Científicos climáticos simulan 100.000 futuros diferentes: ¿cuál nos tocará?

¿Cambiarías algo del pasado si lo pudieses ver en retrospectiva? Es probable que sí. ¿Y si pudiéramos hacer lo mismo visualizando las consecuencias del cambio climático que tendrán lugar en este siglo y actuar en consecuencia?

Con tal fin un equipo de investigadores de políticas ambientales de la Universidad de California en Davis (EE. UU.) ha empleado una serie simulaciones por ordenador para predecir y analizar 100.000 posibles escenarios climáticos de futuro, generando políticas plausibles y trayectorias de emisiones para identificar elementos significativos en el sistema climático-social que podrían influir en el cambio climático en este siglo.

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Teniendo en cuenta que las acciones globales para alcanzar las emisiones netas cero, según el Acuerdo de París, se han quedado bastante cortas, los investigadores se toparon con escenarios predictivos sumamente inquietantes.

Realizar este tipo de previsiones puede aproximarnos, aunque sea remotamente, a concretar qué deberíamos tener en cuenta antes de pasar de largo y darnos de bruces con un entorno marcado por una aceleración de la pérdida de biodiversidad y la amenaza de llevar a millones de personas en diferentes regiones del planeta al límite de la supervivencia.

La respuesta social es determinante

La mayoría de los modelos climáticos hasta la fecha se han centrado en los aspectos técnicos del problema, ya sea tratando exclusivamente acerca de cómo mitigarlo o incluso exponer pruebas sobre su existencia; o planteando qué cambios necesitamos implementar y cuáles son viables económicamente.

Pero las medidas tomadas hasta ahora no han sido suficientes y, podríamos decir, que los planes que se han puesto en marcha se ven frustrados por otros factores relacionados con la política y la sociedad que éste estudio recalca como elementos cruciales de la acción climática.

De hecho, uno de los aspectos que mayor incertidumbre genera en la comprensión de los efectos del cambio climático a largo plazo es cuáles serán las emisiones del futuro. ¿Qué probabilidades reales de adaptación tenemos según los distintos escenarios de aumento de temperatura hacia los que avancemos?

Para ello, los expertos modelaron esos posibles escenarios mediante un modelo integrado y multidisciplinar de política climática teniendo en cuenta la evolución de los últimos años del mercado de emisiones de carbono y sus ajustes de futuro, por ejemplo.

No ceder a la resignación

El estudio evidencia que no hemos de denostar la importancia de factores clave como: la respuesta del ciudadano ante la amenaza del cambio climático, el costo y la eficacia futura de las tecnologías de mitigación, o cómo las instituciones políticas responden a la presión pública. Todo ello influye en nuestras tasas de emisión de gases y representan factores clave para determinar qué grupo de escenarios es más probable que tengan lugar.

Los investigadores utilizaron datos históricos para añadir límites a las variables. Las simulaciones indicaron que, actualmente, es muy poco probable que permanezcamos por debajo de 1,5 °C, incluso en un "escenario de acción agresiva", como ya han advertido otros investigadores.

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Los posibles caminos que se nos presentarían se dividieron en cinco grupos, con un calentamiento en 2100 que varió entre 1,8 y 3,6 grados centígrados por encima del promedio de 1880-1910, pero con una gran probabilidad de calentamiento entre 2 y 3 grados centígrados a finales de siglo.

Cuanto más fragmentada estaba la opinión política, más complicada era la difusión del apoyo a la política climática y más retrasos sufrían las acciones. Estas variables marcaban los peores escenarios climáticos futuros.

Todavía estamos a tiempo

Eso sí, las posibilidades futuras mostraban que todavía tenemos posibilidades reales de mantener las emisiones por debajo de los 2°C. Esa es la buena noticia: el modelo sugiere una alta probabilidad de acelerar las reducciones de emisiones si lo tenemos en cuenta todo. En el 30% de los escenarios, el futuro se vislumbraba así: "la rápida difusión del apoyo a la política climática conduce a un rápido aumento de la ambición política durante la década de 2020. Las tecnologías efectivas de reducción de emisiones y la rápida difusión en todo el mundo reducen las emisiones globales a cero para 2060".

Los escenarios dejaron claro que "pequeños cambios en algunas variables, como la capacidad de respuesta del sistema político o el nivel de apoyo público a la política climática, a veces pueden desencadenar una cascada de reacciones que devienen en un punto de inflexión y cambian drásticamente la trayectoria de las emisiones a lo largo del siglo", dijo Frances C. Moore, líder del grupo de investigadores que acaba de publicar la revista Nature.