Sánchez premia a Óscar Puente con la cartera de Transportes tras el ninguneo a Feijóo

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Óscar Puente será el nuevo ministro de Transportes y Movilidad Sostenible en el Gobierno de Pedro Sánchez. El exalcalde de Valladolid asume la cartera que tenía hasta ahora otra socialista procedente de la política local, Raquel Sánchez. Y lo hace después de su desempeño en el Congreso de los Diputados, donde dio la réplica a Alberto Núñez Feijóo en la investidura fallida del líder popular en un intento del PSOE por restar relevancia al debate que protagonizó el gallego a finales de septiembre. Desde entonces, Puente ha adquirido relevancia en la carrera de San Jerónimo, donde llegó marcado por su perfil cáustico después de haber protagonizado varias polémicas en su etapa como regidor de la capital de Castilla y León.

El exalcalde es, como Ángel Víctor Torres, uno de los damnificados por el mal resultado del PSOE en las municipales y autonómicas del pasado 28 de mayo. Sánchez los ha recuperado a los dos para la primera línea política en su nuevo gabinete, que mantiene las 22 carteras. Puente asume un ministerio más pequeño que el de su antecesora, ya que las políticas de vivienda tendrán cartera propia y quedan bajo la tutela de Isabel Rodríguez.

Como responsable de Transportes y Movilidad Sostenible, Puente asume un ministerio inversor que tiene bajo su control las infraestructuras ferroviarias y la operadora Renfe, señalada por su mal funcionamiento en las últimas fechas. Será quien asuma uno de los retos de la legislatura, el traspaso de Rodalies a la Generalitat, tal y como han acordado los socialistas con ERC. La transferencia afecta a la gestión, pero también a las infraestructuras y el material rodante, que también irá aparejado a una transferencia económica. Los acuerdos de investidura de Sánchez con PNV, BNG y Coalición Canaria también incluyen compromisos en materia de Transportes que serán pilotadas por Puente.

Pilotar la liberalización de la alta velocidad a Valladolid

Óscar Puente se convertirá en ministro de Transportes en plena liberalización de la alta velocidad en el corredor noroeste, que une Madrid con Galicia. Este proceso ya ha dado sus primeros pasos hasta Valladolid, ciudad de residencia de Óscar Puente, donde ha sido alcalde desde 2015 hasta el pasado mes de junio, cuando ganó las elecciones, pero sin mayoría suficiente.

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La línea Madrid-Segovia-Valladolid aún cuenta con la calificación de Operación de Servicio Público (OPS) que opera Renfe, pero la francesa Ouigo ya ha dado los primeros pasos y ha obtenido los principales permisos para operar esta línea desde mediados del próximo año. Puente es un usuario frecuente del Ave de Madrid a Valladolid para cumplir con sus responsabilidades en ambas ciudades y conciliar su vida personal.

Como alcalde de Valladolid, Puente ha puesto la descarbonización del transporte como una de sus palancas de actividad, impulsando carriles bicis, el transporte público y limitando la circulación de vehículo privado en el centro de la ciudad. Una política que ahora quiere revertir el nuevo consistorio de PP y Vox.

Liberalización controvertida

Otra de las patatas calientes que tendrá que gestionar el nuevo ministro de Transportes será la mayor liberalización de controladores aéreos activada por su antecesora, Raquel Sánchez, el pasado mes de febrero, un proceso adelantado por El Confidencial que ha puesto en pie de guerra al colectivo.

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La orden ministerial para este proceso pactada con Enaire y que suscitó el aplauso de las aerolíneas, la CNMC o Aena quedó en el aire en marzo tras pactarse una revisión de la misma en el Congreso. Dicha revisión también fue aceptada por el grupo socialista del PSOE.

Aena, por su parte, tiene por delante el desarrollo de todo su plan inmobiliario, dirigido a sacar provecho económico a todos los terrenos que rodean a los principales aeropuertos del país, promoviendo naves logísticas, oficinas y hoteles. Un plan que se remonta hasta la salida a bolsa de la empresa pública, en hace ocho años, y que a punto estuvo de completar su primera fase en Madrid el pasado verano. Pero terminó estrellándose con el histórico alza de los tipos de interés.

También está pendiente el plan de ampliación del aeropuerto de El Prat, proyecto que respalda el PSC y que durante toda esta legislatura autonómica ha tensado las costuras de su relación con ERC, un matrimonio de conveniencia que ha vuelto a ponerse a prueba ahora para investir de nuevo a Pedro Sánchez y que entrará en otra dimensión el próximo año ante las próxima convocatoria de elecciones a la Generalitat.

En materia de autopistas, Puentes coge la cartera con el giro dado por el Gobierno para evitar poner peajes en la red de carreteras, ya que ésta era una de las promesas que había hecho a Europa para poder recibir los fondos. Un modelo que el sector se muestra muy escéptico de que se pueda mantener, por el elevado coste de mantimiento de las vías en un contexto de crisis, cuando no recesión, económica. En esta misma línea, también ha quedado pendiente la privatización de las autopistas quebradas, con las radiales de Madrid al frente, una posible vía para obtener inyecciones de liquidez con la que cuadrar las cuentas públicas.

Las polémicas de Puente

El propio Puente bromeaba sobre sus posibilidades de entrar en el nuevo Ejecutivo el pasado jueves, minutos después de la reelección de Sánchez. Se da la curiosidad de que el exalcalde de Valladolid fue víctima de un episodio en un tren de Renfe cuando acudía a la segunda votación de la investidura de Feijóo, cuando un hombre lo increpó después de adquirir protagonismo en la primera sesión. Fue entonces cuando Puente fue rehabilitado por Sánchez después de pasar por la política nacional a mediados de la pasada década.

Hay que recordar que fue el portavoz orgánico del primer sanchismo desde que el ahora presidente del Gobierno ganó en las primarias a Susana Díaz, en mayo de 2017. Y desde ese altavoz protagonizó polémicas con la propia Díaz, pero también lanzó críticas a otros dirigentes del PSOE como Josep Borrell, el expresidente de la gestora Javier Fernández y también con la vieja guardia del partido encabezada por Felipe González.