Así se vivió el motín del CIE de Aluche desde dentro: "Os vamos a matar, estos cristales son para vosotros"
Unos 40 internos marroquíes y colombianos destrozaron puertas de seguridad, arrancaron váteres y reventaron cámaras de vigilancia en cuestión de minutos. Este es el relato de cómo contuvieron los policías la rebelión
Todo apuntaba a que la tarde iba a ser complicada. De hecho, siempre que se ejecuta una expulsión, hay tensión en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche, en Madrid. Y el pasado viernes, una mujer iba a salir de allí. Por ello, los agentes estaban preparados para solventar alguna situación compleja, pero lo que no esperaban era una tarde de ira y cristales rotos.
Todo empezó a ir mal, según explica uno de los agentes que vivió el motín en primera persona, sobre las cuatro y media de la tarde. A la vez que los policías encargados de tramitar y ejecutar la expulsión de dicha interna procedían a la tarea, el hombre que desató la revuelta, de nacionalidad marroquí, comenzó a perder los nervios.
Durante el Ramadán, numerosos internos no toman la medicación y, por eso y como indican las fuentes policiales consultadas, sorprendió que esta persona la solicitase en esta ocasión. Al estar los agentes dedicados al procedimiento de expulsión de la mujer, el nerviosismo de este hombre fue in crescendo hasta el punto de hacerse con cristales, autolesionarse y amenazar con ellos a los agentes. Entendió que no le estaban atendiendo con la premura necesaria.
Sobre las 17 horas, la situación ya era extremadamente delicada. Tanto que los agentes tuvieron agilizaron la expulsión de interna referida para centrarse únicamente en sofocar la algarada. "Amenazó de muerte a los compañeros y vimos cómo otros marroquíes le calentaban y le acercaban elementos del mobiliario para que los arrojase", explica uno de estos policías, que prefiere mantener el anonimato en virtud de la delicadeza del caso.
En ese momento, la tormenta ya estaba desatada en la sala de ocio del CIE. En dicha estancia había decenas de internos soliviantados. Fuentes policiales explican que están alerta sobre la llegada de drogas duras, como puede ser la cocaína o el tusi, ya que les genera un estado de exaltación tal que puede facilitar situaciones de tensión como la del motín del viernes.
Aquel día, solo un par de puertas separaban a los internos rebeldes de los policías. "Empezaron a reventar cristales, a dar golpes, arrancaron un retrete del baño, reventaron una cámara...". El relato de este agente habla prácticamente de una batalla campal en la que, apenas una hora después de las primeras hostilidades, unos 40 estaban a punto de comprometer la seguridad de apenas una decena de policías: "Y no fueron más porque el resto de internos estaban en el patio. Si hubieran estado en la sala, les hubieran obligado a quedarse". En total, hay 79 internos en estas dependencias.
"Iban a pasar"
Los agentes, vista la situación y convencidos de que los internos iban a romper las puertas de seguridad en cuestión de minutos, se guarnecieron con los chalecos y cascos que tenían en las instalaciones y reclamaron refuerzos rápidamente: "Con la segunda cámara que rompieron, ya estábamos seguros de que iban a traspasar las puertas".
En esos instantes la tensión era máxima y, hasta que llegaron las unidades especializadas para sofocar el motín, fueron los agentes allí presentes, junto con los de otros grupos policiales que se encontraban aquella tarde en las dependencias de Aluche, quienes soportaron el primer envite.
"Os vamos a matar, esto es para vosotros". Esos fueron los gritos que uno de los internos, cristal en mano, les dedicó durante este trance, como recuerdan las fuentes consultadas. Además, como subrayan los agentes, llegaron a reventar una cristalera de seguridad usando "como si fuera un ariete" parte del falso techo enrejado que hay en estas estancias. Aseguran que se produjo una especie de alianza entre los marroquíes y los colombianos -muy extraña, según puntualizan, ya que no suelen tener relación en el centro- que agravó la situación.
Cuando llegaron refuerzos de la UIP y la UPR, el motín acabó. Los policías que contuvieron la algarada salieron entonces de las dependencias donde tuvo lugar el suceso y, al volver, encontraron unas estancias arrasadas. “Nos impactó que había hasta una puerta arrancada”, expresa uno de ellos, que teme que, a partir de ahora y si no mejoran los mecanismos de seguridad en instalaciones así, puedan repetirse situaciones de riesgo como la de la semana pasada: “El problema es que ya saben reventar los cristales”.
Después de que trascendiera este caso, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) exigió implementar las medidas de seguridad que sean necesarias para asegurar la integridad física tanto de los policías como de los internos. Los agentes que sufrieron el motín, al ser consultados por este diario, también reclaman que se les forme para afrontar situaciones así. De igual modo, piden que se renueven los medios materiales con los que cuentan para defenderse.
El @Sup_Policia denuncia la indefensión de nuestros compañeros en los #CIE
— SUP (@Sup_Policia) April 8, 2024
Tras el #Motín en el que algunos internos destrozaron mobiliario e instalaciones se demuestra que nuestras demandas estaban justificadas
Volvemos a pedir ➕️ medios y personal con formación especifica pic.twitter.com/sNvkEGUyJX
Preocupa en la plantilla, igualmente, que se hayan sucedido momentos de tensión en los últimos meses y que han desembocado en este motín. Como rememoran, hubo incidentes tanto en enero, como en febrero y marzo. Las fuentes consultadas especifican que apenas unos días antes del motín del viernes fue expulsado el cabecilla de estas revueltas.
Todo apuntaba a que la tarde iba a ser complicada. De hecho, siempre que se ejecuta una expulsión, hay tensión en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche, en Madrid. Y el pasado viernes, una mujer iba a salir de allí. Por ello, los agentes estaban preparados para solventar alguna situación compleja, pero lo que no esperaban era una tarde de ira y cristales rotos.
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