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Por qué el PNV no apoya la moción de Bildu contra el PP en este pueblo del País Vasco
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EL ESCENARIO ES DIFERENTE AL NAVARRO

Por qué el PNV no apoya la moción de Bildu contra el PP en este pueblo del País Vasco

El PP mantiene la alcaldía de Labastida a pesar de los intentos de Bildu por desalojarlos del poder. La coalición 'abertzale' anunció este martes una moción de censura, pero no consigue los apoyos suficientes

Foto: Imagen de archivo de un acto del PP en Labastida. (EFE)
Imagen de archivo de un acto del PP en Labastida. (EFE)
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Labastida (1.566 habitantes, Álava) es el fortín del PP en el País Vasco. La localidad es el mayor de los dos únicos municipios que gobierna en la comunidad y aunque allí los populares rozaron la mayoría absoluta el 28-M, desde entonces han estado a punto de perder la alcaldía en dos ocasiones. La primera fue cuando Bildu planteó al PNV votar al candidato de los jeltzales el día de la constitución de los ayuntamientos. La ejecutiva de los nacionalistas se negó e impuso a sus concejales respetar la lista más votada. La segunda, cuando este martes la izquierda abertzale anunció una moción de censura, que finalmente no va a prosperar porque no cuenta con los apoyos suficientes. ¿Por qué el PNV no quiso entonces a arrebtar la alcaldía al PP y por qué su marca en Navarra sí se alía con Bildu para desalojar a UPN del Ayuntamiento de Pamplona?

Los escenarios son completamente diferentes. En primer lugar, no se puede trasladar la realidad navarra a Euskadi, donde el PNV es la fuerza hegemónica en el espectro nacionalista y Bildu es su rival directo. En la comunidad foral, sin embargo, el peso de Geroa Bai, la coalición en la que está integrado el PNV, es relativo y el partido ha ido perdiendo fuelle en las últimas elecciones mientras la izquierda radical ha escalado puestos. En el caso navarro además se sumaron otros condicionantes, el principal, la investidura de Sánchez y la necesidad de compensar a Bildu por su apoyo. Tampoco la posición del PSOE, que fue la fuerza que decantó la moción de censura en Pamplona, es la misma en una y otra región.

En Euskadi, el PSE es el socio de referencia del PNV. Ambos partidos gobiernan en coalición las principales instituciones del territorio -el Ejecutivo autonómico, las tres diputaciones y las tres capitales-, y el pacto que suscribieron tras el 28-M, al igual que el firmado en las dos últimas elecciones municipales, señala que ambos partidos se facilitarán mutuamente todas las alcaldías en las que tengan la opción de gobernar. Es decir, los municipios en los que no gobierna o bien el PNV o bien el PSE o una coalición entre ambos son en aquellos en los que no les dan los números, aunque hay alguna excepción.

Una de ellas podría haber sido Labastida. El PP ganó las elecciones municipales de mayo con cuatro concejales y el 46,8% de los votos. En segundo lugar quedó el PNV, con 3 concejales y el 29,4% de los sufragios y tras estos, Bildu, con dos ediles y el 19,25% de las papeletas. Los jeltzales y la izquierda abertzale, como sucedió hace cuatro años, tenían en su mano arrebtar la alcaldía a los populares, pero el PNV no lo permitió. La ejecutiva del partido impuso a sus concejales el criterio de dejar gobernar a la lista más votada, aunque la decisión supuso la ruptura del grupo municipal y que los tres ediles constituyesen una nueva formación, Lasa Bai.

Foto: Maider Etxebarria muestra el bastón de mando en la sesión de constitución del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. (Europa Press/Iñaki Berasaluce)

El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, argumentó entonces que la situación de Labastida, donde el PP acarició la mayoría absoluta no era comparable a la de Laguardia, otro municipio de la Rioja alavesa donde el escenario fue muy similar y en el que los jeltzales sí admitieron los votos de Bildu para firmar la alcaldía. “Casi hubo un empate en Laguardia”, recuerdan fuentes del PNV para justificar por qué en un municipio se tomó una decisión y en otro, otra.

“No es la misma situación en un pueblo que en el otro. En uno de los sitios la victoria del PP es bastante importante. Tampoco es la misma la relación que tienen en un sitio y en el otro con el resto de fuerzas políticas”, apuntó Ortuzar. El PNV permitió así a los populares, a pesar de los encontronazos entre las dos fuerzas y del deterioro de las relaciones, gobernar una de las grandes localidades en las que habían ganado. Pero también pesó el hecho de que el PP se hubiese convertido a su vez en una fuerza clave para el PNV y el PSE en algunos municipios, como Vitoria, donde el apoyo de los populares fue imprescindible para que los socialistas se hiciesen con la alcaldía, o Durango, plaza importante de Bizkaia donde los jeltzales gobiernan gracias a los populares, o la Diputación de Gipuzkoa, donde también fueron necesarios.

La segunda amenaza

El PNV bloqueó en junio cualquier amenaza para el PP, pero esta semana, la posibilidad de que la alcaldía cambiase de signo ha vuelto a revivir. Bildu anunció una moción de censura, pero para que prosperase necesitaba el apoyo de los tres concejales que abandonaron el PNV y formaron Lasa Bai. La coalición abertzale se lanzó a la piscina sin comprobar antes si había agua, porque finalmente los ediles de Lasa Bai han confirmado este miércoles que no respaldarán el movimiento.

Foto: Imagen de archivo de un acto del PP en Labastida. (EFE)

En un comunicado remitido a los medios de comunicación, los tres ediles explican que el anunció de Bildu les pilló por “sorpresa” y no comparten los argumentos esgrimidos por la coalición abertzale, que justificó el anuncio por los pactos firmados entre el PP y Vox. “No obviamos las vomitivas acciones llevadas a cabo en otros puntos del Estado entre la derecha y la ultraderecha, pero de ahí a achacarlo a la actual corporación, hay un abismo”, dice la nota.

El anuncio también causó sorpresa también en el PP. El alcalde, Daniel García, en declaraciones a El Confidencial precisó este martes que los ediles de Bildu han venido apoyando importantes proyectos para el municipio, como la ampliación de créditos y las ordenanzas municipales. De hecho, ha habido cuestiones que han salido adelante por unanimidad. “Sales a la calle y la sorpresa es compartida por todos. A gusto de todos nunca se puede hacer las cosas, pero, y hablo desde el corazón, la mayoría de gente está contenta con el trabajo hecho”, señaló el regidor.

Labastida (1.566 habitantes, Álava) es el fortín del PP en el País Vasco. La localidad es el mayor de los dos únicos municipios que gobierna en la comunidad y aunque allí los populares rozaron la mayoría absoluta el 28-M, desde entonces han estado a punto de perder la alcaldía en dos ocasiones. La primera fue cuando Bildu planteó al PNV votar al candidato de los jeltzales el día de la constitución de los ayuntamientos. La ejecutiva de los nacionalistas se negó e impuso a sus concejales respetar la lista más votada. La segunda, cuando este martes la izquierda abertzale anunció una moción de censura, que finalmente no va a prosperar porque no cuenta con los apoyos suficientes. ¿Por qué el PNV no quiso entonces a arrebtar la alcaldía al PP y por qué su marca en Navarra sí se alía con Bildu para desalojar a UPN del Ayuntamiento de Pamplona?

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