86 magrebíes se amotinan en el CIE de Aluche: "Estábamos ocho policías de guardia"

86 inmigrantes de origen magrebí se han amotinado a última hora de este lunes en el CIE de Aluche (Madrid) para evitar ser deportados a sus países de origen. Según explican fuentes de la Policía Nacional, en el momento en el que se produjo el incidente había ocho policías de guardia y, aunque en un primer momento los internos "reventaron puertas y destrozaron mobiliario", ninguno de ellos logró fugarse.

"Solo se ha hecho contención, no ha habido que cargar porque cuando han entrado la Unidades de Intervención Policial y de Prevención y Reacción se han sentado", señalan. La mayoría de los amotinados llegó en patera a España y, tras ser interceptados, fueron trasladados de Algeciras al CIE de Aluche.

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María Zuil

El suceso recuerda a lo ocurrido el pasado noviembre, cuando 13 inmigrantes se fugaron de este mismo centro de internamiento. De todos modos, en aquella ocasión la huida estaba planificada, ya que provocaron un apagón a media tarde, sabotearon la instalación eléctrica y luego saltaron la valla.

"Hace falta más personal"

Desde la Unión Federal de la Policía critican que no se refuerce el personal de este CIE, y es que "los amotinados se unen por nacionalidad cuando saben que van a ser expulsado" y superan así en número a los agentes. "La falta de personal y el hecho de que las instalaciones sean tan viejas son los dos principales problemas", aseguran.

Por otra parte, algunos políticos de Ahora Madrid como Javier Barbero, concejal de Salud, Seguridad y Emergencias del ayuntamiento de la capital, afirman que los internos se amotinan porque sus "derechos se vulneran sistemáticamente".

Polémica con el CIE

Cabe señalar en este sentido que el pasado 10 de julio el Ayuntamiento de Madrid pidió la abolición de los Centros de Internamiento Extranjeros, incluido el de Aluche, y presentó una batería de medidas para que los jueces no internen a los inmigrantes, como por ejemplo la posibilidad de ofrecer alojamiento mientras se resuelve su expulsión.

El consistorio censura además la opacidad de los centros, que definen como "espacios no penitenciarios cuya función instrumental es la de facilitar la expulsión de las personas extranjeras en situación irregular", y creen desproporcionada y "discriminatoria" la privación de libertad "por el simple hecho de cruzar una frontera".