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María José Catalá, elegida alcaldesa en minoría en Valencia con los votos del Partido Popular
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CONSTITUCIÓN DEL AYUNTAMIENTO

María José Catalá, elegida alcaldesa en minoría en Valencia con los votos del Partido Popular

La primera edil popular, arropada por la cúpula de su partido, anuncia una rebaja de impuestos, la recuperación de la denominación oficial de Valencia en castellano y ayudas para familias

Foto: María José Catalá, con la vara de mando del Ayuntamiento de Valencia. (oficial)
María José Catalá, con la vara de mando del Ayuntamiento de Valencia. (oficial)
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Vestida con un traje de chaqueta blanco, la popular María José Catalá tomó este sábado de manos de Joan Ribó la vara de mando de alcaldesa del Ayuntamiento de Valencia. Lo hizo después de una primera votación fallida en la que no obtuvo la mayoría absoluta, al presentar el resto de grupos (PSPV-PSOE, Compromís y Vox) su propia candidatura. No ha habido negociación entre el PP y los ultraconservadores. En aplicación de lo que marca el artículo 196 de la Loreg, Catalá se ha convertido en primera edil al encabezar la lista más votada. También Luis Barcala, en Alicante, y Begoña Carrasco, en Castellón, han resultado elegidos sin los apoyos de Vox haciendo valer la lista más votada. Ha sido en Torrent y Elche, hasta el 28M feudos del PSOE, donde los populares han tenido que pactar con la extrema derecha para lograr la vara de mando.

La nueva alcaldesa estuvo arropada durante los momentos previos a la ceremonia de constitución del Ayuntamiento por parte de la cúpula de su partido, incluido el que será presidente de la Generalitat si se cumple el acuerdo con Vox, Carlos Mazón. También se desplazó a su ciudad natal Esteban González Pons, vicesecretario institucional del PP.

Foto: María José Catalá, en la noche electoral. (EFE/Kai Försterling)

El PP recupera así, aunque sea en minoría, el poder en la tercera capital de España, donde gobernó durante 24 años, entre 1991 y 2015, a través de la figura de Rita Barberá, fallecida en 2016. La intención de Catalá es gobernar tirando de la capacidad de decisión que la ley otorga a los alcaldes en las corporaciones locales, aunque tendrá que buscar acuerdos para sacar adelante decisiones importantes en clave de urbanismo o los propios presupuestos municipales. No ha habido contactos en estos días previos con los concejales de Vox y su cabeza de lista, Juan Manuel Badenas, aunque nadie descarta que pueda cederles algunas competencias a partir de otoño para lograr estabilidad durante la legislatura.

placeholder María José Catalá, con Carlos Mazón, a su llegada al Ayuntamiento de Valencia. (EFE)
María José Catalá, con Carlos Mazón, a su llegada al Ayuntamiento de Valencia. (EFE)

Este sábado, los cuatro ediles ultraconservadores votaron a su candidato. También los concejales de Compromís votaron a Joan Ribó, mientras que los socialistas hicieron lo mismo con Sandra Gómez.

En su primer discurso como alcaldesa, alternando valenciano y castellano, Catalá se comprometió a gobernar por encima de ideologías para que Valencia "recupere la luz en los próximos años". No hubo referencias al resto de grupos políticos, aunque sí una apelación a la búsqueda de consensos y una mención a Ribó como alcalde saliente. "Siempre tendrás mi respeto como alcalde de Valencia", le dijo. “Soy muy consciente de que se espera mucho de nosotros, y que lo primero que se nos pide es serenidad, sensatez, cordialidad, y cuidar de esta institución por encima de todo, por encima de ideologías, de siglas y de personas. Valencia es mucha valencia y Valencia está por encima de todo y de todos”.

Anunció además una rebaja de tributos municipales, un plan de seguridad ciudadana y otro de agilizacion de licencias, bonificaciones y ayudas a las familias y apoyo a la educación gratuita de cero a tres años. "Ser padre y madre en Valencia debe de ser más fácil". La primera edil avanzó, también, un nuevo plan de limpieza, la creación de la policía de barrio y la mejora de las conexiones metropolitana.

Badenas (Vox) califica de "amoral" el nombramiento por no contar con la mayoría absoluta

En materia nominal, anunció que esta semana se aprobará por decreto la recuperación de la denominación en castellano de la ciudad. El anterior gobierno la modificó para oficializarla en valenciano, con el acento abierto (València). Catalá quiere denominación bilingüe. Va a encargar informes para decidir si mantiene el acento en valenciano abierto o cerrado.

Como grandes retos y proyectos de la legislatura apuntó a la patata caliente de la Marina Real “que sea en un barrio más de la ciudad, accesible y abierto a la ciudadanía y en un eje de movilidad”, remarcó, insinuando el intento de acordar con la Autoridad Portuaria de Valencia la gestión del recinto. Aseguró que la ampliación portuaria norte es "irrenunciable". “El 50% del PIB de España pasa por el Puerto de Valencia. Perder esta infraestructura es perder el liderazgo y ponerle la alfombra roja a otros competidores”. Además señaló "la prioridad" de reivindicar la licitación de las obras del túnel pasante y la aceleración del canal de acceso ferroviario y la Estación Central con una financiación adecuada.

Sobre la fachada marítima, la nueva alcaldesa recordó que es su kilómetro cero. “Será el epicentro de la segunda gran transformación de Valencia en la próxima década, respetando su esencia y su protección patrimonial. Voy a impulsar de manera determinante en esta transformación la culminación del Jardín del Turia hasta el mar y no voy a renunciar jamás al soterramiento de las vías de Serrería. Quiero acabar con el muro ferroviario que divide el Grao y Penyarroja, para lo que voy a reivindicar esta inversión absolutamente necesaria para el futuro de Valencia porque podemos y debemos ser la segunda ciudad de España”.

Catalá terció también en la polémica de las últimas 24 horas sobre el negacionismo de Vox a la violencia de género y su pacto con Carlos Mazón para la Generalitat. "Ni un paso atrás en la violencia de género y ni una lección sobre esto", lanzó en su intervención.

La oposición, en modo crítico

En su intervención, el ultraconservador Badenas reprochó a Catalá que hubiera sido “nombrada” pero no “elegida”, al no haber contado con la mayoría suficiente del conjunta de los concejales. Citando a Santo Tomás, Badenas le espetó: “No se encamina al bien común, y si no se encamina al bien común no puede decir claramente que sea un gobierno moral, sino amoral, no digo inmoral, sino amoral”.

Foto: María José Catalá, candidata del PP al Ayuntamiento de Valencia. (EFE/Biel Aliño)

“Obtener un gobierno solo porque se lo permite la ley no siempre se podría considerar lo más moral y lo más virtuoso”, insistió. “Si su decisión obedece a una decisión interna o de estrategia partidaria, desde alguna perspectiva se podría entender que su decisión es moral”, matizó. "Porque como dijo Lenin —ironizó— es moral toda acción que beneficia al partido e inmoral lo que lo perjudica”.

También fue muy duro el discurso de la portavoz socialista. Sandra Gómez advirtió su disposición a hacer una oposición contundente, reclamó a Catalá que gobierne con honestidad y “sin soberbia”. “Procure cuidar la ciudad, no la estropee”, le aconsejó. Gómez reivindicó la gestión del anterior equipo de coalición con Compromís y cargó contra el giro político, aunque con referencia a la negociación del PP con Vox en la Generalitat. “Hemos pasado de aparecer en el mapa por las inversiones internacionales a un torero orgulloso de su pasado franquista y un maltratado como interlocutor para negociar un gobierno”.

El alcalde saliente hizo balance positivo de los ocho años al frente del ayuntamiento. Puso especial énfasis en la necesidad de proteger los espacios naturales como la Albufera y las platas del sur afectadas por el Puerto de Valencia. “Hoy Valencia es una ciudad plural, acogedora con todas y todos, donde cuaquiera puede expresar con libertad, sea cual sea su religión o su forma de querer”. Ribó recordó los casos judiciales abiertos a miembros del entorno de Barberá por los años de gestión del PP, defendió que su equipo sale “con las manos bien limpias” y advirtió a Catalá que serán contundentes si aparece nuevos casos de corrupción.

Vestida con un traje de chaqueta blanco, la popular María José Catalá tomó este sábado de manos de Joan Ribó la vara de mando de alcaldesa del Ayuntamiento de Valencia. Lo hizo después de una primera votación fallida en la que no obtuvo la mayoría absoluta, al presentar el resto de grupos (PSPV-PSOE, Compromís y Vox) su propia candidatura. No ha habido negociación entre el PP y los ultraconservadores. En aplicación de lo que marca el artículo 196 de la Loreg, Catalá se ha convertido en primera edil al encabezar la lista más votada. También Luis Barcala, en Alicante, y Begoña Carrasco, en Castellón, han resultado elegidos sin los apoyos de Vox haciendo valer la lista más votada. Ha sido en Torrent y Elche, hasta el 28M feudos del PSOE, donde los populares han tenido que pactar con la extrema derecha para lograr la vara de mando.

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