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¿Qué hacer con la plaza más fea del centro de Madrid? Ideas para Jacinto Benavente
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¿Qué hacer con la plaza más fea del centro de Madrid? Ideas para Jacinto Benavente

El uso actual del enclave se asemeja más a un lugar de paso que a una plaza que pueda vivir la ciudadanía. Remodelar las entradas al 'parking', añadir elementos que den sombra y homogeneizar los edificios son algunas propuestas

Foto: Estado actual de la plaza Jacinto Benavente. (EFE/J.J. Guillén)
Estado actual de la plaza Jacinto Benavente. (EFE/J.J. Guillén)

La plaza que nunca lo fue, hasta ahora. Así es como se podría titular una crónica sobre la céntrica plaza de Jacinto Benavente si el proyecto de remodelación en el que ya trabaja el Ayuntamiento de Madrid termina por satisfacer a la ciudadanía. Casi tres décadas después de su última remodelación en la que se conquistó gran espacio para los viandantes, el enclave sigue arrastrando muchas carencias. Las entradas del parking subterráneo distorsionan el enclave, cuyo desfase además se acentúa con la peatonalización de las calles adyacentes. El objetivo está claro: hacer de la plaza un espacio de disfrute para el vecindario, y no un mero lugar de paso, como ocurre en la actualidad.

Foto: Vista de la calle de Carretas desde la Puerta del Sol. (EFE/Juanjo Martín)

Sigfrido Herráez, actual decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), fue el propulsor de la antigua remodelación de la plaza de Jacinto Benavente, en los últimos años de la década de 1990. “Yo recuerdo aquello con muchísimas dársenas de autobuses, y el vehículo privado ocupaba gran parte de la plaza. Puede no gustar la actual disposición, pero lo que hicimos fue recuperar espacio para el peatón”, defiende y cifra en un 20% el espacio que actualmente está dedicado para el transporte, ya sea público o privado.

Aquella playa para los coches dio paso a la actual plaza, cuyos elementos aún hacen que no sea disfrutada como tal por parte de la ciudadanía madrileña. “La verdad es que funciona más como un lugar de paso, no un espacio en el que la gente se quede”, dice Herráez, concejal de Rehabilitación Urbana en el momento de la remodelación. Rememora de aquella experiencia lo que para él fue el mayor éxito: “Hicimos un concurso para ver qué escultura poníamos y ganó la de un barrendero, que ha quedado muy bien, a tamaño real, y gusta bastante”.

placeholder Alguien puso al barrendero de la plaza de Jacinto Benavente una mascarilla durante los peores momentos de la pandemia. (EFE/Chema Moya)
Alguien puso al barrendero de la plaza de Jacinto Benavente una mascarilla durante los peores momentos de la pandemia. (EFE/Chema Moya)

Un desfase, en el suelo y en las fachadas

El geógrafo y urbanista Antonio Giraldo denomina a la plaza de Jacinto Benavente como la peor del centro de Madrid, dado lo desfasada que se ha quedado. “Tiene muchas calles que llegan a ella, una parada de bus con doble dársena integrada, y el parking, el mayor elemento que la condiciona”, dice. Este aparcamiento subterráneo es lo que más distorsiona la estética del lugar, también por la peatonalización de algunas calles que circundan la plaza, como Carretas.

Foto: Recreación de como quedará la Puerta del Sol tras su remodelación. (Ayuntamiento de Madrid)

El Consistorio, por el momento, no puede dar ningún detalle sobre el proyecto que prepara, ya que todavía no se ha redactado, pero el decano del COAM sí aconseja que se convoque un concurso. “Eso es lo ideal, porque ahí puedes apreciar una riqueza enorme de posibilidades, y la parte más artística también sale a relucir entre los candidatos”, agrega.

Cualquier persona que pasee por la zona puede apreciar la Casa de los Cinco Gremios Mayores. “Eso funcionó como oficinas, y ahora desde el Ayuntamiento han propuesto al Colegio realizar un proyecto para mejorar la estética de la fachada, algo muy interesante porque su presencia en la plaza no es la mejor”, dice Herráez.

placeholder Imagen de archivo de Fernando de Castro, expresidente del Centro Gallego de Madrid cuya sede es uno de los edificios más cuestionados de la plaza de Jacinto Benavente. (EFE) EFE/Javier Lizon
Imagen de archivo de Fernando de Castro, expresidente del Centro Gallego de Madrid cuya sede es uno de los edificios más cuestionados de la plaza de Jacinto Benavente. (EFE) EFE/Javier Lizon

Giraldo, por su parte, define a la Casa como “un edificio muy interesante arquitectónicamente, pero que se sitúa en una zona algo escondida. Es uno de los edificios con estética cuestionable”. De esta forma, su presencia en la plaza ha quedado distorsionada por los numerosos aparatos de aire acondicionado y letreros que ocupan su fachada. Según el mismo Giraldo, “cualquiera que viera una fotografía de cómo era el edificio cuando se inauguró, lo preferiría así”.

El urbanista concreta: “Los edificios de la plaza no dialogan entre ellos, y en muchos casos están descuidados. Habría que armonizarlos, como ocurrió con la Puerta del Sol hace unos años, del mismo color y con similar iluminación”. Herráez, por su parte, indica el camino que habría que seguir: “Primero tendremos que hablar con los propietarios y tratarlo con ellos, que hagan un concurso y que se dé una subvención, porque una cosa así no la van a pagar los vecinos”.

El mayor eje peatonal del centro de Madrid

Reconfigurar los accesos al parking es lo primero que haría Giraldo si en su poder estuviera realizar una reforma profunda de la plaza de Jacinto Benavente. “Quizá se podría estudiar si arquitectónicamente es posible dejar solo un lugar de entrada y salida o hacer dos puertas en lugares algo más discretos”, añade. También terminaría de peatonalizar algunas calles que llegan a ella, como Doctor Cortezo, en la que se ubican los Cines Ideal y une el enclave con la plaza de Tirso de Molina.

Foto: Lona publicitaria en defensa del sector del cerdo instalada el pasado febrero en la Puerta del Sol. (EFE/Javier Ríos)

“Sería muy interesante hacer un eje peatonal Tirso de Molina – Doctor Cortezo – Jacinto Benavente – Carretas – Puerta del Sol – Montera – Gran Vía – Fuencarral; un eje norte – sur, que en Madrid no existen tantos”, completa. Asimismo, dejaría la calle Atocha como alivio al tráfico, y las paradas de autobús también ya que “cumplen una muy buena función en cuanto a movilidad en el distrito centro, aunque las integraría de forma más artística en la plaza”, apunta.

placeholder Vista del Teatro Calderón, en la plaza de Jacinto Benavente. (EFE/Víctor Lerena)
Vista del Teatro Calderón, en la plaza de Jacinto Benavente. (EFE/Víctor Lerena)

Por otra parte, el urbanista señala que la reforma de Jacinto Benavente es más necesaria, incluso, que la que se está llevando actualmente en la Puerta del Sol y sus inmediaciones. “Y todo esto sin olvidar que en otros distritos de Madrid que no son el centro hay plazas que llevan sin remodelarse medio siglo”, agrega.

Las claves para que los vecinos tomen la plaza

Para Herráez, algo primordial es que una plaza en el centro de Madrid, actualmente, debe tener sombra en verano y cobijo en invierno. Con esas premisas, este reconocido arquitecto utilizaría bancos, sillas, juegos de niños y elementos como jardineras de gran tamaño con un árbol de pequeño porte para que la plaza de Jacinto Benavente fuera un lugar más amable en el que estar. “Aquí falta que los vecinos tomen la plaza, y hay que invitarles a ello”. Por el momento, el vecindario sí que podrá disfrutar del cruceiro derribado en 2020 en la misma plaza.

placeholder Protesta del Movimiento 15-M en la plaza de Jacinto Benavente. (EFE/Kiko Huesca)
Protesta del Movimiento 15-M en la plaza de Jacinto Benavente. (EFE/Kiko Huesca)

Giraldo también apuesta por más sombra con árboles, aunque no es su única idea: “Este lugar se presta mucho a poner algunos toldos o pérgolas verdes. Eso no se podría hacer en Sol, pero esta plaza sí que se presta a experimentar con sistemas completamente innovadores para crear sombra”. A todo ello, el urbanista añadiría elementos de ajardinamiento y un elevado número de bancos.

Herráez es consciente de que la concienciación y demanda vecinal se dirige hacia la peatonalización y pacificación de los espacios urbanos, al igual que al ensanchamiento de las aceras. “Ahora mismo, todos estamos domesticados en la política de la amabilidad de la ciudad, y una plaza no es amable con sus vecinos si no te puedes sentar en ella o si funciona como una calle, que es lo que ocurre con Jacinto Benavente”, concede el decano.

Foto: Almeida junto dos concejalas en las obras de la M-30. (EFE/Mariscal)

El autor de la última remodelación que sufrió la plaza de Jacinto Benavente hace casi tres décadas agrega que, si la plaza se llena de vida y deja de ser un lugar de paso, “también incidirá como fenómeno turístico, porque a los visitantes les gusta ver plazas vividas”. Y concluye: “Yo le diría al Ayuntamiento que hiciera un concurso. Si no van a tocar la superficie porque debajo tienen el aparcamiento, sería súper sencillo. Los que creemos en la ciudad y en mejorarla siempre apostamos por los concursos públicos, porque así existe la posibilidad de elegir entre decenas de alternativas, que seguro alguna será mejor que las otras”.

La plaza que nunca lo fue, hasta ahora. Así es como se podría titular una crónica sobre la céntrica plaza de Jacinto Benavente si el proyecto de remodelación en el que ya trabaja el Ayuntamiento de Madrid termina por satisfacer a la ciudadanía. Casi tres décadas después de su última remodelación en la que se conquistó gran espacio para los viandantes, el enclave sigue arrastrando muchas carencias. Las entradas del parking subterráneo distorsionan el enclave, cuyo desfase además se acentúa con la peatonalización de las calles adyacentes. El objetivo está claro: hacer de la plaza un espacio de disfrute para el vecindario, y no un mero lugar de paso, como ocurre en la actualidad.

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