Ferraz bendice el intento de Otegi de dejar atrás a ETA: "Es un punto de inflexión"

10 años después de que ETA decretara su final, la vieja Batasuna, hoy en Bildu, intenta escapar de su pasado de terror. Arnaldo Otegi, su líder, ha leído este lunes una declaración para solemnizar que el "dolor" producido por la banda, con más de 850 asesinatos en medio siglo, "nunca debería haberse producido". Es un gesto más en la autocrítica a su trayectoria de apoyo y connivencia con el terrorismo, que todos le reclaman para su reinserción verdadera en las instituciones. Pero la transición sigue sin completarse porque evita condenar la propia existencia de la banda terrorista que trató de aniquilar a quienes no transigieron con su nacionalismo totalitario.

El PSOE, sin embargo, que hasta ahora ha evitado formar gobiernos de coalición con Bildu recordándole su deuda con las víctimas de ETA y exigiéndole que rompiera el cordón que le unía a ese pasado negro, se ha apresurado a celebrar las palabras de Otegi. Su portavoz, Felipe Sicilia, lo ha calificado como “un paso importante” y un “punto de inflexión”.

El exlendakari Patxi López, que repite en la ejecutiva federal, ha salido con Sicilia en Ferraz para bendecir esta evolución en el discurso de Bildu, que podría ser preludio a futuros pactos de gobierno en el País Vasco. “La democracia no es una ciudad amurallada que no permite entradas, sino que tiene siempre las puertas abiertas para todo aquel que asume las reglas y valores democráticos”, indicó López sin descartar una relación más intensa con los soberanistas porque “tienen la representación política que le dan los votos y con esa representación hablamos para ver si podemos resolver problemas que tienen los ciudadanos”. En este momento, solo hay acuerdos puntuales entre el PSE y la 'izquierda abertzale' a nivel local en el País Vasco, en Irún o en Eibar. Aunque el nuevo secretario general de los socialistas vascos, Eneko Andueza, ha dejado entrever que el futuro inmediato pasa por esa puerta hasta ahora cerrada por el PSOE. Se permitió el apoyo exterior de Bildu para la investidura de la presidenta socialista en Navarra, María Chivite, en el verano de 2019, pero las coaliciones de gobierno han seguido siendo anatema para los socialistas.

A Bildu se le ha criticado siempre que su rechazo explícito de la violencia era insuficiente, primero porque encuadraban a las víctimas de ETA en una guerra de dos bandos en la que el Estado ejerció la violencia contra la banda terrorista, diluyéndolas. Y sobre todo porque evitaban la condena explícita de una organización que trató de borrar del mapa al adversario político. La declaración leída este lunes ha separado una "mención especial a las víctimas causadas por la violencia de ETA". "Sentimos su dolor y desde ese sentimiento sincero afirmamos que el mismo nunca debió haberse producido", han leído.

La declaración de Otegi se ha producido en el mismo Palacio de Aiete, en San Sebastián, que sirvió de pista de aterrizaje para que ETA decretara su final, el 20 de octubre de 2011. Junto al veterano líder de la vieja Batasuna ha comparecido también Arkaitz Rodríguez, secretario general de Sortu y uno de los políticos más duros de ese mundo que ejerce de enlace con los presos de la banda y sus amplios círculos familiares y sociales. "No son violadores ni pederastas, son supervivientes", afirmó Rodríguez hace un año sobre los reclusos de la banda terrorista. Bildu no solo no censura los recibimientos en las calles a los terroristas, sino que los justifica.

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El exlendakari Patxi López, secretario de Memoria del PSOE, valoró positivamente el comunicado porque “por primera vez se hace un reconocimiento público por parte de la izquierda 'abertzale' de las víctimas de ETA”. Un avance que comparó con un comunicado “detestable” de hace tres años en el que no se hacía distinción entre las víctimas, refiriéndose a la existencia de “víctimas colaterales” de la lucha armada.

López justifica su positiva valoración frente a los “agoreros”, porque ve en el comunicado “una enmienda a su propia existencia y a su papel en el pasado”. “Sabemos lo que cuesta dar pasos en ese mundo y se valora porque llevamos años reclamándolo los demócratas que ganamos esa partida”, añadió. Por todo ello, ha valorado que “reconozcan ese sufrimiento”, pero también que se comprometan a mitigarlo, avanzando que “hay heridas que pueden ayudar a cicatrizar”. En definitiva, una “declaración constructiva” a la que desde la dirección del PSOE no se le ha puesto ningún pero.

López confía en que Bildu seguirá dando pasos, deslizando que podría ir en dirección de los ‘ongi etorri’ a los presos de ETA. “Seguramente seguirá habiendo avances en ese mundo”, vaticinó al tiempo que criticó que desde la dirección del PP se negase el fin de la banda terrorista “para hacer una cosa indecente e inmoral que es utilizar el terrorismo para atacar al Gobierno socialista”.

Desde Unidas Podemos han sido los primeros en reaccionar al comunicado. La líder de los morados y ministra de Derechos Sociales aplaudió a través de las redes sociales lo que calificó como “un paso sin precedentes poniendo en el centro el dolor de las víctimas de ETA, admitiendo que nunca debió producirse y que las vías pacíficas son el único camino posible”. Para concluir que “obligación de los demócratas reconocer el paso”.

El PNV, por su parte, ha valorado el "paso en la buena dirección" de este lunes, pero lo ha hecho con matices, ya que ha lamentado que es "corto" e "insuficiente". "Esta declaración incorpora aportaciones positivas para la construcción de una nueva convivencia y para la necesaria reparación de las víctimas de ETA, aunque con omisiones en aspectos clave en los que la izquierda abertzale y el mundo que dio cobertura a la organización armada aún tienen un trecho ético y político que recorrer", ha señalado en una nota la ejecutiva de la formación nacionalista vasca. El propio lehendakari, Iñigo Urkullu, ha reaccionado a los acontecimientos alabando la "cercanía" mostrada hacia las víctimas, pero lamentando que no haya hablado "sobre la violencia" que generó ese dolor.