Los nueve factores que mantienen nuestro planeta en equilibrio
¿Qué riesgo corremos de quebrar la capacidad de resiliencia de la Tierra? Un equipo de científicos ha establecido los 9 límites que nos mantienen en zona segura en nuestro planeta. Imprescindibles para un planeta estable
Toda la vida en la Tierra y la civilización humana se sustentan en sistemas biogeoquímicos vitales, que se encuentran en un delicado equilibrio. Sin embargo, nuestra especie, debido en gran parte al rápido crecimiento de la población y al consumo explosivo, está desestabilizando estos procesos terrestres, poniendo en peligro la estabilidad del "espacio operativo seguro para la humanidad".
El profesor sueco y director adjunto del Instituto de Postdam para la Investigación del Impacto Climático en Alemania, Johan Rockström, dirigió un grupo de 28 científicos de renombre internacional para identificar 9 procesos clave que regulan la estabilidad y resiliencia de nuestro planeta. Propusieron "límites planetarios" cuantitativos dentro de los que es posible que la humanidad pueda seguir desarrollándose y prosperando con las generaciones venideras. Cruzar estas líneas aumentaría el riesgo de generar cambios ambientales abruptos o irreversibles a gran escala y pondrían en peligro nuestra supervivencia en el futuro.
Los puntos de no retorno:
- Cambio climático
Es uno de los factores cuyo límite ya hemos sobrepasado. El aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera está provocando un aumento de las temperaturas globales cuyos efectos ya estamos sintiendo desde hace años. Pasamos el límite de seguridad de 350 partes por millón de CO2 en 1988. Para 2020, los niveles ya eran 417 ppm.
Estamos perdiendo hielo marino polar de verano y debilitando los sumideros de carbono, por lo que deberíamos preguntarnos: ¿cuánto tiempo podemos permanecer sobre este límite antes de que los cambios se vuelvan inevitables e irreversibles?
- Integridad de la biosfera
La pérdida de biodiversidad y la extinción de especies, está en profundo desequilibrio en nuestro planeta. Muchas especies de nuestra fabulosamente diversa flora y fauna no solo están en peligro, sino que también se están extinguiendo. Casi el 30% de los mamíferos, aves y anfibios se enfrentarán a la amenaza de extinción en este siglo. La biodiversidad está en serio peligro tanto por el aumento de las temperaturas globales como por las civilizaciones que limpian la tierra de manera excesiva e irresponsable.
- Cambio del uso del suelo
Los cambios en el uso de la tierra, en particular la conversión de bosques tropicales en tierras de cultivo, tienen un efecto importante en el clima debido al impacto en las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono, en la biodiversidad, el agua dulce y la reflectividad de la superficie de la Tierra.
- Flujos bioquímicos
Es otra de las fronteras que ya hemos sobrepasado: los flujos bioquímicos que abarcan, sobre todo, los ciclos de fósforo y nitrógeno. Estos dos elementos, el nitrógeno y el fósforo, son esenciales para el crecimiento de las plantas, por lo que la producción y aplicación de fertilizantes es la principal preocupación. Las actividades humanas transforman más nitrógeno atmosférico en formas reactivas que todos los procesos terrestres de la Tierra combinados. Y, tal cantidad, en vez de ser absorbido por los cultivos, se emite a la atmósfera. Así que cuando llueve, contamina los cursos de agua y las zonas costeras.
- Reducción del ozono estratosférico
La capa de ozono es responsable de filtrar los dañinos rayos ultravioleta del sol. En la década de 1980, el aumento de la concentración de productos químicos creó un agujero en la capa. Cuando la capa adelgaza, penetran mayores cantidades de rayos ultravioleta. Y esto, a su vez, amenaza los sistemas biológicos marinos y terrestres. Afortunadamente, desde el Protocolo de Montreal de 1987 estamos poniendo remedio a este límite.
- Uso del agua dulce
La agricultura, la industria y una población mundial en crecimiento están ejerciendo una presión cada vez mayor sobre el ciclo del agua dulce, mientras que el cambio climático está alterando los patrones climáticos, provocando sequías en algunas regiones e inundaciones en otras.
- Acidificación del océano
El 25% del CO₂ que los humanos emitimos a la atmósfera acaba disuelto en los océanos. Allí forma ácido carbónico, alterando la química del océano y disminuyendo el pH del agua superficial. Más allá de un umbral de concentración, esta acidez en aumento dificulta el crecimiento y la supervivencia de organismos como los corales y algunas especies de mariscos y plancton, algo que puede tener un gran impacto en los ecosistemas marinos.
- Carga de aerosoles atmosféricos
Los aerosoles atmosféricos afectan a los sistemas de circulación atmosférica global. Pueden formar nubes que tienen la capacidad de enfriar y calentar la Tierra fuera de los ciclos naturales estándar. La presencia de aerosoles también afecta la reflexión y absorción de los rayos solares en el medio ambiente.
- Incorporación de nuevas entidades
¿Qué son las nuevas entidades? Hace referencia a productos químicos, materiales y otras sustancias 'novedosas' como los plásticos o metales pesados y materiales radiactivos liberados por las actividades humanas. Liberamos decenas de miles de sustancias sintéticas al medio ambiente todos los días, a menudo con efectos desconocidos.
Durante los últimos 10.000 años, nuestro planeta ha estado en un estado excepcionalmente estable. Desde que se desarrolló la civilización humana hasta ahora, los cambios como el calentamiento global y la extinción de especies amenazan con empujarnos más allá de los umbrales de los sistemas de soporte vital que han sostenido nuestro equilibrio terrestre. ¿Cómo van a acabar las cosas? La mala noticia, por ahora, es que ya hemos sobrepasado cuatro de estos nueve límites.
Toda la vida en la Tierra y la civilización humana se sustentan en sistemas biogeoquímicos vitales, que se encuentran en un delicado equilibrio. Sin embargo, nuestra especie, debido en gran parte al rápido crecimiento de la población y al consumo explosivo, está desestabilizando estos procesos terrestres, poniendo en peligro la estabilidad del "espacio operativo seguro para la humanidad".
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