Y este calor insoportable ¿va a ser así cada verano de ahora en adelante?
Las olas de calor están dejando de ser una anomalía. La temperatura en Europa aumenta el doble que la media mundial y agrava los episodios extremos, como el que estamos atravesando
Cuando la excepción se convierte en tendencia, deja de ser anomalía. Y eso es lo que está ocurriendo con los episodios de calor extremo, en nuestro país y en el resto de Europa. El reciente informe sobre el Estado del clima en Europa en 2022 elaborado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Servicio de Cambio Climático de Copernicus, de la UE, lo dejaba muy claro.
Según se recoge en dicho informe, el año pasado muchos países de Europa Occidental y Suroccidental vivieron su año más cálido jamás registrado. El verano fue el más caluroso del que se tiene constancia. Las temperaturas aumentaron por encima de los dos grados en buena parte del continente. El país que registró un valor más alto fue Francia, con un incremento de +2,43 °C respecto a la media de la última década, seguido de Suiza (+2,30 °C), Italia (+2,28 °C), Hungría (+2,13 °C) y España (+2,11 °C).
Estas altas temperaturas agravaron las consecuencias de una de las sequías más severas y persistentes que vive el continente, provocaron graves daños en la economía, activaron violentos incendios forestales que calcinaron la segunda mayor superficie de la historia, especialmente en España donde ardieron más de 300.000 hectáreas, y produjeron miles de defunciones entre la población europea por exposición a las altas temperaturas.
Respecto a este último apartado, ayer mismo un nuevo artículo publicado en la revista Nature ponía cifras a la tragedia humana. Según el análisis de datos verificado por el equipo investigador en 35 países europeos y sobre una población total de más de 543 millones de personas, las sucesivas olas de calor el año pasado en Europa provocaron 61.672 muertes, de las que 11.324 se produjeron en nuestro país, el segundo con un mayor número de víctimas tras Italia, con 18.010 fallecidos, seguido de Alemania (8.173).
Una grave amenaza a la salud
Estamos ante un problema de salud pública antes que medioambiental. Si se ordenan los datos con base en la tasa de población, la media de fallecimientos asociados al calor extremo en Europa alcanzó las 114 muertes por millón de habitantes en 2022, resultando más afectados los países del sur. En primer lugar, por número de decesos se situó Italia, donde la cifra asciende a 295 muertes por millón, seguida de Grecia (280), España (237) y Portugal (211).
Si no ponemos remedio la situación, no va a hacer más que agravarse en los próximos años. Así, como señalan los autores de este estudio, un equipo de investigadores liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) en colaboración con el Instituto Nacional de Investigación en Salud y Medicina de Francia (Inserm), a menos que se emprenda de manera urgente una “reevaluación y fortalecimiento de las plataformas existentes de vigilancia del calor, de los planes de prevención y las estrategias de adaptación a largo plazo”, las estimaciones apuntan a un promedio de más de 68.000 muertes prematuras cada verano hacia 2030, cifra que podría aumentar hasta las 94.000 hacia 2040.
Para el profesor Joan Ballester, investigador de ISGlobal y primer autor del estudio, “las altas temperaturas registradas en el verano de 2022 no pueden considerarse excepcionales, pues podrían haberse previsto siguiendo la serie acumulada de los años precedentes, algo que demuestra que durante la última década el calentamiento se ha acelerado”.
11/07 12:01 #AEMET #FMA nivel rojo por temp. max para hoy en Cast-La Mancha, Aragón y Andalucía . Imagen en vigor a las 12:01 (tabla actualizada haciendo CLIC EN LA IMAGEN), o visite https://t.co/aIJV7DDYto https://t.co/w5jT5ml5RA
— AEMET (@AEMET_Esp) July 11, 2023
En consecuencia, y mientras no se activen las medidas necesarias para mitigar el avance del cambio climático y eludir los peores escenarios hacia los que nos conduce, lo que debemos esperar de ahora en adelante es un agravamiento de los episodios estivales de calor extremo, como el que estamos sufriendo estos días, con varias provincias al límite de superar los 44 °C (el récord estatal está en los 47,6 °C de 2021 en Córdoba) y una alerta de nivel rojo por temperaturas máximas en Castilla-La Mancha, Aragón y Andalucía.
Cuando la excepción se convierte en tendencia, deja de ser anomalía. Y eso es lo que está ocurriendo con los episodios de calor extremo, en nuestro país y en el resto de Europa. El reciente informe sobre el Estado del clima en Europa en 2022 elaborado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Servicio de Cambio Climático de Copernicus, de la UE, lo dejaba muy claro.