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Ribó ensaya en Valencia su empresa de energía con un ojo en los errores de Cádiz y Barcelona
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NO SERÁ UNA COMERCIALIZADORA

Ribó ensaya en Valencia su empresa de energía con un ojo en los errores de Cádiz y Barcelona

El alcalde de Compromís renuncia a crear una comercializadora y priorizará el autoconsumo para edificios municipales. Abrirá a concurso el 49% de la compañía para captar un socio privado

Foto: El alcalde de Valencia, Joan Ribó, de Compromís.
El alcalde de Valencia, Joan Ribó, de Compromís.
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El alcalde de Valencia, Joan Ribó (Compromís), ha iniciado el proceso para la creación de una empresa municipal de energía con el fin de abaratar la factura eléctrica y llegar a suministrar electricidad a hogares de la ciudad. El proyecto pasa por la constitución de una mercantil mixta con un 49% de capital privado, cuyo principal objetivo será la instalación de placas fotovoltaicas en tejados y espacios públicos, con el fin de cubrir el máximo posible de consumo de las infraestructuras del ayuntamiento. En una segunda fase, el plan pretende sumar a particulares para aprovechar los excedentes mediante la figura legal de las comunidades energéticas.

Ribó ha fichado para desarrollar la iniciativa a Jordi Peris, exconcejal de la que fue la primera franquicia de Podemos en la ciudad, Valencia en Comú, y al que pretendía incorporar a la lista municipal como independiente, algo que finalmente no será posible por los equilibrios internos de las familias de Compromís. Al contrario de las experiencias de Barcelona o Cádiz, el alcalde valencianista ha renunciado a crear una comercializadora pública que compita con las actuales empresas energéticas para intentar ofrecer tarifas más baratas a los ciudadanos estrechando los márgenes de beneficio. La compañía puesta en marcha por Ada Colau no ha logrado sus objetivos de lograr tarifas más baratas de la electricidad ni garantizar que fuera 100% verde, mientras que la comercializadora gaditana ha tenido que asumir finalmente los precios del mercado para poder garantizar su supervivencia.

Foto: El alcalde de Cádiz, José María González 'Kichi', presenta un proyecto para el autoconsumo de energía. (Ayuntamiento de Cádiz)

El modelo valenciano es distinto. El plan pasa por crear la mercantil, licitar mediante un proceso competitivo la búsqueda de un socio operador que aporte el know how empresarial y el conocimiento del mercado y concentrar los objetivos en una primera fase en tratar de lograr el máximo de autoconsumo para ahorrar en la factura municipal de la luz. Para ello, está prevista una inversión de 10,9 millones de euros en una primera fase para la puesta en marcha de 525 instalaciones de autoconsumo sin excedentes en instalaciones municipales con una potencia de 10,8 MW de potencia. De esta forma, se pretende hacer un despliegue rápido de placas solares sin depender de plazos de autorización para acceso y conexión por parte de la distribuidora.

El plan tiene muy complicada su ejecución hasta después de las elecciones

No será hasta una segunda fase del proyecto cuando el Gobierno municipal tratará de proporcionar electricidad más barata a hogares privados. Y, de nuevo, pretende hacerlo no comercializando la energía al uso, sino ampliando la capacidad instalada de su mercantil, bautizada como Empresa Municipal de Energía Sostenible (EMES), con una inversión de 62 millones adicionales para elevar a 72,25 MW la potencia y cambiar el régimen de generación al de autoconsumo con excedentes colectivo. Esto permite que la energía generada por las instalaciones de los distintos edificios pueda ser aprovechada por terceros situados a menos de 2.000 metros de la instalación generadora.

Aquí se baraja dotar de "componente social al proyecto y/o incrementar los ingresos" y se empleará para ello la figura de las comunidades energéticas. No obstante, los propios promotores admiten el alcance limitado de la iniciativa, con una capacidad de generación máxima de electricidad equivalente a la demanda de 27.000 hogares en una ciudad de 800.000 habitantes.

Foto: La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. (EFE)

El plan no llega acompañado de cronograma y tiene muy complicada su ejecución hasta después de las elecciones. Hace más de un año que el Ayuntamiento de Valencia anunció un proyecto para instalar placas solares sobre los tejados del cementerio municipal y todavía no está en marcha. Ahora se pretende integrar esta iniciativa en la EMES. La comisión técnica dirigida por Peris, coordinador de la Estrategia Urbana València 2030, es el encargado de desplegar el proyecto y también de fijar su fórmula retributiva.

El edil de Transición Energética, Alejandro Ramón, citó como factores que aconsejan la puesta en marcha de EMES el contexto económico favorable por los fondos europeos que podrán subvencionar, del mismo modo que ha pasado con los carriles bici de la ciudad, el nivel de radiación solar de Valencia, con muchas horas de luz, y “la gran cantidad de superficies libres en nuestros tejados”.

El alcalde de Valencia, Joan Ribó (Compromís), ha iniciado el proceso para la creación de una empresa municipal de energía con el fin de abaratar la factura eléctrica y llegar a suministrar electricidad a hogares de la ciudad. El proyecto pasa por la constitución de una mercantil mixta con un 49% de capital privado, cuyo principal objetivo será la instalación de placas fotovoltaicas en tejados y espacios públicos, con el fin de cubrir el máximo posible de consumo de las infraestructuras del ayuntamiento. En una segunda fase, el plan pretende sumar a particulares para aprovechar los excedentes mediante la figura legal de las comunidades energéticas.

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