Puente defiende el acuerdo con Bildu en Pamplona: "Ningún problema con pactar con una fuerza progresista"

El ministro de Transportes, Óscar Puente, no tiene "ningún problema" con el pacto anunciado entre PSOE y EH Bildu para que los abertzales radicales recuperen el Ayuntamiento de Pamplona. El exalcalde de Valladolid se ha pronunciado en estos términos en su estreno en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, que se ha celebrado por primera vez en esta legislatura este miércoles. Y es una posición que también comparten en el PSN, los firmantes del pacto en la capital navarra, que justifican su apoyo a Joseba Asiron en el perdón que Arnaldo Otegi dedicó a las víctimas de ETA en 2021, en el décimo aniversario de la disolución de la banda terrorista.

"No tengo ningún problema con que una fuerza progresista recupere una capital de provincia, es una menos para la derecha", ha dicho Puente en respuesta a Esther Muñoz, diputada popular y vicesecretaria de Sanidad y Educación de la recién renovada dirección de Alberto Núñez Feijóo en Génova. La dirigente del PP le ha afeado al ministro que califique de "progresista" a quienes llaman "presos políticos" a los miembros de ETA que asesinaron a políticos socialistas. A esa condición de víctimas ha apelado Ramón Alzórriz, el secretario de Organización de los socialistas navarros, que ha explicado el acuerdo en una comparecencia en la sede de la formación. "No necesitamos que nos digan quién es EH BIldu", ha dicho el dirigente regional.

Alzórriz ha hecho referencia a esa declaración de octubre de 2021 en la que el líder de EH Bildu afirmó que el dolor de las víctimas de ETA "nunca debía haberse producido". "Así lo asumen en el acuerdo firmado", incide el responsable del PSN, que se refiere al apartado del texto que aboga por "el reconocimiento y reparación de las víctimas generadas por la violencia de ETA, evitando en todo momento que se puedan generar situaciones de humillación". El escrito firmado por los responsables del PSOE y Bildu y los portavoces de ambos partidos en el Ayuntamiento de Pamplona incluye también el compromiso de mantener en buen estado los homenajes a las víctimas de la banda terrorista en la ciudad navarra.

"Sé que hay personas que les costará entenderlo, pero solo con decisiones valientes podremos dar pasos en beneficio de la convivencia", ha añadido Alzórriz. Ferraz, en 2021, ya abrazó el movimiento de Otegi como un "punto de inflexión" en la relación del PSOE con EH Bildu. El acuerdo con los de Otegi en Pamplona es un paso más después de la abstención de la coalición abertzale necesaria para que María Chivite sea presidenta de Navarra y la sociedad que mantienen en Madrid y que hace posible el Gobierno de Pedro Sánchez. Los socialistas navarros no entrarán en el equipo de Joseba Asiron, que ya fue alcalde entre 2015 y 2019 sin el concurso del PSOE. Pero sí tienen una serie de medidas pactadas.

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A ese compromiso por evitar las "humillaciones" a víctimas de ETA se suma el respeto a la ley de símbolos de Navarra, pactada por el PSN con Navarra Suma, la alianza que armaron PP, Ciudadanos y UPN en la pasada legislatura. Este texto blinda el uso de los símbolos forales en contraposición con la ikurriña, la bandera vasca. Y se aplicará al dedillo en Pamplona según el documento, que también aboga por la creación de un "plan de convivencia" y el compromiso de trabajar por unos Sanfermines "libres de tensiones políticas" y con espacios donde "prime la concordia". La fiesta mayor de Pamplona se ha convertido años atrás en espacio de polémicas por el papel que han tenido en ellos colectivos de presos etarras.

Críticas de Lambán

Puente no ha sido el único en defender este miércoles el acuerdo. También lo ha hecho Patxi López, que ha puesto el foco en la ausencia de presupuestos. "Era un ayuntamiento paralizado", ha dicho el portavoz del PSOE en el Congreso. "El ayuntamiento no estaba dando respuestas a las necesidades de los ciudadanos", ha dicho también María Jesús Montero, ministra de Hacienda y vicesecretaria de Organización del PSOE, que ha desligado este acuerdo de cualquier entendimiento similar en el País Vasco después de las elecciones autonómicas previstas en los próximos meses.

El secretario de Organización, Santos Cerdán, en los pasillos del Congreso, ha rechazado que el acuerdo se hubiera cerrado antes de la investidura, aunque no ha dado más información. Cerdán llegó a la política nacional de la mano de Pedro Sánchez después de toda una carrera en la autonómica en su región natal, que es precisamente Navarra. A él se le atribuye el giro del PSOE respecto a Bildu, que ha permitido no solo los acuerdos en el Congreso para la investidura de Sánchez, sino también el Gobierno de María Chivite en la comunidad foral, tanto en 2019 como el pasado agosto, cuando los de Arnaldo Otegi se abstuvieron para facilitar un segundo mandato de la socialista.

A pesar de este cierre de filas, ya han salido las primeras voces críticas con este acuerdo, y proceden del sector socialista que mantiene su rechazo a las relaciones del PSOE con las fuerzas independentistas. El secretario general del partido en Aragón, Javier Lambán, ha hablado de "desolación" tras conocer el pacto en Pamplona para que los "herederos de ETA" asuman el gobierno de la capital de Navarra. "Los políticos moderados se tienen que retirar al "rincón de pensar" para alejar a España del abismo", ha dicho el expresidente de Aragón y ahora senador en su cuenta de X.