PNV y Junts impulsan su alianza entre los socios de Sánchez en el Congreso frente al eje de ERC-Bildu

La reunión entre Carles Puigdemont y Andoni Ortuzar el pasado 15 de septiembre en Waterloo terminó de enterrar la crisis entre Junts y el PNV. La relación se quebró el 1-O y tras años de distanciamiento, las heridas han cicatrizado. Tras ese primer encuentro de “normalización”, los dos partidos han consolidado el frente común que abanderan en el Congreso y que marcará la legislatura entre los socios de Pedro Sánchez en contraposición al eje de izquierdas liderado por ERC y Bildu. Las cúpulas de los dos partidos, además de los portavoces parlamentarios, se han vuelto a reunir este viernes. La unidad de acción pasa por coordinar los votos de las dos formaciones en la Cámara Baja, garantizar el cumplimiento de los acuerdos firmados con el PSOE y defender las competencias vascas y catalanas, ha remarcado este viernes el secretario general de Junts, Jordi Turull.

Tras el reunión, en un comunicado, el PNV ha precisado que los dos partidos han compartido el objetivo de tejer un "futuro de colaboración" para impulsar en las Cortes los "respectivos proyectos nacionales" así "como medidas legislativas, económicas y sociales que promuevan el bienestar de las ciudadanías de Euskadi y Catalunya". Turull ha encabezado la delegación de Junts que a mediodía se ha reunido con el PNV en Sabin Etxea, la sede nacional de los jeltzales en Bilbao. La delegación de los posconvergentes, compuesta además por los portavoces en el Congreso y en el Parlament, Míriam Nogueras y Albert Batet, respectivamente, ha sido recibida por el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, su hombre de confianza, Joseba Aurrekoetxea, y Aitor Esteban.

"En el proceso de la negociación de la investidura hemos ido hablando mucho y ahora que arranca la legislatura, queremos coordinarnos para que nuestros votos sean lo más útiles para nuestras respectivas naciones", ha defendido el secretario general de Junts, en una entrevista en Radio Euskadi. Turull ha ensalzado la buena relación entre los dos partidos y ha lanzado una advertencia al PSOE, los acuerdos firmados con otras fuerzas no les competen. "Esto el PSOE lo sabe, y nosotros vamos a utilizar nuestra fuerza en la medida que sea posible y, si vamos a la una las dos fuerzas políticas, es mucho más probable que podamos salir con nuestro posicionamiento en todo aquello que puede afectar a la política de materias competenciales en Euskadi o en Cataluña".

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La reunión en Bilbao cierra definitivamente la ruptura de relaciones entre los dos partidos. Tras el procés, los vínculos históricos entre las dos formaciones se rompieron. El PNV puso tierra de por medio después de que el propio Ortuzar y el lehendakari, Iñigo Urkullu, mediasen ante Puigdemont para que convocase elecciones y aparcase la Declaración Unilateral de Independencia. Finalmente, el expresidente optó por lo contrario y los nacionalistas vascos se distanciaron. De hecho, en las últimas elecciones catalanas, el PNV hizo campaña a favor del PDeCAT frente a Junts. Ahora, por el contrario, Ortuzar y Turull tendrán que cerrar estos meses si vuelven a concurrir juntos a las elecciones europeas del próximo mes de junio.

La amalgama de socios

La división de los socios del Gobierno de coalición en dos bloques va a ser una de las dinámicas que marquen la legislatura y que condicionará el margen de acción de Pedro Sánchez. Más allá del objetivo común de impedir el acceso del PP y Vox al Gobierno, las diferencias entre uno y otro bloque no son menores. De ahí las advertencias de Ortuzar para que el Ejecutivo deje esta legislatura a un lado las “leyes ideológicas”.

Al PNV le incomodaron algunas de las iniciativas legislativas impulsadas la pasada legislatura, tampoco le gustó la estrategia recurrente del PSOE de apurar las negociaciones hasta última hora y la sensación de estar constantemente entre la espada y la pared, pero si antes no tenía en quién apoyarse en el Congreso, ahora cuentan con Junts. Una vez que el partido de Carles Puigdemont ha entrado en los acuerdos de legislatura, el apoyo entre las dos formaciones es mutuo.

La unidad de acción, aunque cada partido defenderá su propia estrategia, se abre paso. El pasado viernes, cuando ni Sánchez llevaba 24 horas investido, registraron dos comisiones de investigación en el Congreso, una sobre los atentados del 17-A y otra sobre la denominada Operación Cataluña. Este jueves, sin embargo, fueron ERC, Bildu y el BNG los que registraron la creación de una comisión sobre el caso Pegasus, como pactaron los republicanos con el PSOE en el acuerdo de investidura.

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Que Junts, a diferencia de lo que sucedió la pasada legislatura, haya entrado en la amalgama de partidos que sustentan el Ejecutivo de Sánchez da también aire al PNV frente a Bildu. Es un momento delicado para los jeltzales, que deberán medirse en unos meses a Bildu en las elecciones vascas. Una de las estrategias de la izquierda abertzale para conseguir ser una fuerza más ha sido la de coligarse con ERC. La pasada legislatura, en más de una ocasión ambos partidos recordaron a Sánchez que eran su principal apoyo. Entonces, el eje de izquierdas sumaba 18 diputados (13 de ERC y cinco de Bildu), ahora son 13 frente a los 12 de Junts y PNV y las fuerzas están más equilibradas.