Urkullu aprueba sus últimas tres leyes y deja el camino libre para la convocatoria de elecciones

El Parlamento vasco ha aprobado este jueves las últimas tres leyes de la era Iñigo Urkullu. El lehendakari se había autoimpuesto una serie de deberes antes de la convocatoria electoral, en concreto sacar adelante un buen puñado de normas, hito cumplido la mañana de este jueves, por lo que el camino para la disolución de la Cámara queda expedito. La fecha más plausible para la celebración de los comicios es el próximo 21 de abril. Otro de los asuntos que Urkullu quería dejar cerrado antes de la cita con las urnas era el traspaso de las competencias de Cercanías, homologación de títulos extranjeros y el sistema de acogida de los refugiados. Y aunque el acuerdo entre el Ejecutivo vasco y el central todavía no está cerrado, ambas partes apuntan a un pacto inminente, por lo que no será un impedimento.

Ahora, y a falta de que Urkullu anuncie la disolución de la Cámara, Euskadi encara unos comicios de alto voltaje y los más reñidos de los últimos años. Las grandes fuerzas políticas (PNV, Bildu, PSE y PP) estrenan candidato y las encuestas no cierran la puerta a un sorpaso de la izquierda radical. Desde hace días, los partidos han multiplicado los actos de carácter electoral, con una intensa agenda de entrevistas liderada por Imanol Pradales (PNV) y Pello Otxandiano (Bildu). Si finalmente opta por el 21 de abril, como muy tarde debe convocar el 26 de febrero.

Uno de los hándicaps que deben superar los candidatos es el del bajo grado de conocimiento. Según el último Sociómetro, el CIS vasco, publicado este miércoles, ninguno supera el 50%. De hecho, los porcentajes son bastantes modestos. El 37% de los encuestados asegura saber quién es Pradales y el 34%, quién es Otxandiano, mientras que los cabezas de lista del PSE, Eneko Andueza, y del PP, Javier de Andrés, alcanzan un 38% y un 31% respectivamente, a pesar de que el último fue en su día delegado del Gobierno en Euskadi y diputado general de Álava.

La que mayor grado de conocimiento obtiene, con un 43%, es la portavoz de Podemos, Miren Gorrotxategi. Sería la única que repite, junto a la candidata de Vox, pero tendría muy difícil obtener representación —el grueso de encuestas no da ningún escaño a los morados, frente a Sumar, que podría obtener un máximo de tres—. Aunque las dos formaciones han dado por rotas las negociaciones para presentar una lista conjunta, este jueves, cargos de Podemos y militantes de izquierdas pedían un pacto. Entre los firmantes figuran la portavoz de los morados en las Juntas Generales de Vizcaya, el que fue candidato al Congreso por Álava, Eneritz de Madariaga, y Guillermo Presa.

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Inés P. Chávarri

El manifiesto, recogido por El Correo, lamenta la ruptura del espacio y remarca que todavía queda tiempo para cerrar una coalición. “Por eso apelamos a las organizaciones para que lo vuelvan a intentar, para que se reúnan otra vez y para que, acompañadas de algunas personas facilitadoras, superen con generosidad y realismo sus diferencias y consigan así una unidad electoral a la altura de la pluralidad social que conforma este espacio”, piden.

Un amplio grado de consenso

En la Cámara de Vitoria se respiraba este jueves aire de despedida y la sesión contó con 200 invitados. Las tres normas aprobadas, de infancia, cooperación y trans, de un importante calado social, salieron además adelante con un amplio apoyo. A la mayoría absoluta que suman los dos socios de Gobierno, el PNV y el PSE, se unieron los votos de EH Bildu y Podemos, que respaldaron las tres iniciativas, y también del PP, que votó a favor de la ley de cooperación y se abstuvo en la de infancia.

Paradójicamente, el clima de entendimiento ha sido la tónica de las últimas sesiones que ha celebrado el Parlamento vasco. A pesar del ambiente preelectoral, Urkullu ha concitado amplios apoyos a importantes leyes, como la de Transición Energética y Cambio Climático, refrendada la semana pasada y que dejó la imagen de la consejera de Desarrollo Económico, Arantza Tapia, uno de los nombres de referencia en el PNV, y del parlamentario de EH Bildu, Mikel Otero, celebrando la aprobación de la norma.