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La diferencia vasca: por qué Bilbao será el epicentro de Vox
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La diferencia vasca: por qué Bilbao será el epicentro de Vox

Abascal y su partido se juegan poco en las elecciones de Euskadi en términos de representación, pero mucho en el aspecto simbólico. La estrategia para crecer allí ya está diseñada

Foto: Amaia Martínez, candidata de Vox por Álava, y Santiago Abascal. (Europa Press/Carlos González)
Amaia Martínez, candidata de Vox por Álava, y Santiago Abascal. (Europa Press/Carlos González)
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Euskadi es un entorno muy complicado para Vox por muchos motivos. Algunos bien conocidos, como el dominio del nacionalismo, la competencia con el PP y las habituales dificultades para que una derecha fuerte españolista sea bien recibida allí. Otras causas tienen que ver con el momento.

José Pablo Ferrándiz, de Ipsos, analiza la especificidad vasca. “En Euskadi no se produce esa aparente contradicción, que sí está presente en el conjunto de España, entre la evaluación de la situación económica personal y de la situación económica del conjunto de la Comunidad: ambas son calificadas positivamente por tres de cada cuatro ciudadanos”, subraya. Por otra parte, “más de la mitad de los vascos considera buena la situación política y evalúa positivamente la gestión realizada por el PNV al frente del Gobierno”.

Se percibe en la sociedad vasca, no obstante, un deseo de cambio, pero en ningún caso de cambio radical, y eso explica los perfiles más moderados que han adoptado los dos partidos que lideran las encuestas, pero también que las dificultades para Vox sean todavía mayores. Sin un descontento notable en Euskadi, lo tienen mal para crecer mucho. Las encuestas más optimistas les conceden un escaño y otras afirman que se quedarán sin representación.

Los tres elementos de la campaña de Vox

En este escenario tan desfavorable, Vox debe poner en juego una estrategia diferente. Máxime cuando la que ha empleado allí hasta la fecha no le ha sido apenas útil. Además, que el hecho independentista esté siendo abandonado como elemento central del discurso electoral, así como el intento de Bildu de alejarse de su pasado, lleva a que la insistencia en las víctimas del terrorismo etarra, que ha sido uno de los argumentos de Abascal, tampoco parezca un elemento relevante de convicción, ni siquiera en ámbitos minoritarios. La formación no renunciará a él, por lógica, pero tampoco será su centro.

Foto: Amaia Martínez, el pasado noviembre en una manifestación convocada por Vox en contra de la amnistía. (Europa Press/Iñaki Berasaluce)

Desde Bambú señalan que, a pesar de todos los inconvenientes, Euskadi fue un territorio en el que crecieron en las últimas elecciones. El retroceso tuvo lugar en otras regiones, pero en el País Vasco su porcentaje de votantes aumentó, aunque de manera leve. Y se trata de un entorno en el que Vox tiene poco que perder en términos de representación, pero mucho en el plano simbólico, ya que, si no consiguen diputados, acentuarán la sensación de que están en declive.

Para recuperar impulso, los de Abascal situarán la campaña en tres elementos: “Inmigración, inmigración e inmigración”. El diputado de Vox Ignacio Gil Lázaro retrató el núcleo de ese discurso en una intervención en el Congreso: “En el País Vasco un tercio de los delitos cometidos en la región son perpetrados por extranjeros; en Bilbao, los delitos afectos a ese tipo de autoría han aumentado; un barrio tan tradicional como San Francisco se ha convertido hoy en un ghetto de delincuencia marroquí y el 26,8% de los bilbaínos dice que su principal preocupación es la inseguridad”.

"Un tercio de los delitos cometidos en el País Vasco son perpetrados por extranjeros"

“En Vitoria”, señaló Gil Lázaro, “en los barrios de Salburua y Santa Lucía, los vecinos han tenido que organizarse en labores de vigilancia ante las olas de agresiones y robos que sufren”, quien responsabilizó de esa situación a “las políticas del Gobierno Vasco y de los ayuntamientos en manos del PNV y Bildu, que han llenado las calles vascas de una inmigración conflictiva y subvencionada que genera inseguridad en ancianos, mujeres y niños”.

Ahí residen los diferentes elementos que quieren destacar a través de la inmigración: la inseguridad, el deterioro de los barrios populares y las malas políticas públicas de la administración vasca.

El problema añadido

El mito de la buena gestión del PNV, insisten desde Bambú, “es falso”, y encubre una falta de atención a los ciudadanos, que se manifiesta en los problemas de la sanidad, pero también en una mala utilización de los recursos públicos. La crítica de Vox se centra en el efecto llamada de la renta mínima de inserción que, aseguran, permite a familias con varios miembros vivir de ayudas públicas (una pareja con dos hijos puede recibir 1.456 euros mensuales), lo que está atrayendo a inmigración africana, en especial marroquí; en lugar de destinar esos recursos a los ciudadanos vascos, el PNV está despilfarrando el dinero y generando un problema añadido.

Sus actos se concentrarán allí donde el mensaje de inseguridad, inmigración y deterioro de los servicios públicos puede ser más eficaz

Ese eje explica también que los actos que realizarán en la campaña se centren en Bilbao y su periferia. En Guipúzcoa, una provincia en la que tienen poco arraigo, apenas estarán presentes en Irún, pero el grueso de sus actividades se concentrará allí donde el mensaje de inseguridad, inmigración y deterioro de los servicios públicos puede ser más eficaz: en los barrios de clases medias bajas que rodean a Bilbao, donde transmitirán ideas que intentarán que resuenen en Álava. El objetivo es llegar a la población no euskalduna que percibe cómo su entorno más cercano se aleja del bienestar y la tranquilidad que el PNV ha difundido como símbolo de la vida cotidiana del Euskadi de los últimos años.

Las periferias de las ciudades y los barrios con menos recursos son cada vez más un espacio en el que Vox intenta desarrollarse. Las tendencias internacionales en su estrato ideológico sitúan la inmigración, el entorno rural y la soberanía nacional como ejes centrales de su discurso, y es probable que esas ideas tengan recorrido en las elecciones europeas.

El PNV es un partido que, al acercarse decididamente a lo tecnocrático, se aleja mucho de la ideología conservadora

El marco ideológico elegido para la campaña vasca les sirve como vía alternativa de penetración en una sociedad difícil para su partido, pero también como refuerzo para las elecciones posteriores, Cataluña y Europa. Su argumentario, y la diferencia de este con el del PP, queda más expreso poniendo el acento en propuestas que los populares tienen dificultades para seguir, o al menos así lo creen en Bambú.

Foto: Pello Otxandiano, candidato de Bildu. (EFE/Luis Tejido)

Un último elemento, que apenas se pondrá en juego, resulta relevante para entender el momento de Vox. Desde su perspectiva, los jeltzales se han alejado del conservadurismo. El PNV es un partido que, al acercarse decididamente a lo tecnocrático, se aleja más de la ideología conservadora. Es un concepto muy complicado de trasladar a la campaña, porque “haría falta tiempo para explicar bien esa idea y que tuviera recorrido”, pero desde el partido perciben una contradicción evidente entre el arraigo vasco en las tradiciones y la expresión política que el PNV ofrece.

Euskadi es un entorno muy complicado para Vox por muchos motivos. Algunos bien conocidos, como el dominio del nacionalismo, la competencia con el PP y las habituales dificultades para que una derecha fuerte españolista sea bien recibida allí. Otras causas tienen que ver con el momento.

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