El PNV pide a Sánchez menos leyes ideológicas para salvar las votaciones en el Congreso

Las negociaciones para armar una mayoría parlamentaria en torno a Pedro Sánchez se encuentran en su punto álgido. Se está trabajando ya muy intensamente con Junts, ERC y PNV y hay un consenso general en que el presidente del Gobierno en funciones y secretario general del PSOE conseguirá su investidura. Pero este tiempo político que arranca será muy distinto al anterior, aunque casi todos los actores repitan en la función.

El PNV ha puesto sobre la mesa que deben producirse cambios y que es necesario acordar un sistema de entendimiento entre el Ejecutivo de coalición y sus socios que permita salvar las votaciones. Un "mecanismo de desarrollo de la legislatura", lo denominan. El PSOE y Sumar dependerán siempre de que ERC, Junts, EH Bildu, PNV y BNG voten a favor. Solo si se suma la diputada de Coalición Canaria, el único voto bisagra, alguno de estos partidos tendrá el respiro de abstenerse. Antes, el Gobierno disponía de más opciones, había más grupos y, por tanto, más posibilidades de obtener su apoyo (Ciudadanos, Teruel Existe, el PRC o Nueva Canarias). Ahora, la geometría variable tiene que ser geometría estable.

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Iván Gil

Y para garantizarla, los nacionalistas vascos han verbalizado que se deben limitar las leyes ideológicas. El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, incluso lo ha expresado públicamente. "No vamos a comulgar con ruedas de molino". Ni se pueden repetir las constantes fricciones en el seno del Ejecutivo —antes del PSOE con los morados, ahora con Sumar— ni las leyes se pueden remitir al Congreso sin conversaciones previas.

Porque el bloque en torno a Sánchez une a sensibilidades distintas. Tanto Junts como PNV son dos formaciones de centroderecha, con pocas conexiones en algunos temas con ERC, EH Bildu o Sumar. La mayoría ya no ha sido homogénea durante estos tres años y medio, pero había mimbres para superar las votaciones y ahora no. Los vascos creen que con la actual aritmética se deben cambiar las formas de hacer política y de relacionarse con los partidos aliados. En la anterior legislatura, hubo "una legislación con demasiados tintes ideológicos" y ahora hay que ir a posiciones "más consensuadas" y "más centradas", dijo Ortuzar en RNE. "La iniciativa legislativa debe responder a los problemas reales y no servir para crear problemas", subrayaron a este diario fuentes de la formación.

Es justo la idea que este martes repitió el portavoz del PNV, Aitor Esteban, en la comparecencia que prosiguió a su reunión con Sánchez y la vicesecretaria del PSOE y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el Congreso: "Los grupos tenemos que saber distinguir qué se puede aprobar y no enzarzarnos en el propio programa electoral de cada uno". Por ello, su insistencia en acordar de antemano "cómo vamos a funcionar".

"Responsabilidad" y "generosidad" de todos

Ahora, prosiguió, todos los grupos que respalden la investidura son "necesarios", ninguno puede faltar, y eso exige ser "responsables" y "generosos". También el Gobierno. En la pasada legislatura, los socios de gobierno se quejaron reiteradamente porque el Ejecutivo aprobaba las leyes sin apenas negociar, dando por supuesto que nacionalistas, independentistas y formaciones de izquierda no se alinearían con PP y Vox. Y el partido jeltzale no quiere repetir esa experiencia.

De hecho, la ley de vivienda, aprobada por exigencia de Podemos y Bildu, la norma que más división generó en la mayoría parlamentaria, es ahora uno de los elementos de la negociación con el PSOE. El Gobierno vasco la ha recurrido al Tribunal Constitucional porque entiende que invade competencias. Y Sumar ya ha avanzado que quiere retocarla para ir más allá. Esto pone a los socialistas en una posición complicada en las negociaciones de investidura. "Ya veremos qué pasa con esa ley", señaló Aitor Esteban. En el horizonte, se atisba incluso pactar ya la agenda legislativa.