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Feijóo compromete a Guardiola: "Sin palabra no hay política"
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TRAS FIRMAR UN PACTO CON VOX

Feijóo compromete a Guardiola: "Sin palabra no hay política"

El líder del PP evita hablar del pacto extremeño pero reivindica "la política de la palabra" justo cuando la dirigente popular intentaba justificar su giro con Vox: "Mi palabra no es tan importante como los extremeños"

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante la presentación de un acto sobre Cultura en Madrid (EFE/Daniel González)
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante la presentación de un acto sobre Cultura en Madrid (EFE/Daniel González)

María Guardiola parecía estar casi al borde de las lágrimas cuando se sentó en la misma mesa que Ángel Pelayo (Vox) a firmar el acuerdo de coalición que dijo que nunca firmaría. "Mi palabra no es tan importante como el futuro de los extremeños", justificó la candidata popular para tratar de salir con vida de uno de los giros políticos más rápidos y evidentes de los últimos meses. A casi 400 kilómetros de allí, y casi en paralelo a la intervención de la próxima presidenta de Extremadura, Alberto Núñez Feijóo pronunciaba unas palabras que comprometía, y mucho, el discurso de Guardiola. "En tiempos en los que la palabra de un político no vale nada, yo reivindico la política de la palabra. Sin palabra no hay política", suscribió líder popular.

Feijóo evitó hacer alusión alguna al pacto extremeño, a pesar de que Génova ha tenido un papel protagonista en el cambio de postura de María Guardiola respecto a Vox. La dirigente extremeña ha pasado en pocos días de levantar un cordón sanitario a Vox y prometer que no entraría en su hipotético ejecutivo a firmar un acuerdo que incluye una consejería para los de Abascal, la de Gestión Forestal y Mundo Rural. Pocas horas después de anunciarse el acuerdo, Génova publicó un comunicado en el que trataba de justificar el giro de 180 grados de la mandataria extremeña, con lo que enterró definitivamente la promesa de Feijóo de no inmiscuirse en las negociaciones de sus barones autonómicos.

El líder popular evitó a los medios de comunicación tanto a la llegada como a la salida de un coloquio de Cultura celebrado en Madrid, conducido por Borja Sémper y Marta Rivera de la Cruz y que ha contado también con la intervención del exministro del PSOE con Zapatero, César Antonio Molina. Horas antes, la dirección popular justificaba la rectificación de María Guardiola. "El PP ha permitido la entrada de Vox en los lugares en los que su voto afirmativo era imprescindible para lograr la investidura, y defenderemos nuestra legitimidad para gobernar en solitario donde somos la fuerza más votada y tenemos más escaños que toda la izquierda junta", insistían.

En la otra cara de la moneda, una cabizbaja María Guardiola trataba también de explicarse ante los medios de comunicación. Habló de lo "doloroso" que había sido todo el proceso de batalla y negociación con Vox, aunque insistía en que "sus principios siguen siendo los mismos" tras abrir "un período de reflexión" en el que ha priorizado el diálogo al enfrentamiento. La presión de Génova y de cargos de las filas populares molestos por el trato que la mandataria extremeña dio a sus aliados situados a su derecha —Guardiola aseveró por activa y por pasiva que dimitiría antes de dejar a "aquellos que niegan la violencia machista" entrar en su Gobierno— han sido prioritarios para una histórica rectificación que, a su vez, acabará con el mandato de Guillermo Fernández Vara al frente de la región.

María Guardiola parecía estar casi al borde de las lágrimas cuando se sentó en la misma mesa que Ángel Pelayo (Vox) a firmar el acuerdo de coalición que dijo que nunca firmaría. "Mi palabra no es tan importante como el futuro de los extremeños", justificó la candidata popular para tratar de salir con vida de uno de los giros políticos más rápidos y evidentes de los últimos meses. A casi 400 kilómetros de allí, y casi en paralelo a la intervención de la próxima presidenta de Extremadura, Alberto Núñez Feijóo pronunciaba unas palabras que comprometía, y mucho, el discurso de Guardiola. "En tiempos en los que la palabra de un político no vale nada, yo reivindico la política de la palabra. Sin palabra no hay política", suscribió líder popular.

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