¿Qué valor económico tiene el campo español? El CSIC busca la respuesta

España es mucho más rica de lo que expresa su PIB. Cierto es que existen determinados factores (como ser el segundo país por detrás de Francia con mayor tamaño de la UE), que contribuyen a que esto sea así. Pero, más allá de su extensión, nuestra privilegiada geografía hace que atesoremos uno de los patrimonios naturales más valiosos de todo el continente.

La naturaleza española acoge la mayor variedad de animales y plantas de toda Europa. Con más de 100.000 especies de fauna y flora poblando sus ecosistemas, España es una gran reserva natural, con algunos de los mejores paisajes del continente y en la que subsisten las especies más escasas y amenazadas. Pero lo que en demasiadas ocasiones pasamos por alto, es que más allá de sus valores naturales, nuestro campo tiene también un alto valor económico.

"Hemos desarrollado una metodología para inventariar los recursos naturales, revelando su valoración económica total"

Y ahora, para calcularlo, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha desarrollado una herramienta junto con la Junta de Andalucía que puede ayudarnos a determinar ese valor oculto: el valor de nuestra gran hacienda común.

El investigador del CSIC y coordinador del proyecto que ha desarrollado dicha herramienta, Pablo Campos Palacín, explica que se trata de una metodología para inventariar los recursos naturales, que calcula desde el valor de la madera, y el resto de productos forestales, al de la captación de CO₂, pasando por los beneficios recreativos que aportan los montes y su componente de reclamo turístico. Con todo ello se ha intentado establecer una valoración económica, una suma total. "De momento la hemos aplicado en Andalucía, pero es válida para cualquier espacio natural de nuestro país y del planeta".

Por su parte, Javier de la Torre, de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía, apunta que: "Con el conocimiento de los costes y los beneficios reales del campo se busca mejorar los sistemas de producción de madera y otros recursos del campo para que sean acordes con la conservación y poder reforzar las políticas de protección y tipos de uso más adecuados".

Los métodos que se utilizaron para la 'tasación' del monte siguieron unas reglas muy específicas: "Para asegurarnos de que las valoraciones de los bienes y servicios públicos puedan sumarse con los productos privados se ha simulado la existencia de pagos directos de los consumidores por los bienes y servicios públicos que les aportan los montes", aclara Campos Palacín.

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Esta nueva herramienta puede intentar hacer un cálculo aproximado del valor económico de nuestro campo, de los entornos naturales. Algo que a muchos se nos puede antojar del todo imposible. Pero tal vez pueda ayudar a generar conciencia en aquellos que tan solo valoran lo que tiene precio, al ponerle un número, una cifra a lo mucho, lo muchísimo que nos arriesgamos a perder si no afrontamos debidamente los desafíos medioambientales que amenazan tan valioso patrimonio.