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La huelga de los juzgados pone al límite a los abogados: "Algunos han dejado la profesión"
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El proceso se retrasa, el cobro también

La huelga de los juzgados pone al límite a los abogados: "Algunos han dejado la profesión"

Los sucesivos parones en la Administración de Justicia están provocando una merma en los ingresos de muchos profesionales, que califican la situación de "dramática e insostenible"

Foto: Concentración de funcionarios de Justicia el 30 de mayo en la sede del PSOE. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Concentración de funcionarios de Justicia el 30 de mayo en la sede del PSOE. (EFE/Rodrigo Jiménez)
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Desde hace más de 20 años, Ángeles ejerce como abogada en Madrid. Tiene un despacho unipersonal en el que atiende asuntos de varias jurisdicciones (Penal, Civil, Familia y Extranjería) y, además, está inscrita al turno de oficio. Como gran parte de los letrados españoles, su actividad está estrechamente ligada a los juzgados. En los últimos años, ha conseguido capear diferentes temporales, como la crisis financiera de 2008 o la pandemia derivada del coronavirus. Sin embargo, es ahora cuando su situación económica comienza a flaquear. "Llevo unos meses tirando de ahorros", confiesa. ¿La razón? La situación de colapso en la que se encuentran la mayor parte de los juzgados españoles tras cerca de seis meses de continuos parones por parte de los distintos funcionarios de la administración de justicia.

"Nosotros funcionamos con hojas de encargo provisional. Una parte de los honorarios, que en mi caso suele ser el 30 o el 50%, se recibe al principio, pero el resto se van cobrando al terminar o conforme avanza el procedimiento. Con la huelga, muchas cosas no se tramitan y no estoy ingresando prácticamente nada", detalla la letrada. Lo mismo está ocurriendo con los asuntos derivados del turno de oficio. "Desde enero hasta ahora habré tenido cinco juicios. Y yo solía tener mínimo uno a la semana", comenta, y compara el funcionamiento del modelo que siguen los abogados al de una cosecha. "En esta profesión, siembras hoy para recoger mañana. Pero esa rueda se ha estancado", lamenta.

El de Ángeles no es un caso aislado. Como ella, muchos letrados de toda España se han visto afectados a nivel económico por las sucesivas huelgas que llevan atascando los juzgados y tribunales españoles desde hace ya casi medio año. "Muchos están desesperados", asegura Belén García, secretaria general del sindicato de abogados Venia. Los sucesivos parones —que comenzaron a finales de enero de este año por las reivindicaciones de los Letrados de la Administración de Justicia (LAJ) y a día de hoy continúan por parte de los funcionarios— han provocado una ralentización de todos los procedimientos, y, en consecuencia, han demorado del momento de cobro para los profesionales del Derecho.

La situación, en todo caso, no impacta sobre todos los profesionales por igual. Como matiza García, los letrados del turno de oficio están experimentando los mayores rotos económicos y hay algunos compañeros "que no llegan a fin de mes". En la misma línea se pronuncia Juan Manuel Mayllo, diputado del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid y presidente de la Asociación de Letrados por un Turno de Oficio Digno (Altodo). "Hemos encadenado varias huelgas y todo se retrasa. Las designaciones han bajado mucho, pero los asuntos en realidad se mantienen estables. El problema es que no se está tramitando. Y si no se tramita, no se cobra", razona.

Foto: Los funcionarios de la Administración de Justicia en huelga se manifiestan en Madrid. (EFE/Javier Lizón)

A toda esta situación, además, hay que sumarle otros dos ingredientes. En primer lugar, el complejo contexto político, con unas elecciones en el horizonte convocadas hace apenas una semana que previsiblemente acapararán todos los focos de interés del Ejecutivo y dificultarán la posibilidad de alcanzar un acuerdo cercano con el cuerpo de funcionarios. Y segundo, la llegada de los meses de verano, en los que la actividad judicial suele descender considerablemente hasta paralizarse casi por completo en agosto, mes inhábil en los tribunales españoles. "Solo puede ir a peor", resume Mayllo.

Despachos pequeños, los más afectados

El impacto económico de la huelga entre los profesionales de la abogacía es, por otro lado, especialmente fuerte en aquellas provincias donde la huelga ha tenido mayor seguimiento. Es el caso de Cádiz, donde alrededor del 85% de los funcionarios de los juzgados secundan el parón indefinido. "Estamos al borde del colapso. Los tribunales están prácticamente parados, solo se atienden temas urgentes de laboral y penal. Pero más allá de eso, nada", relata José Adolfo Baturone, decano del Colegio de Abogados de la región. Un atasco que también está afectando al bolsillo de los letrados. "Me llaman muchísimos compañeros porque no pueden más. La facturación se ha derrumbado y se está notando", asegura.

Foto: Unas 70 personas escenifican el funeral de la Justicia en el arranque de la huelga.

Al fuerte seguimiento hay que sumarle la composición del mercado de la abogacía en la región que, como en la mayor parte del territorio español (a excepción de Madrid y Barcelona), está compuesto de despachos unipersonales o muy pequeños centrados en actividad judicial. "El 90% de las firmas de Cádiz están formadas por entre uno y tres letrados que eminentemente llevan litigios, por lo que el daño económico es todavía más grave", remata el decano. En la misma línea, Baturone detalla que los letrados inscritos al turno de oficio se encuentran en una situación especialmente precaria. La facturación procedente de este servicio, concreta, ha descendido un 30% durante el primer trimestre de 2023, y se prevé que decaiga todavía más entre abril y junio. "Las previsiones son muy malas, la bajada será mínimo del 50%", vaticina. Y adelanta que el Colegio está buscando fórmulas bancarias para poder adelantar la retribución de estos asuntos "para ayudar a los compañeros que están más afectados".

Una situación similar se vive en Extremadura, donde tanto los parones intermitentes como la huelga indefinida han sido secundados por cerca del 80% del cuerpo de funcionarios de los juzgados. Un seguimiento que, como matiza el vicedecano del Colegio de Abogados de Cáceres, Luis Bohoyo, resulta palpable en términos económicos. "A todos nos ha generado una merma considerable de los ingresos y a algunos les está provocando situaciones muy complicadas. Tenemos casos de compañeros que han dejado la profesión para buscar otras opciones laborales y muchos se lo están planteando seriamente si esto sigue así", manifiesta.

"Algunos compañeros han dejado la profesión y muchos se lo están planteando si esto sigue así", detalla el decano de Cáceres

Esta posibilidad está especialmente presente entre los jóvenes que ejercen por su cuenta y no cuentan con muchos años de experiencia en la profesión, puntualiza Bohoyo. "Algunos abrieron hace tres o cuatro años y han encadenado el parón de la pandemia con las huelgas. Y llega un momento que es insostenible", razona. En la misma línea se pronuncia Antón Echevarrieta, decano del Colegio de Abogados de Álava, que asegura que, en caso de no mejorar la situación, muchos despachos tendrán que cerrar. "Los colegiados me han trasmitido mucha preocupación sobre el impacto económico, porque los ingresos no llegan, pero los gastos se mantienen: el alquiler de la oficina, gastos de personal, las cuotas, impuestos… al demorarse el cobro de los honorarios, el perjuicio para los profesionales es importante. Es cierto que en Euskadi se ha alcanzado un acuerdo recientemente y esperamos que la situación mejore pronto, pero desde luego que 2023 va a ser un año difícil para muchos compañeros", indica.

Foto: La mayoría de los grandes bufetes va a cerrar el año con importantes tasas de crecimiento.

En las grandes ciudades como Madrid y Barcelona, por su parte, la situación no parece ser tan crítica y la sensación de los Colegios es que la mayoría de los profesionales tiene músculo para resistir el tira y afloja entre los trabajadores de los juzgados y el Ministerio de Justicia. Especialmente, subrayan, los grandes despachos de abogados. En cualquier caso, estas organizaciones son inmunes al daño económico que están provocando las sucesivas huelgas y la preocupación ya comienza a extenderse entre los bufetes de la élite de la abogacía, que ven cómo la facturación de sus departamentos de Procesal ha descendido considerablemente durante este ejercicio. "Es algo que se comenta", confirman fuentes del sector.

Procuradores, principales perjudicados

Más allá de los abogados, lo cierto es que hay un colectivo que está sufriendo un mayor daño económico como consecuencia de los parones: los procuradores. "Hay muchos despachos que lo están pasando mal porque no tienen pleitos. Llevamos varios meses encadenando una huelga con la siguiente y comienza a notarse", indica Juan Carlos Estévez, presidente del Consejo General de los Procuradores de España (CGPE).

En los últimos seis meses, los ingresos del despacho de procuradores de Alberto* han descendido entre un 35% y un 50%

Es el caso de Alberto (nombre ficticio), un procurador que lidera un pequeño despacho con sede en Madrid. Para este profesional, 2023 está siendo "dramático". En los últimos seis meses, muchos de los juicios que tenía en agenda se han suspendido, lo que le ha supuesto una merma de sus ingresos de entre el 35% y el 50%. "En partidos judiciales pequeños se nota más que en plazas grandes como Madrid y Barcelona", concreta. A pesar de ello, dice ser afortunado. "Hay compañeros que han bajado su facturación mucho más y tienen problemas para llegar a fin de mes. Lo estamos pasando francamente mal", manifiesta.

El descenso tan drástico de la facturación y la ausencia de una solución cercana en el horizonte ha empujado a muchos a abandonar la profesión en busca de otras oportunidades laborales más estables. "Muchos procuradores están adelantando su jubilación. Un par de compañeros dejaron la procura el mes pasado porque no podían más y están preparando las oposiciones para funcionarios de juzgados. Y muchos de nosotros nos lo planteamos seriamente. Yo respeto el derecho a la huelga, pero lo cierto es que se nos está haciendo insostenible", afirma.

Desde hace más de 20 años, Ángeles ejerce como abogada en Madrid. Tiene un despacho unipersonal en el que atiende asuntos de varias jurisdicciones (Penal, Civil, Familia y Extranjería) y, además, está inscrita al turno de oficio. Como gran parte de los letrados españoles, su actividad está estrechamente ligada a los juzgados. En los últimos años, ha conseguido capear diferentes temporales, como la crisis financiera de 2008 o la pandemia derivada del coronavirus. Sin embargo, es ahora cuando su situación económica comienza a flaquear. "Llevo unos meses tirando de ahorros", confiesa. ¿La razón? La situación de colapso en la que se encuentran la mayor parte de los juzgados españoles tras cerca de seis meses de continuos parones por parte de los distintos funcionarios de la administración de justicia.

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