Bildu elige al teleco Pello Otxandiano, delfín de Otegi, como candidato a 'lehendakari'

Al igual que el PNV, Bildu apuesta por darse relevo generacional y propondrá como candidato a lehendakari a su actual director de Programa, Pello Otxandiano, dirigente vizcaíno en la sombra, 40 años, y uno de los artífices del aterrizaje de la izquierda abertzale en su actual pragmatismo político. Arnaldo Otegi ha renunciado a presentarse a las urnas, pero se mantendrá al frente de la dirección política de la coalición, que opta ahora por un dirigente de verbo sosegado y formas suaves, aunque devoto de la ortodoxia abertzale. Ingeniero de telecomunicaciones, Pello Otxandiano Kanpo (Otxandio, 1983) es, curiosamente, descendiente de Juan de Ajuriaguerra, mítico presidente del PNV en el exilio.

Otxandiano es el elegido por la mesa política de Bildu, a falta del refrendo de sus bases, para disputarle al PNV el Gobierno Vasco en un momento en el que los primeros están en claro ascenso, y los segundos, en notable retroceso, han forzado una operación traumática para sustituir al actual lehendakari, Iñigo Urkullu, por otro candidato más fresco, Imanol Pradales Gil. Se baraja marzo como la fecha más probable para las elecciones vascas, aunque Urkullu reclama algo más de tiempo para concluir su legislatura y podrían coincidir el 9 de junio con las europeas. La encuesta del Sociómetro vasco del Ejecutivo autónoma otorga la victoria al PNV (29) frente a Bildu (25). La distancia entre ambas formaciones se estrecharía de los 10 escaños actuales a tan solo cuatro.

Bildu ha designado a un candidato con currículum inmaculado, sin la rémora de un pasado vinculado a Batasuna, aunque en septiembre salió en defensa del remero de Urdaibai que brindó la victoria a un preso de ETA condenado por asesinar al empresario guipuzcoano Inaxio Uria. "Solvencia, capacidad y compromiso" son las tres cualidades que Otegi ha ensalzado del candidato. Además de su "pasión por cambiar las cosas y el alma por recuperar para este país el escenario que necesita y quiere. Es el mejor resumen: solvencia, seguridad, rigor, alma y pasión", ha destacado tras hacer pública la decisión de la mesa política de Bildu.

En un acto público en marzo, Otegi presumió de su colaborador —"es ingeniero de telecomunicaciones, y lo digo porque esto impone mucho"— y leyó un fragmento del libro que este le había regalado, de la economista italiana Mariana Mazzucato, El estado emprendedor: "No es una peligrosa bolchevique", ironizó el dirigente de la vieja Batasuna para recalcar su apertura estratégica en las instituciones, donde ofrece puentes a todos los partidos para aislar a la derecha (PP, UPN, Vox). "Estamos contra la derecha fascista", insisten.

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"Es la cabeza de estudios de la casa, bastante dogmático e ideologizado", destacan de él sus rivales políticos del PNV. Ligado al mundo de las cooperativas de Mondragon, su hermano Aritz es el responsable de sostenibilidad del Grupo Fagor. Otxandiano ha dirigido las negociaciones de la ley vasca de educación, así como la ley de transición energética y ecológica, desde la posición más radical.

'Somos futuro', es el lema elegido por la vieja Batasuna para afrontar este nuevo tiempo electoral. "Estamos en un cambio de ciclo político con un crecimiento sostenido en todos los territorios de la izquierda independentista", señalan, convencidos de que el sorpaso está cerca.

"El xirimiri está impregnando. La política vasca va a cambiar. Necesitamos acertar y estar a la altura. Hay una nueva generación que se está incorporando a las tareas de dirección de la izquierda independentista. Algunos estaban en la empresa privada y yo se lo pedí en su momento", afirmó Otegi el pasado 27 de noviembre convencido de su paso a un lado porque hace falta un relevo generacional. "Necesitamos un candidato de otra generación, que esté muy bien preparado y dé seguridad a la ciudadanía", ha insistido Otegi en los últimos días. También descartó que tuviera que ser, necesariamente, una candidata mujer pese a que los periódicos vascos han especulado siempre con esa opción.

Otxandiano concedió una entrevista en septiembre a Radio Euskadi en la que dejó claro su fidelidad a las posiciones ortodoxas de la izquierda abertzale al defender sin remilgos al remero de Urdaibai que dedicó por televisión su triunfo en la bandera de La Concha a un etarra condenado por asesinar al empresario Inaxio Uría. "Mostró un gesto de cariño a un amigo de la infancia", glosó, convencido de que no es "reprochable" aspirar a un "horizonte sin presos":

—¿Qué es lo que ha dicho? Muestra un gesto de cariño a un amigo de infancia y manifiesta el deseo de un horizonte sin presos políticos en este país. A mí me parece que esas palabras no son reprobables políticamente. Debería ser un horizonte compartido. Hoy las tres cuartas partes de los presos deberían estar en la calle si se aplicase la política penitenciaria ordinaria.

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—¿Pero entiende el dolor que pueda suponer a las víctimas, en este caso a la familia de Inaxio Uria? —le insistió el entrevistador.

—Sí, lo puedo entender. Pero yo voy a poner un caso hipotético. Supongamos que Galindo lleva 15 años en la cárcel y un compañero guardia civil de forma espontánea manifiesta su deseo de que su amigo salga de la cárcel, con arreglo a la legalidad vigente. Desde mi punto de vista, esas palabras no serían reprochables. Y, voy a decir más, en ese caso hipotético, yo no desearía que Galindo muriera en la cárcel.

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Y añadió esta otra consideración: ¿qué estamos planteando, que los presos mueran en la cárcel? Es que los presos de ETA llevan más de 20 años, algunos llevan más de 30. No creo que este tipo de gestos debieran agraviar a las víctimas.

Algo más nervioso, respondió cuando le preguntaron sobre su eventual candidatura a lehendakari.

—¿Usted se vería ahí?

—¿Yo? Yo nunca me he proyectado como candidato de nada. Vengo de una cultura política en la que lo colectivo siempre ha estado muy por encima de las aspiraciones personales. Por tanto, jamás me he visto en una posición así. Mi motivación es ofrecer lo mejor de mí mismo.

Cartel masculino

Con la confirmación de Otxandiano, son cuatro candidatos hombres a las próximas elecciones vascas, ya que, a Imanol Pradales (PNV), se le unen Eneko Andueza (PSE) y Javier de Andrés (PP), a la espera de la designación de Sumar y Podemos.

En los medios vascos se especuló con que Bildu volvería a presentar a una mujer como cabeza de cartel y que tuviera escasa vinculación con el pasado de violencia de la izquierda abertzale para reforzar la imagen blanqueada de la coalición. Así ocurrió en 2012 con la designación de la profesora Laura Mintegi, y en 2016 o 2020 con la presentadora de la televisión vasca Maddalen Iriarte, que se impuso en mayo en los comicios de Guipúzcoa. En ese perfil se encuadran también las candidatas a Bilbao (María del Río) y Vitoria (Rocío Vitero), que obtuvieron buenos resultados electorales.

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Sin embargo, en esta ocasión se ha optado finalmente por uno de los actuales dirigentes del núcleo duro de Otegi para confrontar con el PNV, a quien aspiran a desbancar como primera fuerza política en Euskadi. Ya lo consiguieron en las elecciones generales del 23-J (igual que ocurrió en 2011, tras la declaración del fin de ETA), y también son la primera fuerza municipalista en número de concejales.

Otxandiano está detrás del intento fallido de pactar la nueva ley educativa con el PNV y defiende una política industrial renovada así como una alternativa a la actual política energética. "Áreas de no confrontación electoral", en palabras suyas.

No lo ve exactamente así el PNV, muy crítico con la oposición de Bildu al Gobierno de Iñigo Urkullu, quien ha denunciado la doble cara de Bildu en estos últimos años y le acusa de practicar un "buenismo" figurado: "Aparentemente en el ámbito público e institucional hace un discurso buenista, pero luego hace una activación de todo tipo de colectivos con un objetivo que es acosar y desgastar al Gobierno", criticó en septiembre.