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Feijóo se sentará con todos los grupos salvo Bildu para negociar su investidura tras el 23-J
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Feijóo se sentará con todos los grupos salvo Bildu para negociar su investidura tras el 23-J

El líder popular se mira en el espejo de Murcia y no contempla gobernar con Vox si el PP supera los 150 escaños y suma más que la izquierda

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Ángeles Visdómine)
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Ángeles Visdómine)
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La tensión acumulada entre PP y Vox tras el 28-M amenaza con estallar en poco más de 20 días. Feijóo asume que si no logra cumplir sus expectativas electorales, tendrá que abrir la puerta a ministros de Vox en el Ejecutivo. Génova ha fijado su suelo electoral en los 150 escaños, una cifra a partir de la cual el PP se vería con una ventaja lo suficientemente sólida como para buscar una alternativa en la que Santiago Abascal no tenga un rol protagonista. Fuentes de la dirección avanzan que si se cumple este parámetro —además, claro, de sumar por sí mismos más que el bloque de izquierdas—, Núñez Feijóo abriría una ronda de conversaciones en las que prevé incluir a los partidos independentistas, con la única excepción de EH Bildu. "La pregunta es si todas esas fuerzas prefieren que el PP gobierne en solitario o que Vox esté en el Gobierno", verbalizan.

El objetivo pasa por reducir al máximo la capacidad de influencia de Vox si Feijóo logra situarse a "menos de 25 escaños" de la mayoría absoluta —fijada en 176 diputados— con el concurso de otras fuerzas del arco parlamentario. La estrategia envía un mensaje claro a Abascal: no será el socio prioritario del PP si los números juegan a favor de los azules. El líder popular ha permitido que Vox haya entrado, hasta la fecha, en dos ejecutivos autonómicos, el de la Comunidad Valenciana y el de Extremadura. En los dos casos, la izquierda sumaba más que el PP. Y en los dos casos, el sí de los ultraconservadores era imprescindible para firmar una investidura exitosa. Pero no pasó lo mismo en Baleares, donde Prohens solo necesitaba la abstención de Vox y se quedaron fuera del Ejecutivo.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Ángeles Visdómine)

Feijóo se compromete a aplicar el mismo criterio que ha seguido el PP en los pactos territoriales con Vox. Y la Región de Murcia es "el espejo en el que quiere reflejarse" tras el 23-J: una mayoría "suficiente" —Fernando López Miras se quedó solo a dos escaños de la mayoría absoluta— con la que frenar el acceso de Vox a carteras ministeriales. Es uno de los motivos por los que los populares han tensado la cuerda con los ultras en este territorio. Los de Abascal obtuvieron el mejor resultado del 28-M en la Región de Murcia —lograron casi el 18% del voto y nueve diputados—, y exigen al menos una consejería al barón popular para investirle presidente. Pero Génova se niega en redondo. En esta ocasión, dicen, no cederán ante Vox. Incluso aunque ello implique una repetición electoral. Si lo hacen, deslizan en la cúpula nacional, Feijóo no tendrá argumentos para defender un Gobierno en solitario a nivel nacional en lo que resta de campaña. Incluso aunque se sitúe en los 160 escaños.

Si las urnas ratifican su ambición parlamentaria, el PP mirará al PSOE en primer lugar en busca de una abstención que le permita gobernar en minoría, pero sin ataduras. En el equipo más cercano del líder popular, apuntan a que una eventual derrota de Sánchez, que se sumaría a la que ya experimentó el 28-M, les abriría la puerta a negociar "con otro PSOE" que valorase facilitar una investidura de Feijóo para que la ultraderecha se quede fuera. Es el argumento que esgrime la vieja guardia de los socialistas, encabezada por Felipe González. El expresidente del Gobierno irrumpió este lunes en el debate de los pactos poselectorales y se posicionó a favor de la fórmula de la lista más votada, en línea con lo que defiende el dirigente gallego.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante la presentación de un acto sobre Cultura en Madrid (EFE/Daniel González)

Es la tesis que azuzó también hace unos días el portavoz parlamentario del PNV, Aitor Esteban. "Sinceramente, no entiendo el empecinamiento del PSOE de no dejar paso al PP en algunos casos", lanzó a las puertas del Congreso cuando fue preguntado por la entrada de Vox en autonomías y múltiples consistorios. En Génova, reconocen que la relación con los jeltzales —especialmente con el lendakari, Iñigo Urkullu— ha mejorado notablemente desde que Feijóo aterrizó en Madrid. Y tampoco niegan que el de Ortuzar será uno de los teléfonos que el líder popular marcará si gana las elecciones. Feijóo intentará abrir también conversaciones con otras fuerzas regionalistas y nacionalistas, desde la España Vaciada hasta el PDeCAT, sin cerrar tampoco el contacto con ERC o Junts. La única línea roja que el líder del PP pondrá al "diálogo" es EH Bildu.

Con todo, la intensa agenda de pactos territoriales ha acercado a Feijóo y Abascal. Los dos líderes han conversado en varias ocasiones en las últimas semanas, por ejemplo, para desbloquear desde Madrid la negociación en Extremadura, en la que Génova impuso a María Guardiola la entrada de Vox en su Ejecutivo. Y el líder popular tampoco descarta una coalición con los ultraconservadores. "Si Vox tiene que votar sí, es porque no sumamos más votos que la izquierda" y, por lo tanto, "lo lógico es que Vox entre en el Gobierno", afirmó Feijóo este lunes en Telecinco.

Feijóo elige Sevilla para arrancar la campaña

El PP ha engrasado de nuevo la maquinaria electoral y se lanza ya a una campaña que se estima clave tanto para el futuro del partido como del propio Feijóo. Está previsto que este miércoles el líder popular presente junto a su equipo el programa electoral del 23-J, y el jueves protagonice la tradicional pegada de carteles en Castelldefels (Barcelona). En el equipo del gallego, subrayan la importancia que Feijóo dará a Cataluña en las próximas semanas, un territorio que reparte 48 escaños al Congreso y donde el PP busca casi a la desesperada recuperar el oxígeno perdido durante años.

Los populares subrayan también el rol protagonista que quiere dar Feijóo a la España Vaciada en la campaña, con la visita a pequeños municipios como Guimenells (Lleida) o Celadas (Teruel). El mismo jueves, Feijóo protagonizará también un acto en Os Peares (Ourense), su aldea natal, para reivindicar la política de proximidad y arrastrar voto del ámbito rural. El viernes, el líder popular ha escogido Sevilla y Badajoz para abrir oficialmente la campaña del 23-J, dos territorios que Génova ha querido situar pronto en la agenda del líder gallego para evitar el calor que se espera que vaya en aumento en las próximas semanas.

Foto: Si pido el voto por correo, ¿me libro de ser mesa electoral en las elecciones generales? (EFE/Daniel González)

En Génova, insisten en que unas elecciones atípicas contarán con una campaña también atípica. "No se pueden llenar plazas de toros a 40 grados", inciden en la dirección popular. Salvo en el norte. El próximo domingo, el PP prevé cerrar el primer fin de semana de campaña con un gran acto en la plaza de toros de Pontevedra para emular el lleno absoluto de Valencia en la campaña del 28-M, y encauzar el camino a las generales con una demostración de fuerza ante 12.000 personas. "Es un lugar talismán para Feijóo, donde inició sus cuatro campañas, que desembocaron todas ellas en mayorías absolutas", resumen en Génova.

La tensión acumulada entre PP y Vox tras el 28-M amenaza con estallar en poco más de 20 días. Feijóo asume que si no logra cumplir sus expectativas electorales, tendrá que abrir la puerta a ministros de Vox en el Ejecutivo. Génova ha fijado su suelo electoral en los 150 escaños, una cifra a partir de la cual el PP se vería con una ventaja lo suficientemente sólida como para buscar una alternativa en la que Santiago Abascal no tenga un rol protagonista. Fuentes de la dirección avanzan que si se cumple este parámetro —además, claro, de sumar por sí mismos más que el bloque de izquierdas—, Núñez Feijóo abriría una ronda de conversaciones en las que prevé incluir a los partidos independentistas, con la única excepción de EH Bildu. "La pregunta es si todas esas fuerzas prefieren que el PP gobierne en solitario o que Vox esté en el Gobierno", verbalizan.

Partido Popular (PP)
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