espacios naturales más importantes de nuestro país, en la provincia de Málaga, declaraba que: “Llevamos mucho hablando de las consecuencias del abandono del medio y del cambio climático: hoy las estamos viviendo”.

Hace unos meses tuve ocasión de entrevistar a uno de los mayores expertos mundiales en gestión de incendios forestales: el bombero catalán Marc Castellnou, ingeniero forestal y jefe de los GRAF, el grupo de élite de los Bomberos de la Generalitat de Cataluña.

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