Felipe VI encarga a Feijóo la formación de Gobierno y activa el contador electoral

Alberto Núñez Feijóo tendrá opción de defender su candidatura a la presidencia del Gobierno en un debate de investidura. Era el escenario al que Génova aspiraba, a pesar de que el líder del PP se expone ahora a una derrota parlamentaria prácticamente segura. En un comunicado remitido a los medios, la Casa Real reconoció que, tras finalizar la ronda de consultas, ningún grupo cuenta con "una mayoría suficiente". Pero Felipe VI ha optado por proponer al candidato que ganó las elecciones y que, a día de hoy, cuenta con más apoyos. La fecha del pleno es aún una incógnita, pero la decisión activa inevitablemente el contador de unas segundas elecciones. Si desde la primera cita no hay una mayoría de gobierno en dos meses, el país volverá a las urnas.

Francina Armengol, presidenta del Congreso, telefoneó a Feijóo en la misma noche del martes para conocer sus "preferencias" antes de fijar el calendario. Se comprometió en este punto a "facilitar las negociaciones" del candidato elegido por el Rey con el resto de fuerzas parlamentarias. En un principio, la hoja de ruta de Génova pasaba por exprimir al máximo el calendario y forzar una primera sesión de investidura la última semana de agosto, convencidos de que el mejor escenario para sus intereses era accionar cuanto antes el cronómetro y mirar al 10 o 17 de diciembre como fecha óptima para una repetición electoral. Pero el PP manejó en las últimas horas la opción de pedir a Armengol que retrasase el plazo hasta la última semana de septiembre. En este caso, y si no hay mayoría gubernamental que lo evite, la repetición sería en enero.

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En la dirección de Génova, atribuyen ese giro estratégico a la falta de tiempo para negociar con el resto de fuerzas del arco parlamentario. La presidenta de la Cámara Baja amplió hasta el viernes el plazo para el registro de los grupos "por un motivo que desconocemos", aseguran. Las mismas voces recelan que Armengol esté planeando una segunda ampliación de este plazo, lo que dejaría sin margen a Feijóo para llamar al resto de fuerzas si la investidura cae el miércoles o jueves de la próxima semana. El propio líder popular aseguró en rueda de prensa que iniciaría los contactos el próximo lunes si recibía el encargo del Rey. "Hay que negociar. Todo es posible", circunscribe un alto cargo de la cúpula popular.

Oficialmente, el PP sigue confiando en sus posibilidades de investir a Feijóo. El encargo del jefe del Estado llenó de optimismo las filas populares, donde creen que Sánchez se ha llevado un golpe "que no esperaba". Pero la aritmética es rotunda, y las opciones limitadísimas. El candidato popular cuenta con el respaldo de Vox, Coalición Canaria y UPN. En total, 172 votos. Es cierto que está a solo cuatro diputados de la mayoría absoluta. Tiene 178 escaños en contra. Y, a priori, resulta casi imposible romper el bloque de la izquierda. La única esperanza del PP es el PNV, y los jeltzales ya han negado hasta en cinco ocasiones a Feijóo. Los vascos tampoco dan por seguro su apoyo a Sánchez, pero ya fueron determinantes para el Gobierno de coalición en la anterior legislatura. Lo que tienen claro es que, si Génova llama, ni siquiera cogerán el teléfono.

El resto de opciones desemboca, directamente, en vía muerta. El PP amagó hace semanas con dialogar con Junts per Catalunya, para renunciar rápidamente a este escenario. ERC está absolutamente vedada, como lo está EH Bildu. El margen con el que cuentan es muy, muy escaso.

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Feijóo responderá al encargo del Rey por "deber" y por "responsabilidad". Y lo hará en contra del criterio de una corriente del partido que advierte de los riesgos de exponerse a otro fracaso parlamentario. A juicio de estas fuentes, el único desenlace posible es el de una investidura fallida. Y avisan de que el desgaste al que se puede exponer Feijóo tras el "ridículo" en la votación de la Mesa del Congreso puede ahondar más en la imagen de un líder "desnortado" y regalar un balón de oxígeno extra al PSOE. El optimismo de Génova choca además con el de otros barones del PP que, pese a apoyar la intención de Feijóo de ir a la investidura, dan por sentado que las únicas opciones posibles son las de un Gobierno de Sánchez o nuevas elecciones.

Pese a la más que posible derrota, en la cúpula popular ven la propuesta del Rey como una oportunidad para que Feijóo exponga ante la Cámara su "modelo de país" frente a una alternativa de Gobierno que da pasos hacia la "amnistía", el "referéndum de independencia" y la "desigualdad de los españoles". Apuntan, además, que su candidatura permite a Feijóo "recuperar la iniciativa" como ganador de las elecciones y reponerse del shock en que se encuentra desde el 23-J, y que profundizó la singular derrota a la que se expuso durante la constitución de las Cortes.

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El PSOE, por su parte, acató la decisión del Rey, pero con la convicción de que no hay "otra alternativa" posible que la de la reedición de la coalición de Gobierno. Tras reunirse con Felipe VI, Sánchez oficializó su voluntad de postularse ante los "intentos baldíos" del jefe de los populares. No obstante, en Ferraz amagaron con dejar vía libre a Feijóo para ahondar en su desgaste ante el "tercer tropiezo" que puede protagonizar el líder popular en los próximos días. Sumar abonó también el terreno de un nuevo fracaso de Feijóo tras conocer la elección. "Esta investidura no irá de los problemas de España, sino de los problemas de Feijóo. Fue derrotado el 23 de julio, fue derrotado en la constitución de la Mesa y volverá a serlo la semana próxima", aseguraron en la formación de Yolanda Díaz.

Los socialistas dan por hecho que el líder del PP volverá a fracasar, mientras Sánchez gana tiempo para vertebrar una nueva mayoría con Junts, ERC y Bildu como actores principales. Y ya ha comenzado a mover las piezas. Este martes, el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, desveló que el PSOE ya había contactado con su formación para negociar la investidura de Pedro Sánchez. Feijóo espera forzar un contacto con los jeltzales en los próximos días. Pero la estrecha "colaboración" que blindó el líder popular con Vox aleja más, si cabe, la vía nacionalista. Y Feijóo aún sigue lejos de la Moncloa.