Se entrega el fugado del atropello en Madrid: vecino de Fuenlabrada y decenas de antecedentes

La Policía Nacional ha detenido a Pedro, el único fugado del atropello esta mañana en el Paseo de Extremadura de Madrid. Se escapó a pie tras matar a dos personas. Debido a la presión ejercida por agentes de seguridad ciudadana y de policía judicial, se ha entregado en la Comisaría de Distrito de Latina. Nacido en 1991, tiene su residencia en el municipio de Fuenlabrada. Según fuentes de la investigación, cuenta con decenas de antecedentes policiales y estaba siendo investigado por un delito de hurto cometido recientemente. Junto a él han sido arrestados otros dos jóvenes que iban con un bebé en el vehículo que detonó la persecución que terminó en tragedia.

A sus 32 años, Pedro había sido objeto de investigación por parte de la Policía debido a su costumbre de robar catalizadores. Según explican las fuentes consultadas, son una pieza incorporada al sistema de escape de los coches. Prácticamente, todos los coches modernos van provistos de este elemento. El material está considerado un material precioso y son muy valiosos en el mundo de la joyería. El fugado se dedicaba a serrar esa parte de los bajos de los coches y luego revenderlas en el mercado negro.

Los apellidos de los tres no coinciden, según las mismas fuentes consultadas por El Confidencial por lo que de momento no es posible trazar una vinculación familiar entre ellos. La joven es una veinteañera, de 24 años (nacida en 1998). Es la más joven de los tres. Le constan tres antecedentes por robo con violencia y hurto. El tercero, de 26 años (nacido en 1996), también cuenta con antecedentes, siempre según las mismas fuentes consultadas. La investigación depende de la Comisaría de Policía Nacional de Latina y de la Brigada de Policía Científica de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

TE PUEDE INTERESAR

Dos muertos en un atropello múltiple en el Paseo de Extremadura (Madrid): el coche huía de la policía

A. Farnós A. Requeijo A. López

Entre los trabajos de la Policía se ha tomado declaración a los dos detenidos y se han tomado huellas del vehículo. Es un Mercedes gris y no figura como robado. Las investigaciones realizadas concluyen que es de la joven detenida. Los tres implicados llevaban un bebé y no iba en la silla obligatoria para los menores de esa edad, sino en brazos. La Guardia Civil les dio el alto por ese motivo y en lugar de frenar aceleraron. Los investigadores creen que pisaron el acelerador conscientes de sus antecedentes policiales y cuentas pendientes con la Justicia.

Creen que fue intencionado

Hubo un primer atropello con resultado de muerte y otro a doscientos metros del anterior, con el mismo resultado. En el camino dejaron otras personas heridas. Las fuentes consultadas destacan la distancia entre uno y otro a la hora de concluir que sabían bien lo que hacían y las consecuencias de conducir de ese modo en esa zona. Por el perfil de los detenidos descartaron rápidamente el móvil terrorista o que tuvieron algún problema previo con las víctimas, dos personas de avanzada edad. Pero la investigación también descarta que se tratase de un accidente o que perdieran el control del vehículo. “Es intencionado”, afirman.

“Desde que vas a esa velocidad y no has parado. Perder el control creemos que no, se lo ha llevado por delante. Descartamos por completo el móvil terrorista o que tuviese alguna relación con las víctimas, pero si vas a esa velocidad y no quieres parar... hay 200 metros entre un atropello y otro", afirma una fuente policial al tanto de las pesquisas. Este análisis va a resultar clave a la hora de calificar penalmente los hechos. La pena por un homicidio imprudente es muy inferior a la de un homicidio doloso.

Tenía la luna rota por lo que apenas podían ver cuando decidieron bajarse del coche y salir a la carrera. A los agentes les dio tiempo a arrestar a dos de ellos, pero el tercero se escapó. Ocho horas después, se entregó a las autoridades. Ahora se trata de determinar si la luna se rompió por uno de los atropellos o por un choque al perder el control. Según la información de la Guardia Civil, la fuga duró unos 30 minutos. Se inició en en la A-46 y de ahí fueron a Móstoles y luego tomaron la intersección al Paseo de Extremadura.

Todo en el Paseo de Extremadura transcurría con normalidad hasta que apareció el vehículo. Apenas hubo tiempo de reacción; el Mercedes iba a mucha velocidad y el conductor apretó el acelerador sin miramientos. Dos víctimas mortales, cinco heridos y mucho desconcierto. Los testigos estaban estupefactos. Algunos comerciantes, sobresaltados, también salieron de los locales para ver qué había ocurrido. “Fue horroroso”, señala una de las presentes.

Otros fumaban y hablaban del tema: “Iba rapidísimo”. La calle cortada provocó retenciones de tráfico y todos se preguntaban qué había pasado. Residentes de edificios más lejanos se acercaron por el revuelo. Una mujer que paseaba a sus perros se preguntó en alto por qué, horas después, los cuerpos seguían tendidos sobre el asfalto cubiertos de una lona blanca.