Sánchez cruza la última frontera: el PSOE entregará Pamplona a Bildu y desalojará a UPN

El PSOE ha cruzado la última línea que le quedaba por traspasar con Bildu y dará la Alcaldía de Pamplona a la coalición abertzale. Los dos partidos han pactado una moción de censura un mes después de la investidura de Pedro Sánchez, a pesar de que ambos dijeron que el acuerdo en el Congreso no tenía contrapartida. Es la primera vez que los socialistas apoyan de forma activa un Gobierno de la izquierda radical en una capital de provincia, y hasta ahora habían negado cualquier tipo de acuerdo en el consistorio navarro. El pacto, adelantado por la Cadena SER y confirmado por El Confidencial, dará el bastón de mando al candidato de la coalición abertzale, Joseba Asirón (Pamplona, 1962), que ya ha registrado la moción de censura.

No es la primera vez que el PSOE niega un acuerdo con Bildu que tarde o temprano se acaba confirmando. Fue lo que sucedió en noviembre de 2020, con la negociación de los presupuestos generales del Estado. El entonces secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, rechazó que hubiese un acuerdo después incluso de que Arnaldo Otegi confirmase que apoyaría las cuentas y de que Pablo Iglesias lo celebrase en Twitter e incluyese a Bildu en la “dirección de Estado”. Antes sucedió en Navarra con la primera investidura de María Chivite, cuando el PSOE, hasta entonces reacio, aceptó la abstención de Bildu para lograr el Ejecutivo foral. El hombre que convenció a Sánchez fue Santos Cerdán, en 2019 secretario de organización territorial de los socialistas, y la persona que hoy maneja con un control absoluto el partido.

Ahí empezó un viaje que ha supuesto la normalización paulatina de Bildu por parte del PSOE y el blanqueamiento de la coalición radical, que todavía no ha condenado el terrorismo de ETA. Pero el escalón más significativo hasta ahora fue la negociación para el acercamiento de los presos de la banda a cárceles del País Vasco y Navarra, que se completó la pasada legislatura y la transferencia de la competencia de Prisiones al Gobierno Vasco. El guion fue muy similar, los radicales y el PSOE negaron cualquier pacto, pero Otegi justificó así ante sus militantes el viraje pragmático: "Tenemos 200 presos. Y tienen que salir de la cárcel. Y, si para eso hay que votar los presupuestos, los votaremos sin ningún problema. Así de alto y claro os lo decimos".

De ahí la desconfianza de la oposición, que nunca creyó que el apoyo de los radicales para la investidura de Sánchez fuese “gratuito”. El PP y UPN han denunciado un “pacto oculto” que este miércoles se ha desvelado. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que ya advirtió del “pacto encapuchado”, ha reprochado esta mañana a los socialistas en el Congreso que sean capaces de dar una alcaldía a un partido que en las elecciones del 28-M incluyó a etarras con delitos de sangre en sus listas.

TE PUEDE INTERESAR

Feijóo denuncia el "pacto encapuchado" de PSOE y Bildu en Pamplona: "Dan a un heredero de ETA lo que no logró en las urnas"

Alejandro López de Miguel Ana Belén Ramos

“No solamente es la amnistía. Es dar a un partido heredero de ETA lo que no han conseguido en las urnas, como es la alcaldía de Pamplona”, ha censurado el presidente de los populares, que ha acusado a los socialistas de engañar a su electorado y al conjunto de la ciudadanía. UPN, en la misma línea, ha cargado contra el PSOE y directamente ha señalado al partido de entregar la ciudad a los “terroristas de EH Bildu”. “Es evidente que el PSOE ha negociado con miembros de ETA el futuro de Navarra”, ha denunciado en Twitter el presidente de UPN, Javier Esparza. Para el partido regionalista, el movimiento de los socialistas supone atravesar una línea que hasta ahora parecía infranqueable. El PSOE en Navarra lleva tiempo moviéndose en una ambigüedad muy medida. Un acuerdo como el firmado con Bildu es un paso de no retorno, que hasta hace dos días negaban y que hoy Patxi López ha justificado por la parálisis del consistorio navarro.

La llave del PSN

Desde la noche electoral del 28-M, el PSOE tenía en su mano la gobernabilidad del Ayuntamiento de Pamplona. UPN ganó las elecciones con nueve ediles, pero muy lejos de la mayoría absoluta (14). Los socialistas entonces y hasta el 17 junio, día de la constitución de los ayuntamientos, rechazaron aupar al candidato de Bildu, que obtuvo ocho representantes, a la alcaldía. De hecho, el PSN llegó a proponer darle el bastón de mando a alguno de los ediles de los partidos minoritarios, como Geroa Bai o Podemos. El objetivo era evitar la foto y el titular que les señalase como socios imprescindibles de la coalición radical. La propuesta no cuajó porque Bildu siempre exigió que su portavoz fuese el alcalde. “He dicho de manera reiterada que el PSOE no hará alcalde de Pamplona a Joseba Asirón”, dijo Elma Saiz, ahora ministra de Inclusión, pero entonces portavoz socialista en Pamplona, el pasado 30 de mayo.

El 17 de junio, Cristina Ibarrola, de UPN, fue investida alcaldesa con sus votos y los dos del PP (11), mientras que el PSOE votó en blanco. Así, desactivó cualquier posibilidad para Bildu, que solo podía sumar sus propios concejales y los de Geroa Bai y Podemos, un total de 11, pero insuficientes ante Ibarrola. La ley establece que, si no hay mayoría absoluta alternativa, el alcalde investido será el de la fuerza más votada.

TE PUEDE INTERESAR

El pacto navarro, bumerán envenenado para PNV y PSE en las elecciones vascas

Itziar Reyero

La presentación de una moción de censura ha sido un debate recurrente los últimos meses en Pamplona, pero hasta ahora el PSOE había negado cualquier posibilidad y UPN había preferido mantener un perfil bajo, para no dar alas a la especulación y normalizar un escenario que hoy se ha acabado precipitando. Sin embargo, Bildu, que la pasada legislatura y esta ha sido la fuerza clave para que la socialista María Chivite gobierne la comunidad, ha venido insistiendo en que lo justo era que el PSOE diese a su candidato la alcaldía.

Arnaldo Otegi ha defendido en todas sus comparecencias que el “bloque del progreso” no solo debía operar en el Congreso para investir a Sánchez o hacer lo mismo con Chivite, también debía extenderse al Ayuntamiento de Pamplona. Y este mediodía, en una entrevista en ETB-2, ha insistido en la misma idea. “No lo entiendo como un cambio de cromos. Nadie le debía nada a EH Bildu y lo sigo manteniendo. ¿Por qué era posible en el Parlamento de Navarra y en el Congreso y no en Iruña?", ha esbozado para a continuación señalar la incongruencia de que el pacto no se pueda replicar en el País Vasco. "Y empiezo a preguntarme, ¿por qué no es posible en la Diputación de Guipuzcoa y en el Ayuntamiento de Vitoria?", ha lanzado. PNV y PSOE, con el apoyo del PP, arrebataron ambas instituciones a Bildu, que fue la fuerza más votada el 28-M.

La moción de censura previsiblemente se votará el próximo 28 de diciembre y volverá a dar la alcaldía a Asirón, que ya ostentó el bastón de mando entre 2015 y 2019. Entonces no le hizo falta el apoyo de los socialistas, que votaron a su propio candidato. Bildu consiguió la alcaldía gracias a un acuerdo con Geroa Bai (marca del PNV en Navarra), Pamplona en Común e Izquierda-Ezkerra. La coalición abertzale ofrecerá a todas las fuerzas entrar en el Ejecutivo municipal, aunque previsiblemente el PSOE no acepte.