Chivite se expone a perder Navarra: el PSOE entrega Pamplona a UPN y veta a Bildu

La cascada de vetos socialistas en Navarra culmina en su principal Ayuntamiento. La incógnita de Pamplona se despeja y finalmente es Cristina Ibarrola, la candidata de UPN, la nueva alcaldesa en la capital. Y esto, sin llegar a ser determinante, puede complicar el camino de la presidenta autonómica, María Chivite, del PSN, hacia una nueva investidura. Después de que el PSOE perdiera casi todo su poder autonómico, Chivite –ahora en funciones– vuelve a necesitar a Bildu para ser investida. Pero su marca municipal acaba de entregar la capital a la formación foralista, pese a que sus votos eran decisivos para que la izquierda abertzale lograra la capital.

La estrategia desplegada por Pedro Sánchez para distanciarse públicamente de Bildu en los ayuntamientos navarros, especialmente tras convocar unas elecciones generales anticipadas, le ha valido críticas entre quienes permitieron con su abstención la investidura de la líder del PSN en 2019. Su coordinador general, Arnald Otegi, les reprochó tras los comicios autonómicos y locales que tomaran a la gente por "boba", con vetos a su partido en varias ciudades. Dijo entonces que habrá que ver "qué pasa" con Chivite en el Parlamento navarro, si siguen "flagelando" en público a Bildu tras acordar con ellos durante cuatro años.

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Aunque estas afirmaciones no parecen determinantes. Al menos, no de momento, puesto que también han reiterado su pretensión de impedir que la derecha se haga con la Comunidad Foral, con un Vox que se entrena en el Parlamento. Pero el PSN, con 5 miembros tras el 28-M y cuyo voto era decisivo, ha votado en blanco también en Pamplona y, como establece la legislación, la nueva líder del Ayuntamiento será la candidata de UPN. Obtuvo 9 concejales, uno más que Bildu.

"Si Pamplona tiene un Gobierno municipal de derechas, la única responsabilidad debe recaer en quien se ha empeñado por imponer un veto a la fuerza progresista más votada en la ciudad". Estas fueron las palabras con las que el líder de Bildu en Pamplona, Joseba Asiron, señalaba más arriba para explicar que el Ayuntamiento pamplonés acabara con una alcaldesa de UPN existiendo una alternativa en el "arco progresista".

Gobierna la lista más votada

La izquierda abertzale ha tratado hasta el final de convencer al PSOE para que les brinden su apoyo en la capital, pues en caso de que ningún bloque obtuviera la mayoría absoluta (fijada en 14 ediles, pues son 27 en total), la Alcaldía sería para Ibarrola por ser la lista más votada. Gobernará, aunque sea en minoría. Esta es la misma fórmula de desempate con la que fue investido el anterior alcalde, Enrique Maya. También era de UPN, aunque entonces integraba la candidatura de Navarra Suma junto con PP y Ciudadanos, actualmente disuelta.

Con Ciudadanos fuera del mapa, Ibarrola ha contado con el apoyo de sus propios ediles, pero también con otros dos del Partido Popular de Navarra. El candidato para Pamplona por el que se decantó Génova era, precisamente, uno de los dos tránsfugas que UPN expulsó tras incumplir su directriz y votar en contra de la reforma laboral, Carlos Carcía Adanero. De hecho, la formación foral ha anunciado este mismo sábado que expedientará a tres concejales de su grupo municipal de Puente la Reina que han votado a favor de la candidata de Bildu, que en este caso sí gobernará.

Pero la joya de la corona estaba en Pamplona. El bloque de la derecha se hizo con 11 votos en el Consistorio, los mismos que Bildu con sus 8 concejales, dos de Geroa Bai –la marca regional de PNV– y otro de Contigo Navarra, que incluye a Podemos e IU. Pero sin acuerdo con los socialistas, la izquierda abertzale se ha quedado a las puertas de liderar la ciudad.

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Además de la capital, UPN también conserva el poder en ayuntamientos clave de Navarra. El de Tudela, la segunda ciudad más grande, es uno de ellos. Pero Bildu ha logrado entrar en 39 alcaldías pese al rechazo del PSOE a pactar juntos, fruto de su crecimiento tras el 28-M.

Sigue el 'no es no'

Los regionalistas también se han beneficiado del 'no es no' de los socialistas en otras localidades como Barañáin, Valle de Egüés, o Estella. No obstante, el líder de UPN y candidato a la presidencia de Navarra, Javier Esparza, denunciaba el viernes que la formación de la mesa del Parlamento constató el "primer pago" de María Chivite (PSOE) a Bildu, al permitir que estos ostenten una secretaría.

La noche electoral del 28-M dejó buenos resultados para Bildu, que pudo mirar de frente a un PNV tocado por la abstención y al que parecía escapársele su hegemonía. Sin embargo, la política de pactos del PSOE en Navarra ha marcado un cordón sanitario sobre los de Otegi que completan PNV y PP. Recortaron distancia en muchas diputaciones y ayuntamientos de capitales, pero también les ganaron en Vitoria y en Guipúzcoa. Con más fuerza que antes, vuelven a guardar la llave para que Chivite repita. Si no, los números no le dan.