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El PP abona la teoría de la traición del PSE con Bildu en Euskadi para intentar atraer al PNV
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TRAS EL PACTO NAVARRO

El PP abona la teoría de la traición del PSE con Bildu en Euskadi para intentar atraer al PNV

Génova sitúa las elecciones vascas como un "punto de inflexión" que puede "desestabilizar" la legislatura de Sánchez, al que ve "capaz" de entregar la Lehendakaritza al partido de Otegi. La Moncloa limita el pacto a Pamplona

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, frente a la bancada socialista en el Congreso de los Diputados. (Europa Press/Alejandro Martínez Vélez)
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, frente a la bancada socialista en el Congreso de los Diputados. (Europa Press/Alejandro Martínez Vélez)
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"Al PNV se les ve ahora mismo como el tonto útil, pero la paciencia siempre tiene un límite". El acuerdo entre PSOE y Bildu en Pamplona ha servido de gasolina al PP para abonar la tesis de una posible traición de los socialistas al PNV tras las elecciones vascas. Génova sitúa los comicios en Euskadi como un "punto de inflexión" que puede "desestabilizar" la legislatura. Hasta la fecha, el PSE reitera que no pactará con los de Arnaldo Otegi y los jeltzales se esfuerzan también en apagar las alarmas sobre un posible cambio de alianzas en la Lehendakaritza. Pero los populares creen que, si hay vuelco en las urnas y EH Bildu termina imponiéndose a los nacionalistas vascos, Pedro Sánchez inclinará la balanza hacia el caballo ganador.

Es una teoría que revolotea en las filas del PP desde hace meses. Subido a la tribuna del Congreso de los Diputados, el propio Alberto Núñez Feijóo advirtió durante su debate de investidura a la bancada del PNV de que Sánchez les trataría "como a un clínex" pese a su apoyo para amarrar la Moncloa. Y apuntó que "en el maratón de la política vasca", esta vez los peneuvistas podían "no quedar primeros". Pero la hipótesis del "pacto oculto" entre el PSE y Bildu ha ganado fuerza en el PP tras el giro de guion en la capital navarra, donde los socialistas aseguraron también que no cederían sus votos a los abertzales radicales.

Tanto en público como en privado, dirigentes de primer nivel del PP dan por seguro que Sánchez pactará con Otegi en el País Vasco si su candidato, Pello Otxandiano, gana la partida a Imanol Pradales, el recambio de Urkullu para las elecciones vascas. Incluso aunque sus votos sumen con los de los peneuvistas. Los populares llevan semanas advirtiendo de que el apoyo de EH Bildu a la investidura del líder socialista nunca fue gratuito. Y que la línea que ha cruzado el PSOE en Pamplona es solo "el primer pago", que podría culminar en un cambio de poder inédito en Euskadi.

"El PNV debería entender lo que puede pasar a continuación. Sánchez está dispuesto a sustituir a Bildu por el PNV sin pudor", aseguró el portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado, en una entrevista en Antena 3 este jueves. A ninguno de los cargos nacionales consultados por el partido les "extrañaría" ese paso. Y también es una hipótesis que alimentan en la dirección de los populares vascos. "El PSOE va a hacer en Euskadi lo que le convenga a Sánchez. Le interesa mantener al PNV en su órbita, pero si prefiere tener a Bildu a su servicio, les dejará fuera sin miramientos", reiteran.

Foto: El presidente del PNV, Andoni Ortuzar. (EFE/Fernando Villar)

En el fondo de la tesis que agitan en el PP subyace un interés particular. La legislatura de Sánchez ha arrancado marcada por la inestabilidad, a expensas de que Carles Puigdemont levante o baje el pulgar. Pero en Génova asumen también que el Gobierno aguantará salvo que haya un detonante que fracture su mayoría parlamentaria. En las elecciones vascas ven una oportunidad. Si, como sospechan en el PP, hay un pacto escondido entre PSOE y EH Bildu que complique la continuidad del PNV en el Gobierno regional, esta decisión tendría importantes consecuencias en la arena nacional.

Fuentes autorizadas de los populares aseguran a El Confidencial que, durante las conversaciones que mantuvieron con los jeltzales en las semanas previas a la investidura de Feijóo, se trató incluso la posibilidad de impulsar una moción de censura que expulse a Sánchez de la Moncloa si este llegase al extremo de traicionarles en Euskadi. "Nos dijeron que esperásemos a las vascas", inciden las mismas voces. En el PP, ven a Sánchez "capaz de todo" pese al rechazo inicial verbalizado por el candidato de los socialistas vascos, Eneko Andueza, a firmar pactos de gobierno con EH Bildu, aunque reconoció que será una cuestión que "tendría que pensar" si se llega al caso. Y, si se cumpliese esa teoría, remarían para atraer a un PNV enfurecido e intentar sacar a Sánchez del poder.

Los populares están convencidos de que, de consumarse esa "traición", a los peneuvistas ya no les incomodaría tanto la barrera de Vox para devolvérsela a Sánchez. La moción sería un paso límite, pero en el PP apuntan que, como poco, el PNV se rebelaría contra la agenda legislativa del Gobierno de coalición y se aliaría con Feijóo en múltiples asuntos, lo que enterraría la agenda legislativa de Sánchez. "Estará todo el rato con la soga al cuello", vaticinan en la cúpula del PP vasco. "Debemos estar preparados para ir a elecciones en cualquier momento. Si pacta con Bildu, se le complicará mucho la legislatura", añaden en Génova.

"Podemos ir a elecciones en cualquier momento. Si Sánchez pacta con Bildu, se le complicará mucho la legislatura"

La relación entre Feijóo y Ortuzar no atraviesa precisamente por su mejor momento. El portazo del PNV al líder popular para intentar ahormar una mayoría suficiente que le llevase a la Moncloa —cosechó 172 síes, a cuatro de la mayoría absoluta— infló una desconfianza "difícil de encauzar". Pero los populares harían un último intento "por un bien mayor" si Sánchez decide laminar sus intereses en Euskadi en favor de los de sus rivales nacionalistas.

Por el momento, el plan del PP no pasa del rango de hipótesis. Los jeltzales saben que la operación navarra implica un alto riesgo para sus intereses, pero en Sabin Etxea también descartan que el PSE explore pactos en el País Vasco que no pasen por sus filas, al menos "en el corto plazo", a la espera de lo que dicten unas urnas que se abrirán previsiblemente en la primavera de 2024. Sánchez tendrá que hacer equilibrios en Euskadi para no provocar a ninguno de sus dos socios nacionalistas vascos, pero poner en riesgo la Moncloa no entra precisamente dentro de sus planes. El jefe del Ejecutivo limita los acuerdos con Bildu al "caso concreto" de Pamplona, un cambio que justificó por la "parálisis institucional" de la ciudad, hasta ahora en manos de UPN.

"Al PNV se les ve ahora mismo como el tonto útil, pero la paciencia siempre tiene un límite". El acuerdo entre PSOE y Bildu en Pamplona ha servido de gasolina al PP para abonar la tesis de una posible traición de los socialistas al PNV tras las elecciones vascas. Génova sitúa los comicios en Euskadi como un "punto de inflexión" que puede "desestabilizar" la legislatura. Hasta la fecha, el PSE reitera que no pactará con los de Arnaldo Otegi y los jeltzales se esfuerzan también en apagar las alarmas sobre un posible cambio de alianzas en la Lehendakaritza. Pero los populares creen que, si hay vuelco en las urnas y EH Bildu termina imponiéndose a los nacionalistas vascos, Pedro Sánchez inclinará la balanza hacia el caballo ganador.

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