El PNV consagra a Pradales candidato a lehendakari con el reto de no ceder ante el "populismo" de Bildu

Imanol Pradales se ha estrenado este sábado como candidato del PNV a lehendakari con dos promesas. La primera, mejorar Osakidetza, la sanidad pública vasca, talón de aquiles del último gobierno de Iñigo Urkullu. La segunda, arrancar a Pedro Sánchez más autogobierno. Pradales, arropado por decenas de simpatizantes y militantes, y por la plana mayor jeltzale, ha enarbolado un discurso pensado para marcar distancias con Bildu y para achicar todos los espacios en los que la izquierda abertzale puede comerle terreno. El objetivo no es simplemente ganar, es conseguir una victoria amplia, como ha pedido el presidente de la formación, Andoni Ortuzar, en el acto de proclamación celebrado en Durango.

El PNV se juega mucho en las próximas elecciones vascas, todavía sin fecha, aunque previsiblemente se celebrarán en abril. Bildu está en condiciones de disputarle la hegemonía política en Euskadi. De ahí que el partido apostaste por un rostro nuevo para encarar los comicios, tras haber acusado un desgaste en las dos últimas citas con las urnas. En las municipales del 28-M, Bildu se situó como primera fuerza local con 107 ayuntamientos en el País Vasco, y en las generales del 23-J, la izquierda radical se quedó a tan sólo 1.000 papeletas de los jeltzales en el Congreso.

Pradales es la apuesta continuista del PNV para levantar un cortafuegos que deje sin argumentos el discurso “populista” de Bildu. Ni el candidato ni Ortuzar han hecho mención expresa a la izquierda abertzale, pero sí se han referido a aquellos que prometen “recetas simples” para “problemas complejos”, como ha indicado Pradales. O a aquellos que “promueven la inestabilidad porque están más cómodos”, ha cargado Ortuzar, en referencia a la estrategia que ha desplegado la izquierda abertzale de movilizar la calle como elemento de desgaste al Gobierno del lehendakari Urkullu.

El acto, convocado bajo el lema Hemen hasiko da dena (Aquí empieza todo), ha supuesto un baño de masas para el candidato que, visiblemente emocionado, ha recordado sus orígenes humildes. Pradales además ha desvelado que fue el hecho de ver llorar a su madre de la emoción cuando le contó que había sido designado por el partido lo que le hizo aceptar el reto de encabezar la candidatura del PNV. “Ese día temblé, no por miedo, por respeto y por la responsabilidad de gestionar las ilusiones de tantas personas. Hoy me dais lo más preciado que tenéis, vuestra confianza y vuestras ilusiones, y hoy aquí os digo que no os voy a defraudar”, ha prometido.

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A lo largo de su intervención, Pradales ha ido poniendo el foco en los retos y problemas que a su juicio acusa Euskadi y que serán los que marquen su programa y hoja de ruta, como el “debilitamiento de las clases medias, con problemas para llegar a fin de mes o pagar la hipoteca”. En el listado también figura la sanidad pública, resentida tras la pandemia y uno de los elementos de desgaste a los que ha tenido que hacer frente Urkullu. De hecho, el candidato ha asegurado que su “máxima prioridad” será mejorar el sistema sanitario. También ha hecho referencia a la necesidad de garantizar a los mayores los “mejores cuidados y hacerlo sin que el peso recaiga sobre todo en las mujeres”.

Pradales ha remarcado que su meta es garantizar y apostar por el bienestar de la gente y eso también implica “crear riqueza y empleo de calidad”. “Si no creamos riqueza, vamos a repartir miseria, no engañemos a la gente”, ha defendido. Si en la comunidad se pagan las pensiones y los salarios más altos es fruto del pasado industrial de la región, de una economía “fuerte y competitiva” por la que seguirá trabajando, ha asegurado. El candidato del PNV también ha reivindicado la importancia de que Euskadi sea un referente internacional y no ha querido dejar pasar por alto la “oportunidad” que la “geometría política” a la que está atado Pedro Sánchez brinda a los jeltzales.

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“Me comprometo públicamente a luchar por lograr más y un mejor autogobierno para que Euskadi sea dueña de su propio destino. Una Euskadi libre de hombres y mujeres libres”, ha clamado, trazando también la senda que marcará la relación que establezca con el Gobierno central si franquea la puerta de la Lehendakaritza.

Pero Pradales sobre todo ha exhibido y ha reivindicado los valores que históricamente han caracterizado al PNV: el trabajo y el compromiso. Y ahí ha sacado a colación otro de los datos que marcan su biografía personal, el remo. Con el símil de la trainera, que en más de una ocasión ha empleado Ortuzar, el candidato se ha comprometido a volcarse en la carrera electoral con la dedicación de un bogador o remero. “¿Una trainera qué es? Son 13 bogadores y un patrón y no valen las individualidades. La fuerza reside en el equipo, en saber leer el viento y las corrientes, en trabajar duro en inviernos para ganar en verano. Os prometo trabajo y dedicación en cuerpo y alma, pero os necesito conmigo bogando”, ha pedido a los 2.500 afiliados que han llenado el pabellón Landako de Durango. El reto, como había reclamado antes Ortuzar, no es solo ganar las elecciones. Es hacerlo con una buena diferencia.