Los molinos noruegos y la pelea de PNV y Bildu por el modelo energético
Sabin Etxea censura el cambio de posición de la izquierda abertzale ante el interés de la noruega Statkraft por construir dos parques eólicos. "Es ético y novedoso", afirma Bildu
Statkraft, la empresa eléctrica propiedad del Gobierno de Noruega, quiere instalarse en Euskadi con dos parques eólicos capaces de producir 80 MW. Una noticia que ha sido recibida de forma entusiasta por las dos principales fuerzas políticas vascas, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y EH Bildu. Sin embargo, la propuesta ha generado un cruce de declaraciones entre ambas formaciones. Los jeltzales defienden el modelo que han impulsado desde el Gobierno Vasco y la coalición abertzale trata de marcar perfil verde y distanciarse de proyectos similares a los que se habían opuesto.
La transición energética es una de las grandes tareas pendientes de los gobiernos de todo el mundo y Euskadi no es una excepción. En la actualidad, la comunidad autónoma vasca cuenta con cuatro parques eólicos en funcionamiento, con una capacidad de producción combinada de 155 MW. No es que falten proyectos, puesto que hay otros 12 parques en fase de tramitación administrativa, pero el último molino instalado data del año 2006. Algunos de estos proyectos han terminado por encallar por la falta de sintonía con las administraciones locales gobernadas por EH Bildu. De ahí nacen las acusaciones jeltzales sobre el giro de la izquierda abertzale, algo que estos niegan vehementemente.
Euskadi tiene aún trabajo por hacer en el sector de las energías renovables. Aunque las instituciones han tratado de ponerse en el mapa de las renovables con eventos como la feria Wind Europe, celebrada este año en el Bilbao Exhibition Centre, la región no está entre las comunidades autónomas punteras en esta materia. Mientras que en el conjunto de España el porcentaje de electricidad de procedencia eólica es del 24%, el País Vasco está solo en un 5%.
El Gobierno Vasco está tratando de ponerse las pilas. A principios de este mes, la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, presentó la versión ampliada del Plan de Contingencia Energética de Euskadi. Uno de los objetivos de este plan es recortar los plazos para la tramitación de futuros parques eólicos. Desde el Ejecutivo autonómico también se plantea un incremento masivo del autoconsumo en la industria. La llegada de Statkraft supondría un gran espaldarazo a sus planes. De los 400 MW que producirían los parques eólicos en tramitación, 80 corresponden al proyecto noruego.
El proyecto que la empresa noruega presentó la pasada semana al lendakari Iñigo Urkullu plantea la construcción 13 aerogeneradores en dos parques eólicos en Álava y Gipuzkoa. El más grande, con ocho aerogeneradores, se situaría entre la localidad guipuzcoana de Eskoriatza y la alavesa Aramaio. Además, Statkraft propone la construcción de otra instalación eólica, equipada con cinco aerogeneradores y situada en las localidades de Azpeitia, Zestoa y Errezil, en Gipuzkoa.
Mientras que en el conjunto de España el porcentaje de electricidad de procedencia eólica es del 24%, Euskadi está solo en un 5%
Aunque la propuesta está aún en una fase muy temprana, tiene todos los ingredientes para ser recibida con alabanzas por las distintas administraciones vascas. Una importante inversión (más de 90 millones de euros), la reducción de emisiones de CO₂ a la atmósfera y una creación de alrededor de 300 puestos de trabajo. La empresa noruega abre también la puerta a que el Gobierno Vasco y las empresas locales puedan participar como coinversores.
En este contexto, no es de extrañar que el lendakari Urkullu, que se reunió con los responsables de Statkraft cuando anunciaron el proyecto, recibiera con los brazos abiertos a la compañía noruega. Seguramente, lo que no era de esperar era la efusividad con la que EH Bildu ha recibido este anuncio que califican de "ético y novedoso". Y, paradójicamente, el acuerdo en la buena noticia que supone la propuesta de la compañía nórdica es lo que ha hecho que ambas formaciones se hayan enzarzado en una discusión. Mientras que los jeltzales afirman que Bildu ha cambiado de postura, desde la coalición abertzale sacan pecho de sus planes medioambientales.
La relación de la izquierda abertzale con las grandes infraestructuras en Euskadi, impulsadas mayoritariamente por los sucesivos gobiernos del PNV, es compleja. El ejemplo más claro es su postura con respecto al Tren de Alta Velocidad (TAV). El TAV es uno de los desarrollos estrella de la Administración del Partido Nacionalista, un "proyecto de país" que ha encontrado una durísima oposición por parte de la izquierda abertzale. Las quejas se prolongan tanto como unas obras que no parecen tener fin y EH Bildu sigue considerando el tren de alta velocidad una infraestructura innecesaria, y apuesta por una modernización de las líneas actuales.
Marcando perfil verde
Ante la cálida acogida de Bildu al proyecto noruego, el PNV lanzó un comunicado en el que celebraba el "cambio de actitud" de la coalición abertzale. Un cambio que esperan que no se limite al proyecto noruego. Desde Sabin Etxea aprovechaban también para recordar que ya existía en Euskadi un plan que seguía una línea similar, un plan que ha chocado con la oposición de varios ayuntamientos gobernados por Bildu. Se refería a Aixeindar, la sociedad constituida por el Ente Vasco de la Energía e Iberdrola, que había proyectado la construcción de cinco parques eólicos.
Sin embargo, EH Bildu niega cualquier tipo de cambio de posición. La coalición abertzale quiere marcar un perfil más verde, tanto por el contexto político actual como por la necesidad de dejar de ser percibida como una formación monotemática. Y sumarse a un proyecto auspiciado por la eléctrica pública noruega no tiene el coste de apoyar un plan en el que está implicado Iberdrola. Arnaldo Otegi ha negado estos días que su formación haya incurrido en cambio alguno, señalando al Gobierno Vasco como el único que ha modificado su postura, acusándolo de haberse equivocado en "su apuesta energética". De hecho, desde Bildu han tratado de trazar una clara línea entre el modelo noruego, que dicen es el que más se asemeja a sus políticas, y el impulsado por el PNV, marcando distancia con desarrollos en colaboración con Iberdrola.
Contra los oligopolios chantajistas
Maddalen Iriarte, portavoz de los abertzales en el Parlamento Vasco, ha sido una de las voces más duras en esta polémica. Para Iriarte, Bildu no ha cambiado de posición, sino que se han presentado "alternativas diferentes y más democráticas". Un modelo que la portavoz contrapone a uno basado en "dejarlo todo en manos de los oligopolios y que estos obtengan beneficios obscenos".
Está por ver en qué termina el proyecto de Statkraft. Si todo va según lo previsto, los parques entrarían en funcionamiento en el primer trimestre de 2027. Por el momento, lo que ha quedado claro en los últimos días es que PNV y Bildu no dejan de discutir ni cuando están de acuerdo.
Statkraft, la empresa eléctrica propiedad del Gobierno de Noruega, quiere instalarse en Euskadi con dos parques eólicos capaces de producir 80 MW. Una noticia que ha sido recibida de forma entusiasta por las dos principales fuerzas políticas vascas, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y EH Bildu. Sin embargo, la propuesta ha generado un cruce de declaraciones entre ambas formaciones. Los jeltzales defienden el modelo que han impulsado desde el Gobierno Vasco y la coalición abertzale trata de marcar perfil verde y distanciarse de proyectos similares a los que se habían opuesto.
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