Adif ultima el permiso a Ouigo para romper el monopolio de Renfe a Segovia y Valladolid

La liberalización del tren sigue avanzando en España. Adif, administrador de la red de infraestructuras ferroviarias en España, ultima el permiso a Ouigo para que pueda llevar sus trenes a Valladolid con parada intermedia en Segovia, según señalan fuentes al tanto de la tramitación.

De esta manera, la filial de alta velocidad y billetes a precios low cost del gigante estatal galo SNCF da un paso más para romper el monopolio que actualmente tiene Renfe en el trayecto que une la capital de España con la capital de Castilla y León.

De esta manera, las fuentes consultadas señalan que en los próximos días se anunciará previsiblemente y de manera formal el acuerdo por el que Adif adjudicará capacidad para este trayecto a la compañía controlada por el Estado francés. La firma gala solicitó espacio para dos trayectos de ida y vuelta a primera y última hora del día, con lo que espera recibir lo que en la jerga sectorial se conoce como el surco de Adif (el equivalente al slot en los aeropuertos) en esa franja horaria.

La empresa francesa ha realizado estudios internos para comprobar si había capacidad suficiente para poder introducir sus convoyes en competencia con los de Renfe, y estiman que efectivamente podría darse esta competencia. La idea de la empresa es empezar a operar en la primavera de 2024. También para entonces prevé llegar a Elche y Murcia. Para este trayecto ya cuenta con un permiso provisional que podría convertirse en definitivo la próxima semana, ya que los plazos marcados vencen el 10 de octubre.

No obstante, para Valladolid y Segovia, las fuentes consultadas señalan que Ouigo aún tendrá que aceptar las condiciones que le ponga la CNMC, que actualmente está trabajando en un informe de equilibrio económico por el que la Administración debe compensar a Renfe. Esto se debe a que la línea Madrid-Segovia-Valladolid está operada bajo un esquema de obligación de servicio público (OPS) que exige a la compañía pública española mantener unas limitaciones de precios, dado el régimen de monopolio actual.

La CNMC deberá determinar en qué medida la irrupción de Ouigo en esta línea ferroviaria puede perjudicar a Renfe y cuáles son las compensaciones a ejecutar. Con ese estudio, el Ministerio de Transportes tendrá que decidir si definitivamente interesa operar ese viaje en régimen de competencia, aunque fuentes conocedoras de las negociaciones son optimistas. Además, consideran que la homologación de trenes que debe hacer la empresa francesa, un paso que en otros trayectos genera importantes dificultades, sería sencillo para esta ruta.

Ouigo quiere aprovechar los 16 trenes que el año que viene operará al Levante desde la estación de Madrid-Chamartín y que esos mismos trenes puedan extender su viaje hasta Valladolid. Se trata de un trayecto estratégico y diferencial respecto de otras latitudes. El corto recorrido en tiempo (menos de una hora entre Madrid y Valladolid) hace que cada vez más viajeros se planteen vivir en una ciudad y trabajar en la otra, lo que permite un tránsito diario de viajes de ida y vuelta. Es decir, hacer el viaje de ida y vuelta para incorporarse al puesto de trabajo. Una cuestión transformadora para la ciudad, más allá del transporte, que puede trasladar y fijar población y afecta a servicios, sector inmobiliario, etc.

La hipótesis que barajan es que, pese al incremento del uso del tren en este trayecto en los últimos años, aún hay margen de crecimiento y se puede generar demanda adicional por los miles de personas que cada día hacen este trayecto en coche privado. También porque habría ciudadanos que podrían plantearse vivir en una de las ciudades de Castilla y León por las que pasa la alta velocidad, cuyos costes de vida son inferiores, para trabajar en Madrid o viceversa. Todo ello puede depender en gran medida de la capacidad que tengan los nuevos operadores y el régimen de competencia en el sector de bajar precios para hacer atractivos los billetes diarios frente al régimen de subvenciones actual.

Tras iniciarse la liberalización del transporte ferroviario en España, algunos trayectos como Madrid-Zaragoza-Barcelona o Madrid-Valencia están aumentando con fuerza. En 2022, hubo un 36% más de desplazamientos que en 2021 en todo el país, según datos de la CNMC (441 millones de viajes). Y, en opinión de los expertos, aún hay margen de crecimiento tanto por sustitución del avión como del vehículo privado como por nuevas demandas.

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Todo ello en un escenario donde la Administración está impulsando el tren frente a la carretera por razones medioambientales y de eficiencia económica. En los últimos días, se ha conocido que el Gobierno de España ha suspendido el plan de peajes prometiendo a Bruselas trasladar tráfico de pasajeros y mercancías de las autovías al ferrocarril.

De hecho, la llegada de Ouigo a Valladolid sería solo un primer paso entre los que quiere dar en la segunda fase de la liberalización ferroviaria, cuando pretende llegar a ciudades como León, cubriendo de esa manera el área noroeste, después de llegar ya desde Madrid a Barcelona, Valencia, Sevilla o Málaga.

Sea como fuere, Renfe ha tratado de evitar la llegada de Ouigo a Valladolid, tal y como se desprende del último informe de la CNMC. La empresa propiedad del Estado a través de la SEPI está perdiendo cuota de pasajeros frente la francesa Ouigo y la italiana Iryo en los trayectos de Madrid-Barcelona y Madrid-Valencia.