Finaliza el motín en el CIE de Aluche después de 11 horas de tensión

Los 39 inmigrantes que permanecían en la azotea del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche desde las 21 horas del martes han abandonado la concentración a primera hora de esta mañana y han regresado al interior de las instalaciones. Exigían el cierre del recinto y la cancelación de las órdenes de expulsión que recaen sobre ellos, pero las protestas han concluido después de que los responsables policiales que han liderado la negociación durante toda la noche hayan logrado convencerles, en torno a las 9:25 horas de este miércoles, de que era imposible asumir esas peticiones y que lo mejor era que finalizaran la protesta para evitar la aplicación de otras medidas más drásticas.

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En torno a 60 inmigrantes, en su mayoría de nacionalidad argelina, habrian participado en el motín. Fuentes de las Fuerzas de Seguridad han precisado a El Confidencial que comenzó cuando los internos hicieron presión sobre una puerta de seguridad y lograron reventar su cerradura. Después accedieron a la escalera de incendios y subieron a la azotea.

Tras esto, la seguridad del CIE de Aluche avisó a la sala del 091. Los primeros efectivos en llegar fueron dos equipos de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), pero ante la dimensión de la revuelta se reclamó apoyo a las Unidades de Intervención Policial (UIP), que también tardaron pocos minutos en acudir.

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Aunque el objetivo de los internos era fugarse, fuentes policiales informaron desde los primeros minutos de que ninguno logró salir de las instalaciones del centro, situado en el número 51 de la Avenida de los Poblados, al sur de la capital. Un grupo optó por concentrarse en el tejado del edificio principal y comenzaron a lanzar gritos de "libertad" y "dignidad" .

Como ha podido saber El Confidencial, la actuación de los inmigrantes se habría actuado de forma coordinada. De hecho, varios de los participantes confesaron en las últimas horas a trabajadores del centro que estaban preparando una revuelta para tratar de impedir la orden de expulsión que recae sobre todos ellos y que se iba a ejecutar en los próximos días.

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Según varios documentos a los que ha tenido acceso El Confidencial, el levantamiento ocurrido en el CIE de Aluche iba a ocurrir de un momento a otro. Representantes de la Unión Federal de Policía (UFP) de Madrid avisaron el pasado día 11 de octubre a responsables policiales de que se estaba preparando un motín en el CIE de Aluche y que este sería "en los turnos de tarde-noche" y que tomarían como rehén a "personal laboral" y si no a "un funcionario de la policía". Además, denunciaban que los internos lograron manipular algunos efectos como un pantalón de policía, cepillos de dientes, barras, tijeras, cuchillas de afeitar... "hasta convertirlas en armas, tales como punzones y pinchos".

Por otro lado, la UFP de Barcelona solicitó, a fecha del 7 de octubre, un mayor número de policías en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Barcelona "en un número nunca inferior a 12 policías por turno y a razón de un policía extra por cada internos a partir de 120". La petición llegaba solo dos días después de que más de medio centenar de inmigrantes lograra escapar del CIE de Murcia y debido a la ajustada plantilla de la que dispone este centro de internamiento en la Ciudad Condal.

Ahora Madrid hace "turnos de permanencia"

Antes de que finalizara el motín, hasta cuatro concejales de Ahora Madrid se trasladaron al CIE para intentar mediar sin éxito, entre ellos, la concejala-presidenta de Aluche y Carabanchel, Esther Gómez; el concejal-presidente de Villaverde y Fuencarral-El Pardo, Guillermo Zapata; el delegado de Salud, Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, y el delegado de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato. "Esperamos que no haya heridos y concluya lo antes posible", señaló Barbero a su llegada al CIE. "Nos hemos acercado donde está la Policía y los efectivos de Interior intentando negociar".

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, también trasladó personalmente y de manera telefónica a la delegada del Gobierno, Concepción Dancausa, su preocupación por lo ocurrido. Mientras, y a travésde su cuenta en Twitter, Ahora Madrid pidió a la ciudadanía que se sumara a esta labor de vigilancia para "dejar bien claro que en esta ciudad se defienden los derechos humanos".

Iglesias se ofrece a mediar pero no acude

También acudieron hasta allí diputados y senadores de Podemos e, incluso, su secretario general, Pablo Iglesias, anunció a primera hora de la mañana que acudiría al CIE de Aluche para intentar "mediar" y pedir su cierre argumentando que "es una barbaridad que existan". "Nuestra obligación es estar allí", ha señalado en una entrevista en 'Espejo Público'. Sin embargo, finalmente no ha hecho acto de presencia al igual que el cofundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, que también tenía previsto hacerlo.

Por su parte, el Grupo Parlamentario Socialista ha registrado este miércoles en el Congreso una solicitud de comparecencia urgente del director general de la Policía, Ignacio Cosidó, para que explique lo ocurrido en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Aluche.

Fugas y revueltas en otros CIE

En el motín de Murcia, un total de 67 inmigrantes de diferentes nacionalidades lograron huir el pasado 5 de octubre tras enfrentarse a los policías que los custodiaban. Cinco miembros de las Fuerzas de Seguridad resultaron heridos. El motín comenzó cuando uno de los reclusos simuló sentirse enfermo. Una ambulancia se desplazó para tratarlo y, en el momento en el que accedía al recinto, los internos aprovecharon para poner su plan en marcha.

En agosto ya se escaparon de este centro 17 internos limando los barrotes de una ventana. De ellos, 11 fueron apresados pocas horas después. En diciembre de 2014, tuvieron que intervenir los antidisturbios para sofocar otra protesta. En aquella ocasión, los inmigrantes recluidos quemaron sábanas. Y un año antes, en otro motín, medio centenar de internos arrancó una de las puertas del recinto y trató de salir a la calle. También tuvieron que actuar agentes de las UIP.

Las organizaciones de defensa de los derechos humanos han convertido el cierre de los CIE en una de sus reivindicaciones de cabecera, al considerar que atentan contra los derechos de las personas y albergan a los inmigrantes en condiciones insalubres e indignas. Por su parte, los sindicatos de Policía llevan años reclamando mayores efectivos para las plantillas asignadas a los CIE con el objetivo de evitar que se produzcan incidentes como los de Aluche, garantizar la seguridad de los internos y, por último, la de los propios agentes.