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XGAGJK ©️, el caso del abogado chino de Madrid que pagó 3 M por registrar marcas sin sentido
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¿Es una marca o la contraseña del wifi?

XGAGJK ©️, el caso del abogado chino de Madrid que pagó 3 M por registrar marcas sin sentido

Un letrado ejerciente en Madrid lidera el 'ranking' de despachos que más marcas registran en toda Europa. La mayoría, sin embargo, son una combinación aleatoria de letras sin sentido

Foto: Ilustración: EC Diseño.
Ilustración: EC Diseño.
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'FWKDWHPH', 'SZJYMY', 'PKCHYE', 'MOVFFGGRM', 'XGAGJK'. Estas fórmulas no son claves recomendadas por Google al crear una nueva cuenta en una página web. Tampoco sugerencias al lector de posibles contraseñas seguras para evitar que un vecino se conecte a la wifi. Estos impronunciables términos son algunas de las marcas europeas registradas en los primeros meses de 2023 ante la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO). Están asociados a diferentes productos: desde soportes para móviles hasta lámparas de manicura, cepillos de dientes o prismáticos. Desde hace unos años, centenares de fórmulas compuestas por una combinación aleatoria de letras se amontonan en los archivos del organismo bajo la categoría de marcas. Y, más allá de la falta de sentido, la mayoría tienen dos cosas en común. La primera, que sus propietarios son particulares o empresas procedentes de China. Y segundo, que han sido inscritas por un mismo despacho de Madrid.

Se trata de Asternery, un desconocido bufete con sede en una de las callejuelas entre Plaza de Castilla y Chamartín. Según la información del Registro Mercantil, está formado por un único letrado: Jiongjie Ma, colegiado en el Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid. Desde el momento de su creación en mayo de 2021, esta firma unipersonal ha liderado el ranking de los mayores representantes de marcas en toda la Unión Europea. De acuerdo con los datos proporcionados por la EUIPO, en los últimos 12 meses ha tramitado 3.637 solicitudes de marca. Una cifra que exigiría preparar cerca de diez peticiones al día, incluyendo fines de semana y festivos. Teniendo en cuenta que cada inscripción tiene un coste mínimo de 850 euros, este letrado habría desembolsado más de tres millones de euros. Solo para registrar extrañas composiciones de consonantes.

placeholder Pantallazo de algunas de las marcas registradas por Asternery en 2023.
Pantallazo de algunas de las marcas registradas por Asternery en 2023.

Además del enorme volumen de solicitudes, Asternery se caracteriza porque más del 90% de sus clientes son de origen chino. Pero no es el único. Un puñado de despachos —muchos de ellos españoles y unipersonales— destacan en el 'top 10' estos listados por la gran cantidad de marcas procedentes de China que registran anualmente ante el organismo europeo (si bien ninguno logra las mismas cifras que Asternery). Muchas de ellas provienen de una única región: Shenzhen, situada en la costa sur de la provincia de Guangdon. De nuevo, muchas de las marcas que inscriben son fórmulas impronunciables.

¿Cómo logran profesionales independientes gestionar tal volumen de solicitudes? ¿A qué responden los extraños términos? ¿Por qué ese interés creciente de China en registrar marcas en la Unión Europea? Para resolver el primero de estos interrogantes, El Confidencial se ha puesto en contacto con Jiongjie Ma. La respuesta, sin embargo, no ha sido muy satisfactoria. "Por el bien de nuestros clientes, preferimos defender la intimidad de nuestro negocio. No queremos dar a conocer detalles sobre nuestra estrategia ni hacer publicidad sobre nuestro secreto comercial", insiste.

Sí accede, en cambio, a resolver el misterio de las marcas que parecen contraseñas wifi: "Es una recomendación que hacemos nosotros a nuestros clientes. Los nombres más normales ya están registrados, así que les aconsejamos que busquen composiciones raras para obtener la marca", resume.

China, a la cabeza en marcas europeas

Para poder entender este particular consejo, es necesario analizar la evolución que han experimentado las marcas procedentes de China. En menos de una década, las solicitudes de compañías del gigante asiático se han disparado de forma imparable hasta colocar a China a la cabeza de países que más signos inscriben en toda la UE. La pandemia afianzó esta posición y en 2021 sus peticiones crecieron aún más hasta aglutinar cerca del 22%.

¿A qué se debe este fenómeno? Los motivos son múltiples y variados. En primer lugar, el gran interés del gigante asiático en el mercado europeo. "China es uno de los principales socios comerciales de la UE y el Reino Unido, cerca de un 15% de los productos importados en 2022 provienen de esta potencia. Un porcentaje similar al que representan sus solicitudes de marcas", explica a El Confidencial Robert Reading, director estratégico del área de Propiedad Intelectual en Clarivate, una compañía londinense enfocada en el análisis de datos.

Precisamente, el epicentro de este boom se encuentra en Shenzhen, a día de hoy una de las regiones más importantes de la República Popular China. En los años 70, esta mega urbe era una villa de pescadores de apenas 30.000 habitantes, pero en las últimas décadas ha crecido exponencialmente hasta superar los 12 millones de personas, según el censo oficial. Con una fuerte actividad empresarial, Shenzhen es el hogar de gigantes tecnológicos como Huawei o Foxconn, principal proveedor de Apple. Actualmente, es considerado el Silicon Valley chino.

placeholder Distrito de negocio de Shenzhen. (EFE)
Distrito de negocio de Shenzhen. (EFE)

¿Quieres vender en Amazon? Necesitas una marca

A este gran interés empresarial (unido al mayor tamaño del mercado chino respecto al europeo) se le une otra razón de peso, y es el auge del comercio online a través de plataformas digitales como Amazon, eBay o AliExpress. Un porcentaje relevante de la población europea realiza sus compras a través de estos marketplaces, y las compañías chinas lo saben. Según un informe elaborado por la consultora MarketPlace Pulse, de todos los nuevos vendedores que se incorporaron a Amazon en enero de 2021, un 75% tenía su sede en el país asiático. En la misma línea, calculan que entre un 30 y un 40% de todas las operaciones efectuadas en ese año procedían de empresas chinas.

¿Por qué esto influye al incremento de marcas chinas en Europa? Porque muchas de las plataformas de este tipo obligan a los comerciantes a tener una marca registrada en el territorio comunitario para poder vender sus productos. "Es un requisito que llevan exigiendo desde hace relativamente poco", explican los abogados especializados en propiedad intelectual consultados. Esta medida fue implementada para dar respuesta a la presión por parte de la UE de establecer medidas para combatir la piratería y evitar la venta de productos falsificados.

Algunas agencias chinas se dedican a registrar marcas europeas para después revenderlas a empresas locales y ahorrarles el trámite

La exigencia de este detalle es, por tanto, otra de las razones que explican la exponencial en las solicitudes de protección chinas ante la EUIPO. De hecho, la influencia de este factor es tal que hay despachos y agencias en China que se dedican a registrar un gran volumen de marcas europeas para luego revenderlas a empresas locales con interés en comercializar sus productos a europeos a través de Internet. "Es algo muy común, hacen negocio de eso", asegura una letrada china ejerciente en España que prefiere no ser identificada. Para muchas compañías, esta vía resulta mucho más sencilla, ya que simplemente deben adquirir el signo ya registrado y cambiar el nombre del propietario para empezar a vender sus artículos. De este modo, evitan el trámite a través de la Oficina de la UE, que puede demorarse varios meses y no se garantiza que la marca propuesta vaya a ser aceptada.

Precisamente ese riesgo de anulación de las propuestas es lo que explica el auge de fórmulas extrañas en las solicitudes. "El nombre generalmente da igual, se busca tener el requisito y ya", explica la abogada. Estos términos, por tanto, suelen estar asociados a productos destinados únicamente a la venta online.

Foto: Si el cliente lo desea, puede adquirir el coche sin ir al concesionario. (Citroën)

Una tendencia que, aunque parezca llamativa, resulta lógica teniendo en cuenta el formato de comercio que plantean las grandes plataformas digitales, a las que generalmente acuden los consumidores con el objetivo de adquirir un producto determinado, sin importar cuál sea su marca. "Si quieres comprar algo de una marca concreta, vas a una tienda o a su página web. Pero en el comercio online lo importante son las reseñas. Si un pack de calcetines de tres dólares tiene 5.000 comentarios positivos, los compras; no importa si la marca parece una palabra escrita por un gato al pasar por encima del teclado", razona Reading.

Por tanto, el concepto tradicional de las marcas, que nacieron con la intención de dar identidad y valor a las empresas y sus productos, cambia completamente. Para las compañías, pasa a ser una mera condición a cumplir, mientras que los consumidores no lo perciben como un elemento a tener en cuenta a la hora de decidir si compran un producto o no.

"Si unos calcetines tienen 5.000 buenas reseñas, los compras; no importa si la marca parece escrita por un gato al pasar por un teclado"

Esta predilección por fórmulas extrañas también tiene su explicación por la situación del mercado chino, donde la demanda de marcas es elevadísima. Anualmente, la oficina de propiedad intelectual del país asiático recibe cerca de ocho millones de solicitudes, frente a las 150.000 que, de media, registra la EUIPO. En otras palabras, China obtiene en una sola semana las mismas peticiones de marcas que recibe la UE en todo un año.

A causa de este gran volumen, las empresas tienen dificultades para encontrar fórmulas que no hayan sido utilizadas previamente, por lo que recurren a términos impronunciables que puedan pasar el filtro de su organismo regulador. Ahora bien, varios profesionales consultados afirman que la dificultad para registrar marcas (incluso aunque su denominación sea un sinsentido) es tal que algunas organizaciones optan por vender sus productos de manera online, pero solo en mercados extranjeros, como Europa o Estados Unidos.

Foto: Foto: Reuters

"Alquiler" de claves y falsos abogados

La presencia de palabras extrañas en los archivos comunitarios no es el único efecto colateral que ha provocado la altísima demanda de marcas europeas por parte de empresas chinas. Como explica Lorenzo Litta, letrado italiano especializado en IP, todas las solicitudes de signos distintivos que se presentan ante la EUIPO deben ser elaboradas y tramitadas por una persona autorizada para ello (los denominados agentes de propiedad intelectual). Conseguir ese reconocimiento, matiza Litta, no es difícil, ya que basta con pasar con un examen de aptitud y residir dentro la Unión Europea. Por su gestión —que suele incluir asesoramiento jurídico y seguimiento del expediente— estos profesionales cobran un extra en concepto de honorarios.

"Pero algunos despachos en China no quieren pagar esos honorarios por un proceso que no es demasiado complejo, así que llegan a acuerdos con bufetes o letrados que están en Europa para que les "alquilen" sus credenciales y así ellos mismos solicitan las marcas. A cambio, ofrecen una cantidad por cada registro", detalla el abogado. La mayoría de los letrados consultados por El Confidencial afirma haber recibido propuestas de este tipo en algún momento, generalmente a través de correos electrónicos o mensajes de WeChat . La retribución varía en cada caso, aunque suele estar entre los 10 y los 20 euros por marca registrada. De este modo, los profesionales europeos ceden sus claves a las firmas, que hacen los registros en su nombre a cambio de embolsarse miles de euros al mes sin tener que realizar ningún trabajo.

placeholder Uno de los correos en los que se propone la cesión de credenciales.
Uno de los correos en los que se propone la cesión de credenciales.

Desde la EUIPO admiten que se trata de un modus operandi que tienen identificado. "Somos conscientes de que esto ocurre y por ello hemos publicado información en nuestra web explicando los riesgos y consecuencias que conlleva hacer esto. Nos referimos a esta práctica como subarrendamiento no autorizado de las credenciales del área de usuarios", detallan. En todo caso, el organismo no concreta si ha sancionado a algún profesional en la UE por este motivo.

Esto no significa, no obstante, que existan casos. Al menos, así lo cree una abogada que, durante más de diez años, ejerció como agente de marcas en la EUIPO. "La gran mayoría de aplicaciones procedentes de China tenían defectos. Y muchos eran errores básicos que un abogado experto no suele cometer", relata. Y recuerda otra anécdota. "En una ocasión, rechacé una solicitud a nombre de una empresa china porque tenía una deficiencia. Como el agente no contestaba, me puse en contacto con él para preguntarle si tenía intención de contestar, pero el abogado aseguró que nunca había enviado esa petición. Decía que le habían robado las credenciales", evoca. Durante su época trabajando en el organismo, llegó a ver algún ejemplo más de este tipo, y siempre estaban vinculados a solicitudes de marcas de China.

"Muchas aplicaciones procedentes de China tenían defectos básicos que un experto no suele cometer", narra una exempleada de la EUIPO

Contacto de urgencia: Homer Simpson

A diferencia de la UE, otros países sí han llevado a cabo investigaciones públicas para sancionar este tipo de prácticas. A finales de 2021, la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (USPTO, por sus siglas en inglés) canceló más de 15.000 marcas a una compañía de Shenzhen al verificar que habían sido presentados directamente desde China y abrió procedimientos disciplinarios contra los letrados estadounidenses que cedieron sus claves. Poco después, abrió otra investigación en contra de otra empresa cuyas solicitudes ante la oficina estaban firmadas a nombre de dos abogados de EEUU: Jeffrey Firestone y Jackson George. El primero, sin embargo, había fallecido años antes, y el segundo era un personaje completamente inventado.

Uno de los casos más curiosos, sin embargo, fue el que investigó en diciembre de 2022. En esta ocasión, la USTPO amenazó con cancelar las 6.000 marcas de una compañía situada en Shenzhen tras comprobar que había realizado inscripciones en nombre de letrados estadounidenses sin su conocimiento o permiso. En su lugar, quien realizaba los registros era una firma de contabilidad de EEUU, que cobraba 70 dólares por cada marca. Para respaldar sus solicitudes, además, la empresa había incluido un contacto de referencia: Homer Simpson, residente en el número 742 de la Evergreen Terrace, en Springfield (Oregon).

'FWKDWHPH', 'SZJYMY', 'PKCHYE', 'MOVFFGGRM', 'XGAGJK'. Estas fórmulas no son claves recomendadas por Google al crear una nueva cuenta en una página web. Tampoco sugerencias al lector de posibles contraseñas seguras para evitar que un vecino se conecte a la wifi. Estos impronunciables términos son algunas de las marcas europeas registradas en los primeros meses de 2023 ante la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO). Están asociados a diferentes productos: desde soportes para móviles hasta lámparas de manicura, cepillos de dientes o prismáticos. Desde hace unos años, centenares de fórmulas compuestas por una combinación aleatoria de letras se amontonan en los archivos del organismo bajo la categoría de marcas. Y, más allá de la falta de sentido, la mayoría tienen dos cosas en común. La primera, que sus propietarios son particulares o empresas procedentes de China. Y segundo, que han sido inscritas por un mismo despacho de Madrid.

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