Esto es lo que opinamos los españoles de los animales
La última gran encuesta de la Fundación BBVA revela que los españoles somos partidarios del bienestar animal y nos sentimos 'muy preocupados' por la pérdida de biodiversidad
Los seres humanos nos hemos hecho los reyes de este planeta. Usamos sus recursos para cubrir todas y cada una de nuestras necesidades. El problema es que muchos de ellos son seres vivos y esto conlleva dilemas morales, sobre todo si se trata de animales. Es por esto que la Fundación BBVA ha elaborado un estudio sobre la opinión de la sociedad española acerca de los animales.
La encuesta, realizada a finales del mes de noviembre junto Imop Insights, es una de las más amplias y completas hechas hasta la fecha sobre esta cuestión. Para realizarla, se llevaron a cabo un total de 4.000 entrevistas telefónicas a ciudadanos mayores de 18 años de nuestro país, elegidos de forma completamente aleatoria.
Los españoles consideran que los seres humanos tienen la obligación moral de velar por los animales, tanto domésticos como salvajes
Como explican los investigadores, los animales ocupan un lugar importantísimo en nuestras vidas, no solo para aquellos que los tienen como mascotas, sino en nuestra alimentación, en el ocio y el entretenimiento, la investigación científica, la seguridad, la defensa (son ampliamente utilizados en cuerpos policiales y militares), su observación en estado salvaje (a través de documentales o de forma directa), en la religión, el arte o la literatura.
En las últimas décadas múltiples disciplinas se han dedicado al estudio científico de diversas facetas de los animales, llevando a cabo descubrimientos sobre su cognición, empatía, emotividad o su capacidad de comunicación (características que, previamente, se atribuían casi exclusivamente al ser humano). Esto ha cambiado la forma que tenemos de pensar de ellos, humanizándolos. "Ser un animal", aunque siga siendo un insulto, no significa ni remotamente lo mismo que en los años cincuenta y, según descubrimos más y más sobre ellos, tanto nuestro lenguaje como nuestra percepción sobre ellos cambia.
Como explican los autores en su estudio, "la autoidentidad y especificidad de los humanos ha sido construida en gran parte mediante la demarcación o la continuidad, la similitud o las diferencias, con los animales en general". Dicho de otro modo: nos identificamos comparándonos con ellos, pero según descubrimos las diversas cualidades que poseen (y que desconocíamos) nuestra propia percepción del 'ser humano' cambia tanto como lo hace la que tenemos hacia los animales. Esto ha acentuado debates preexistentes acerca de la ética que debe regir nuestra interacción con estas especies y las acciones que creemos que debemos tomar para protegerlos o, como explican los autores, "deberles un respeto".
Los datos son muy claros
Una de las primeras preguntas que los investigadores realizaron al grupo de estudio era si consideraban que los animales sentían dolor físico. La respuesta fue abrumadoramente afirmativa con un 8,7 en una escala del 1 al 10 (como se midieron todas las respuestas de la encuesta). En cambio, los españoles estamos algo más en desacuerdo con respecto a la cuestión de si los "animales son capaces de sentir placer de forma similar a los humanos", que solo obtuvo una nota de 6,9. Respecto a si los animales sienten sus vínculos familiares de forma similar a nosotros, las respuestas afirmativas alcanzaron una nota afirmativa de 7,2 mientras que bajó al 6,5 cuando se preguntó sobre sus relaciones sociales.
Respecto a su forma de pensar, el índice de acuerdo obtenido en la afirmación "los animales tienen la capacidad de razonar" bajó al 5,2 y al 4,8 en el caso de "tienen la capacidad de planificar sus acciones de forma similar a la de los seres humanos".
También se analizó nuestra opinión frente a la consideración moral de los animales (característica que estaba limitada a los seres humanos hasta hace poco). El 39% de los encuestados consideró que los animales merecen una consideración moral en grado máximo equiparable a la de los seres humanos, el 27% determina que tienen un estatus a medio camino entre nosotros y las plantas y el 26% niega que se pueda otorgar una condición moral a los animales. En cambio, a pesar de la similitud entre ambas preguntas, la inmensa mayor parte (8 de cada 10 españoles) considera que tiene sentido atribuir dignidad a los animales, más si se trata de primates..
El 54% de los españoles cree que debe reconocerse el derecho a la vida de los animales de manera similar al de los seres humanos y el 44% considera también que debe reconocerse, aunque de manera distinta a los seres humanos. Existe un amplísimo rechazo al llamado “especiecismo”, es decir, el atribuir “derechos” exclusivos a los miembros de la propia especie: la media de acuerdo con la frase “ninguna especie tiene el derecho de explotar a otra especie” es de 7,5; y de 8,9 respecto a “todos los animales tienen el mismo derecho a la vida”.
La inmensa mayor parte de los españoles considera que los seres humanos tienen la obligación moral de velar por los animales, tanto si se trata de animales domésticos (media de acuerdo de 9,3), de animales salvajes (8,6), e incluso de ratones e insectos (media de 7,5).
El medioambiente y los españoles
A pesar de que en determinadas ocasiones nuestro compromiso con el medio ambiente pueda parecer en entredicho, los datos de la encuesta reflejan que los españoles valoramos mucho los entornos naturales (y a sus habitantes) y no tenemos una visión materialista de la naturaleza, lo que supone un gran cambio de rumbo con respecto a nuestra opinión pocas décadas atrás. La inmensa mayor parte de los encuestados está de acuerdo con la afirmación “la naturaleza es más bella que las cosas construidas por los seres humanos” (media de 8,4), así como con la frase “el equilibrio de la naturaleza es muy delicado y fácilmente alterable por las actividades de los seres humanos” (media de 8,5).
Pero, cuando los investigadores ahondaron más en esta cuestión, las respuestas, aunque minoritarias, contradecían la tendencia marcada por las preguntas anteriores. Cuando se preguntó a los encuestados sobre esta afirmación: “las plantas y los animales existen para ser usados por los seres humanos”, la media obtenida alcanzó el 4,1; y 3,2 fue la media que obtuvo “el crecimiento económico es más importante que la protección del medio ambiente”.
La pérdida de biodiversidad también es una gran preocupación de los españoles. El 74% se sitúa en posiciones de máxima preocupación por la pérdida de especies animales, y la inmensa mayoría (88%) reconoce que la extinción de determinadas especies es resultado de la actividad humana.
Animales en investigación, alimentación y ocio
En muchos de los avances que ha llevado a cabo la humanidad han participado (de forma involuntaria) animales. Esto implica un dilema moral reflejado en los resultados del estudio. El apoyo de los españoles al uso de animales para investigación veterinaria consiguió una puntuación de 7,0; para la médica un 6,0; para la científica un 5,7. Por su parte, no estamos en absoluto de acuerdo con la utilización de animales para la investigación en cosmética (con una nota de 1,3).
Por su parte, el apoyo del uso de animales para la alimentación de los seres humanos obtuvo una puntuación media de 6,1; mientras que su uso en espectáculos como los toros solo alcanzó el 1,9; para el circo un 1,7 y para la caza deportiva un 1,3.
Además, estamos en contra, mayoritariamente, con el uso de animales para la confección de ropa (1,5) y, en particular, con los abrigos de piel (0,8).
El rechazo a la modificación genética
Dada nuestra visión acerca de los animales como seres vivos dotados de derechos y de dignidad, cualquier uso que implique la modificación de su estructura genética suscita, en general, opiniones muy desfavorables. Con carácter general, la modificación genética de los animales se rechaza mayoritariamente para cualquier objetivo. Hay división en el caso de fines médicos (4,6), mientras que la desaprobación es casi universal cuando se trata de supuestos de mejora en la producción de alimentos (2,6), de sus propiedades (2,3) o cuando el propósito es mejorar su apariencia (0,8).
En el caso de la clonación, las actitudes se diferencian según el fin al que se aplique: es aceptada en el caso de que una especie animal estuviera muy amenazada (6,6), mientras que las opiniones están más divididas, aunque prevaleciendo la desaprobación en el caso de obtener beneficios médicos para los seres humanos (4,3) y el rechazo es muy fuerte para obtener beneficios para la ganadería (2,8).
A pesar de que sigue habiendo grandes dilemas que necesitan, todavía, una discusión social importante, los españoles tenemos un marcado punto de vista animalista que, vista la tendencia que ha seguido en las últimas décadas, es muy posible que se acentúe en el futuro.
Los seres humanos nos hemos hecho los reyes de este planeta. Usamos sus recursos para cubrir todas y cada una de nuestras necesidades. El problema es que muchos de ellos son seres vivos y esto conlleva dilemas morales, sobre todo si se trata de animales. Es por esto que la Fundación BBVA ha elaborado un estudio sobre la opinión de la sociedad española acerca de los animales.