El PNV se frota las manos antes de las elecciones: Sánchez ultima el traspaso de tres competencias

El PNV se va a presentar a las elecciones vascas con un importante botín. Esta vez sí, Pedro Sánchez cumplirá y transferirá al Ejecutivo de Iñigo Urkullu el servicio de Cercanías, la homologación y convalidación de títulos extranjeros y parte del sistema de acogimiento a los solicitantes de asilo. Tres competencias comprometidas la pasada legislatura. Es un balón de oxígeno para la formación ante una cita electoral que será reñida por la pujanza de EH Bildu, mientras en la Moncloa tienen la determinación de cumplir con los jeltzales aunque el traspaso suponga dar un aliciente a uno de los contrincantes del PSE en las urnas.

“Las negociaciones van bien, a buen ritmo y avanzadas. El contenido de las mismas se dará a conocer, como es lógico, cuando se cierren definitivamente, que no será muy tarde”, apuntan fuentes del Ministerio de Política Territorial a El Confidencial. Los cálculos del Gobierno vasco pasan por convocar este mismo mes de febrero la ponencia técnica para cerrar los flecos pendientes y firmar el acuerdo definitivo, según avanzó ayer la consejera de Gobernanza y encargada de las negociaciones con el Ejecutivo de Sánchez, Olatz Garamendi.

El calendario de traspasos no es casual. Urkullu ha condicionado la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones, todavía sin fecha, a unos hitos, entre ellos, la aprobación de una serie de leyes ―las últimas serán ratificadas este jueves por la Cámara autonómica― y a que el Gobierno central cumpla con estas tres transferencias. El compromiso quedó por escrito en el acuerdo que suscribieron el PNV y el PSOE el pasado noviembre para la investidura de Sánchez, donde se recoge expresamente que en un plazo de tres meses ―el Ejecutivo vasco siempre ha situado la fecha límite a finales de marzo―, Euskadi debía tener entre sus manos dichas competencias.

Con todo encarrilado antes de que el País Vasco vaya a las urnas, el PNV vuelve a ondear la bandera del partido útil y pragmático, el que consigue en Madrid lo que más favorece a los vascos, frente a un EH Bildu que lleva desde la pasada legislatura jugando la misma estrategia. Las encuestas auguran una reñida campaña electoral y algunos sondeos abren la puerta al sorpaso, como el publicado por El Correo, que señala que la izquierda radical podría ganar en número de escaños y superar al PNV (27 frente a 26 en un Parlamento de 75), aunque los segundos seguirían siendo los más votados.

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De ahí la importancia que dan los jeltzales a recuperar esa imagen. De hecho, las tres competencias tienen un impacto directo en el día a día de la ciudadanía. Los problemas en los Cercanías, aunque más notorios en Madrid y Barcelona, no son una excepción en Bilbao y San Sebastián, los dos nodos por los que pasan las líneas vascas. Y que el PNV pueda esgrimir que con ellos mejorará el servicio y la frecuencia es un punto a su favor.

También en materia de homologación de títulos universitarios. La flexibilización que aprobó el Gobierno vasco a principios de año para facilitar la contratación de médicos extracomunitarios, eximiéndoles del requisito de la nacionalidad, no cumplió con las expectativas. De los 100 primeros currículos que recibió Osakidetza, solo 20 contaban con el título homologado. El proceso para conseguir la convalidación, que depende del Ministerio de Universidades y del de Sanidad, es un laberinto burocrático que puede demorarse años y que el PNV confía en agilizar en beneficio del sistema vasco de salud.

"Ya tenemos casi todos los puntos que consideramos que tenían que estar en el acuerdo", apunta el Gobierno vasco

Y mientras el PNV saca pecho, el PSE, su socio de gobierno, queda relegado a un segundo plano. Los socialistas podrán reivindicar que los traspasos han sido gracias a que Pedro Sánchez duerme en la Moncloa, pero lo cierto es que ayer fuentes socialistas del Ejecutivo vasco consultadas por El Confidencial reconocían no estar al tanto de la última hora de las negociaciones. “No estoy en el detalle. Supongo que estarán al caer, porque estaban muy avanzadas y era el compromiso firmado con el PNV”, apuntaban las mismas.

La letra pequeña

La negociación más avanzada, como explicó este martes la consejera Garamendi, es la de los Cercanías. El traspaso ya estuvo a punto de cerrarse la pasada legislatura a falta de concretar varios flecos, como la cuantía que se deducirá del cupo vasco. “Ya tenemos casi todos los puntos que consideramos que tenían que estar en el acuerdo”, precisó este martes la consejera vasca, que además avanzó que, más allá de los núcleos de Bilbao y San Sebastián, una de las cosas que se han abordado con el Gobierno central es extender de alguna forma el servicio a Álava, la única provincia vasca que no tiene Cercanías.

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“Hemos hecho un trabajo importante para que se puedan acordar aspectos que redunden en la mejora del servicio, inversiones en las infraestructuras... Sobre todo, teniendo en mente que la intención una vez que tengamos el traspaso es que podamos incrementar los estándares de calidad”, añadió Garamendi. Y aunque la consejera reconoció que de estas tres primeras competencias que recibirá Euskadi, la del acogimiento de los solicitantes de asilo es la que va “más despacito”, se mostró confiada en que este mes de febrero, en la reunión de la ponencia técnica, se cierre el acuerdo definitivo.