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Óscar Puente, el dóberman del PSOE que Sánchez rehabilitó para descolocar a Feijóo
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Fue el más votado el 28-M

Óscar Puente, el dóberman del PSOE que Sánchez rehabilitó para descolocar a Feijóo

El exalcalde de Valladolid cambió el curso del debate de investidura en una estrategia que "reconforta" al PSOE, que perdió poder el 28-M. Protagonizó varias polémicas desde la portavocía federal del partido, algunas con compañeros

Foto: Óscar Puente conversa con Pedro Sánchez tras su intervención en el debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Daniel González)
Óscar Puente conversa con Pedro Sánchez tras su intervención en el debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Daniel González)
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La sorpresa saltó a las 15:30. Óscar Puente baja desde la cuarta fila de la bancada socialista cuando todo el mundo esperaba a Pedro Sánchez. O, al menos, a Patxi López. La duda es si el exalcalde de Valladolid, que replicó a Alberto Núñez Feijóo en la primera sesión del debate de investidura del líder del PP, inaugura una nueva estrategia parlamentaria, más ácida, en la formación. O si se trata de un golpe de efecto para descolocar al gallego protagonizado por uno de los primeros sanchistas. Damnificado por la debacle socialista de las municipales y autonómicas del 28 de mayo, vuelve al primer plano después de una caída en desgracia, algo habitual en el PSOE de Pedro Sánchez. Solo hay que ver la carrera del presidente del Gobierno en funciones para comprobarlo.

Las reacciones van desde el entusiasmo de las filas socialistas al enfado sonoro del PP, que se quejó amargamente durante el final de la media hora larga que duró la primera intervención del político nacido en Valladolid en 1968. Pero incluso dentro del PSOE hay dudas sobre las consecuencias de esta apuesta del propio Sánchez. ¿Es un golpe de efecto o es demasiado fuerte? "Las dos cosas", contesta, escueto, un miembro la ejecutiva federal. Entre los socios del partido se vieron caras largas. "Creo que se ha pasado", explicaba un miembro de Sumar para justificar su seriedad durante la intervención del exregidor. "A veces es abiertamente un macarra", llegó a decir Pablo Iglesias tras su intervención. Pero en la bancada socialista todo era entusiasmo ante una decisión que también fue sorpresiva para ellos.

Foto: Investidura de Alberto Núñez Feijóo, en directo | EFE Juan Carlos Hidalgo

Durante toda la mañana, el PSOE jugó a la intriga. Patxi López, portavoz parlamentario, no desveló el secreto a pesar de la insistencia de las preguntas de la prensa. "Sobre las 15:00 lo veréis". "Lo hemos decidido con el suficiente tiempo como para que salga bien", explican desde el entorno del presidente en funciones. En Ferraz aseguran que solo cinco o seis personas eran conscientes de la decisión, que parte de Sánchez y que él mismo comunicó a Puente hace "tres o cuatro semanas". Hasta la mañana del debate, el detalle no se conoció en el resto de la bancada socialista. Y están satisfechos a pesar de las críticas que ha lanzado el PP, que ha acusado a Sánchez de dañar las instituciones y convertir el debate "en un circo", apuntan desde Génova.

"Los alcaldes están reconfortados, sobre todo después de la crudeza de la oposición del PP en los últimos meses", responden desde el equipo más cercano al líder socialista. Consideran que la intervención de Puente sirvió para resarcir a aquellos que perdieron sus puestos institucionales después del 28-M. Feijóo, en su breve respuesta al portavoz socialista, intentó meter el dedo en esa llaga. Le recordó a Puente que el propio Sánchez reconoció, cuando convocó elecciones anticipadas, que muchos de los cargos socialistas perjudicados aquella noche electoral habían perdido su puesto porque la campaña local y autonómica se había centrado, precisamente, en él.

En el PSOE consideran que el discurso de Óscar Puente "reconforta" a los diputados y alcaldes que perdieron su cargo después del 28-M

En el PSOE rechazan las acusaciones del PP porque, aseguran, el ataque a la "institucionalidad" lo ha perpetrado Feijóo al acudir a una investidura sin apoyos. "Se ha reunido con Coalición Canaria, con UPN, con el PNV y con Vox, ya está", apunta una fuente socialista, que recuerda incluso la oferta del líder popular de compartir la legislatura con los socialistas. "Formalmente, nunca ha sido una investidura", zanjan estas mismas fuentes, que celebran el éxito de la estrategia, ya que ha permitido desviar la atención del debate del asunto de la amnistía, que es donde los populares querían poner el foco. Sobre todo después de la manifestación multitudinaria del pasado domingo en Madrid contra la amnistía.

"Ellos sí que han cometido faltas de respeto", apunta otro dirigente socialista, que bromea con que Feijóo "se ha tirado un mes dando vueltas". "Ha hecho un repaso maravilloso", añade sobre el discurso de Puente, que ha estado marcado por el estilo cáustico del exalcalde. Puente se ha permitido citar —con errata— al cantador (sic) Paco Toronjo, hacer alguna que otra broma socarrona y, sobre todo, ha soliviantado a la bancada popular al acordarse de la foto de Feijóo con Marcial Dorado.

El efecto en las filas del PP ha pasado de ese enfado a la ignorancia inicial de Alberto Núñez Feijóo, pero el líder popular sí citó después en varias ocasiones a Puente, dirigiéndose a él como "el diputado por Valladolid", lo que apunta a un cierto éxito de la estrategia del PSOE en apostar por ese diputado. "Ha sido demoledor para Feijóo", defiende un líder regional del PSOE, que otorga más peso al contenido del mensaje que al estilo utilizado por Puente. El político vallisoletano vuelve así a la primera fila después de un tiempo opacado, algo entendible si se tienen en cuenta algunas de las polémicas previas que acumula el exalcalde castellanoleonés.

Polémicas de Puente

Fue el portavoz orgánico del primer sanchismo desde que el ahora presidente del Gobierno ganó en las primarias a Susana Díaz, en mayo de 2017. Año y medio después, se cobró una venganza con la expresidenta andaluza cuando perdió el poder en la Junta. "Cada uno tiene que hacerse responsable de sus éxitos y sus fracasos", dijo después de sugerir que la "aventura" de Díaz en su intento por ser la líder del PSOE le había pasado factura en Andalucía, lo que propició la llegada de Juanma Moreno a San Telmo con el apoyo de Ciudadanos y Vox. Ya en la campaña de las elecciones internas había dado pistas de su posición al pedirle a Díaz que se centrara en "lo suyo". "No te metas en un viaje incierto para perder, para debilitar tu posición", zanjó.

Foto: Óscar Puente, alcalde de Valladolid, en una imagen de archivo. (Europa Press/Joaquín Rivas)

También dedicó dardos a Josep Borrell, a Javier Fernández, que presidió la gestora tras la defenestración de Sánchez, a Felipe González, a José Luis Rodríguez Zapatero y a Óscar López. Con el ahora director del gabinete de la Presidencia del Gobierno comparte incluso destino. López, viejo amigo de Sánchez, dejó al líder socialista de lado cuando apoyó a Patxi López en aquellas primarias. Después de recuperar el poder, Sánchez apartó del núcleo duro a López —igual que a Antonio Hernando—, pero lo ha acabado recuperando en un proceso similar al que ahora vive Puente, rehabilitado como ariete del presidente en funciones después de un par de años en la nevera.

Las filas socialistas no son el único objeto de las iras de Puente, que también se ha despachado con Toni Cantó ("un mierda") o le ha lanzado algún dardo a Rosalía por el coste de sus conciertos para los ayuntamientos. Incluso el socio potencial de Pedro Sánchez cuando empiece a negociar en serio la investidura ha recibido collejas del vallisoletano. Puente aseguró en 2018 que detectaba "comportamientos propios de una secta en parte del independentismo" y llegó a comparar a Carles Puigdemont con Charles Manson, el líder de la secta La Familia, que asesinó a Sharon Tate y a varias personas más en agosto de 1969 en California.

La sorpresa saltó a las 15:30. Óscar Puente baja desde la cuarta fila de la bancada socialista cuando todo el mundo esperaba a Pedro Sánchez. O, al menos, a Patxi López. La duda es si el exalcalde de Valladolid, que replicó a Alberto Núñez Feijóo en la primera sesión del debate de investidura del líder del PP, inaugura una nueva estrategia parlamentaria, más ácida, en la formación. O si se trata de un golpe de efecto para descolocar al gallego protagonizado por uno de los primeros sanchistas. Damnificado por la debacle socialista de las municipales y autonómicas del 28 de mayo, vuelve al primer plano después de una caída en desgracia, algo habitual en el PSOE de Pedro Sánchez. Solo hay que ver la carrera del presidente del Gobierno en funciones para comprobarlo.

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