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Los 30 minutos de fuga que acabaron en tragedia en Madrid: "Se los ha llevado por delante"
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los tres implicados han sido detenidos

Los 30 minutos de fuga que acabaron en tragedia en Madrid: "Se los ha llevado por delante"

Pedro, uno de los presuntos autores, se entregó a la Policía tras ocho horas fugado. Tiene antecedentes por el robo de catalizadores de coches. Estas piezas son muy cotizadas en el mundo de la joyería

Foto: Agentes de la Policía Nacional custodian y recogen pruebas del atropello en el paseo de Extremadura. (EP/Carlos Luján)
Agentes de la Policía Nacional custodian y recogen pruebas del atropello en el paseo de Extremadura. (EP/Carlos Luján)

La tragedia se hizo sentir este jueves en el paseo de Extremadura de Madrid. En torno a la una de la tarde, un Mercedes gris que huía de la Guardia Civil arrolló todo lo que se cruzaba por delante. En total, fueron 30 minutos de fuga a toda velocidad, pero las peores consecuencias se concentraron en apenas un kilómetro —desde el metro de Alto de Extremadura hasta el puente de Segovia—. Patinó varias veces hasta embestir y causar la muerte de dos personas, además de cinco heridos.

Iban tres personas en el coche. Dos de ellas fueron detenidas y el tercero, Pedro, que iba al volante, se fugó. Ocho horas después, se entregó a las autoridades en la comisaría del distrito de Latina. Nació en 1991, vive en Fuenlabrada y cuenta con multitud de antecedentes policiales. Además, estaba siendo investigado por un delito de hurto cometido recientemente, según fuentes de la investigación. Su robo fetiche son los catalizadores de los vehículos, altamente cotizados en el mundo de la joyería. De hecho, en el maletero del coche se han encontrado cuatro catalizadores robados, han indicado estas fuentes.

Foto: Agentes de la policía nacional recogen pruebas del atropello en el Paseo de Extremadura. (Carlos Luján/EP)

Los otros detenidos tienen 24 y 26 años. La más joven es una mujer, propietaria del vehículo y que en el momento de la huida llevaba un bebé en brazos. Es precisamente esta cuestión la que desencadenó la persecución. La Guardia Civil dio el alto al coche por no llevar la silla infantil reglamentaria e hicieron caso omiso. Salieron pitando y no hicieron ningún amago de esquivar a las personas que transitaban por la calle. Los apellidos de los tres no coinciden, según fuentes de la investigación consultadas por El Confidencial, por lo que no se puede asegurar que sean familia. De ella constan tres antecedentes por robo con violencia y hurto.

placeholder Paso de cebra donde se produjo el segundo atropello. (EC)
Paso de cebra donde se produjo el segundo atropello. (EC)

La Policía tomó declaración a los detenidos y examinó las huellas del vehículo. Todo apunta a que aceleraron por sus cuentas pendientes con la Justicia y a sabiendas del riesgo de conducir a tal velocidad: había 200 metros entre atropello y atropello, distancia suficiente para pisar el freno. Las fuentes consultadas destacan este dato a la hora de concluir que sabían bien lo que hacían. También descartan que se tratase de un accidente o que perdieran el control del vehículo. “Es intencionado”, afirman. "Desde que vas a esa velocidad y no has parado. Perder el control creemos que no, se lo ha llevado por delante. Descartamos por completo el móvil terrorista o que tuviese alguna relación con las víctimas, pero si vas a esa velocidad y no quieres parar... hay 200 metros entre un atropello y otro", continúa una fuente policial al tanto de las pesquisas.

Foto: Agentes de la Policia Nacional custodian y recogen pruebas del atropello en el Paseo de Extremadura. (EP/Carlos Luján)

Esta cuestión será clave a la hora de calificar penalmente lo sucedido. La pena por homicidio imprudente es muy inferior a la de homicidio doloso. La investigación depende de la comisaría de Policía Nacional de Latina y de la Brigada de Policía Científica de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Minutos después del suceso, dos vecinos del número 55 no quisieron siquiera acercarse unos metros más arriba, donde se produjo el segundo atropello. “Estaba en mi habitación y escuché un patinazo muy fuerte”, relata un joven a este diario. “Después me asomé por la ventana bastante asustado, y llamé a mi madre para decirle que estaba bien. Luego empezó a venir mucha policía”, señala. Si hay algo que tienen en común los testigos consultados es el asombro por el ruido. Del coche, de los cristales del retrovisor destrozado y de quienes se encontraban en aquellos pasos de cebra.

placeholder La policía científica se acercó al metro, donde se produjo el primer atropello. (EC)
La policía científica se acercó al metro, donde se produjo el primer atropello. (EC)

Los gritos de la mujer de una de las víctimas fallecidas alertaron a los presentes. Los trabajadores de los comercios cercanos salieron a ver qué ocurría y se toparon con el desastre. El vehículo del terror había arrollado a un señor de 88 años en presencia de su esposa, también anciana. Las camareras del bar El Dorado salieron a socorrerla: le trajeron una silla para que se tranquilizase y después se metió en una ambulancia. El Samur Social tuvo que acercarse al domicilio de la otra persona fallecida para comunicar la noticia a los familiares. La luna delantera también estaba resquebrajada, pero se desconoce si es por el impacto de las víctimas.

Tres puntos negros

El atropello múltiple se produjo en tres puntos diferentes del paseo de Extremadura. A la altura del metro, en el número 88 y en el Puente de Segovia. En el primero, se cobró la vida de una persona y una pareja de 65 años tuvo contusiones leves en la rodilla y en la cadera. Además, una anciana de 90 años fue trasladada al Clínico para hacerle una valoración radiológica. La víctima mortal, de 72 años de edad, no tuvo posibilidad de reanimación. Alejandra estuvo presente: el hombre estaba cruzando la calle cuando se produjo el accidente. “Fue horroroso”.

El vehículo continuó a toda velocidad, calle abajo, reventó uno de sus faros y, justo después, atropelló a la segunda víctima mortal, de 88 años. Nada de esto fue suficiente para que los tres a bordo del Mercedes levantasen el pie del acelerador. Fue la llegada al Puente de Segovia, próximo a Madrid Río, lo que produjo que se detuviese el vehículo y Pedro se diese a la fuga por unas horas.

La tragedia se hizo sentir este jueves en el paseo de Extremadura de Madrid. En torno a la una de la tarde, un Mercedes gris que huía de la Guardia Civil arrolló todo lo que se cruzaba por delante. En total, fueron 30 minutos de fuga a toda velocidad, pero las peores consecuencias se concentraron en apenas un kilómetro —desde el metro de Alto de Extremadura hasta el puente de Segovia—. Patinó varias veces hasta embestir y causar la muerte de dos personas, además de cinco heridos.

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