La remodelación de la plaza de Dalí: el Dolmen recuperará su pavimento, habrá zonas verdes y una fuente

No hay fecha, pero el compromiso está sellado. La remodelación del Dolmen de Dalí y la plaza que lo alberga en Madrid, con el mismo nombre, devolverá al conjunto escultórico del artista de Figueras el bloque de granito que retiraron en la reforma anterior. En esta ocasión, se trata de "una remodelación, y no una reforma integral", como la de 2002-2005. Una aclaración en la que insistió la delegada de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento, Paloma García Rodero, en la comisión municipal celebrada este miércoles.

En este caso habrá modificaciones concretas, y no será un lavado de cara absoluto. Los cambios irán desde la ampliación de zonas verdes y jardineras, la renovación del mobiliario urbano, áreas infantiles o zonas de saneamiento por la lluvia, hasta la creación de una nueva fuente ornamental en la plaza y la recuperación del pavimento que servía de base a la estatua. En su día, la decisión de quitarlo provocó un enorme revuelo entre los vecinos, que se organizaron para protestar e incluso acudieron a los tribunales contra el plan que desarrollaba el Gobierno municipal, entonces dirigido por José María Álvarez del Manzano, del PP.

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Guillermo Martínez

En 2018 llegó a emitirse un comunicado conjunto bastante duro con el proyecto, que firmaron el entonces presidente de la Asociación de Vecinos Goya-Dalí, Juan Carlos García Dueñas, en representación de esta parte del distrito de Salamanca; y el coordinador de la Mesa de Patrimonio-Histórico-Artístico del Foro Local de Madrid, que era Juan Antonio Aguilera Díaz. En él pidieron no solo revertir los cambios que habían sido ejecutados hasta 2005, sino "declarar nula" toda la actuación.

¿Por qué este enfado? Principalmente, se debe al vandalismo o las desapariciones de partes del monumento, por lo que casi siempre se exigió más protección y mantenimiento. En este sentido, la delegada de Obras se defendió de las acusaciones del PSOE, cuyo edil Pedro Estaban Barrero le reprochó el "abandono" al que se había visto sometido la plaza con el Gobierno de Almeida. Por contra, García Rodero le espetó que esto nunca ha ocurrido y ensalzó ambas actuaciones, la de hace una década y esta última.

Es ahí cuando ella misma selló el compromiso de que la obra artística "no se moverá" de su sitio y permanecerá en la plaza. Cuando empezó la reforma de principios de los 2000, los vecinos temieron que esto pudiera ocurrir ante los planes que vislumbraba el anterior Ejecutivo de Álvarez Manzano. La cuestión llegó al Tribunal Supremo, que terminó dándoles la razón y declarando todo el conjunto como "bien inmueble", de forma que no pudiera ser trasladado y la Administración tendría que garantizar medidas de protección.

Compromiso electoral

Los vaivenes en la plaza de Dalí llevaron al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, a hacer de su reparación una de las bazas con las que conquistar las elecciones del 28-M. Así que en los presupuestos municipales viene marcada en rojo una inversión de 1,6 millones de euros en 2024, y la previsión de ampliar con más de 1,3 millones para las obras en la glorieta.

La idea es que al refrescar la imagen de la plaza, dotarla de nuevos recursos y recuperar el pavimento en el Dolmen, se reduzcan los altercados y la figura ideada por el genio figuerense logre estar más protegida.

Desde el PSOE, que fue el grupo que preguntó a la delegada por los planes para la remodelación, propusieron –ya lo hicieron en otras ocasiones– declarar la obra artística como BIC, un Bien de Interés Cultural. Esta figura de protección permite reforzar las medidas que blindan y protegen el conjunto, así como aumentar las sanciones en caso de vandalismo. Sin embargo, desde la Comunidad de Madrid (que tiene la competencia para hacerlo) mostraron cómo el conjunto ya aparece en el catálogo autonómico de bienes con esta categoría.