Cruz Roja deja de prestar servicio en Barajas por la precariedad de las salas de asilo para migrantes

La situación de los migrantes que piden asilo en el aeropuerto de Barajas (Madrid) es insostenible. Por eso, Cruz Roja renuncia a prestar servicio. Se retira de la infraestructura, al menos por un tiempo. La ONG espera que su ausencia sea "temporal" y puedan volver una vez que el Ministerio de Interior facilite una atención "digna" a estas personas.

Los inmigrantes se alojan en las salas de asilo se hallan "hacinados" desde hace días, encajonados en camas-litera en las que apenas cabe un alfiler más y con problemas para sobrellevar el día a día, según persisten en denuncian los sindicatos policiales como SUP, e incluso la propia Cruz Roja. La decisión de la ONG ha sido cuestionada por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que "no comparte" la directriz aunque "la respeta".

El director de Migraciones de Cruz Roja, José Javier Sánchez, detalla que han llegado a haber hasta 400 personas, según sus cálculos estimados, para un total de tres salas repartidas en distintas terminales, con espacio para unos 130 alojados. "Se han superado otros los límites", lamenta, aunque aclara que no puede dar una fecha concreta para su vuelta porque todo ello "dependerá del ministro Marlaska, que tiene las competencias sobre las áreas de asilo. Siendo la acumulación de gente el principal problema, reconocen que no pueden realizar su trabajo y acompañar a quienes lo necesitan si las condiciones "son tan malas", con tan poco espacio y personas –12 empleados o voluntarios, repartidos en dos turnos–, por lo que dan su brazo momentáneamente a torcer.

El Estado delega en esta organización y en otras buena parte de los servicios del sistema de acogida, especialmente en sus etapas iniciales. Los migrantes que terminan hacinados en estas salas vienen desde otros países y solicitan asilo una vez hacen escala en la capital española. Desde allí, comienza un largo proceso que puede demorarse meses, e incluso años, hasta que las autoridades pertinentes diluciden si cumplen o no los requisitos.

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El ministro se ha justificado en que, desde el inicio de la crisis, emplazó a Cruz Roja a "reforzar la colaboración" entre ambos organismos. El objetivo era implicar a las instituciones para resolver los problemas del aeropuerto, y que los migrantes afrontaran con "más garantías" su paso por España. No ha sido así, y Cruz Roja ha terminado por renunciar al servicio que prestaba en el aerpuerto.

Para dar solución al colapso, el Ministerio tomó la decisión de trasladar a los solicitantes de asilo al CIE de Aluche, un Centro de Internamiento para Extranjeros, medida a la que se opuso la Fiscalía y que un magistrado del Juzgado de Instrucción número 46 de Madrid de Madrid paralizó.

El Ministerio de Interior achaca el alto volumen de personas que llegan a Barajas para pedir asilo a un uso "fraudulento" de los visados para viajar desde ciudades marroquíes como, por ejemplo, Casablanca. Hay una investigación en marcha y los responsables del Ministerio ya se han abierto a pedir un visado de tránsito, otra forma aparentemente de lucha contra el fraude.

Se han registrado hasta 847 solicitudes de protección internacional en el aeropuerto, una cifra insólita recogida solo en los primeros 15 días del año. Ante este escenario, Interior ha anunciado que comenzaron a limpiar las instalaciones y abierto una tercera sala de asilo. Ante los problemas, se han reforzado los efectivos de la Policía Nacional o los funcionarios de la Oficina de Asilo y Refugio (OAR) en el puesto fronterizo de Barajas, tal y como ha confirmado el Ministerio de Interior.