Pasos de cebra y semáforos inteligentes: la ola de las 'smart cities' llega a Madrid
La inteligencia artificial o el big data permiten una gestión más sostenible y eficaz de las ciudades. Coslada, Fuenlabrada y Alcorcón comienzan a apostar por estas tecnologías
Farolas que se encienden si camina alguien por la calle, semáforos capaces de regular el tráfico en función del volumen de vehículos que crucen o big data para determinar cuándo se llenarán los contenedores de basura. Muchos ayuntamientos de la Comunidad de Madrid están apostando por las nuevas tecnologías para una gestión más sostenible y eficiente de la urbe. Son las ciudades del futuro, y aunque tal vez disten mucho de las imágenes que proyectaba la ciencia ficción hace años, este tipo de herramientas ofrece multitud de posibilidades y redundan en beneficio de la población, como el primer paso de peatones inteligente con el que el cuenta la región. Está en Coslada, en una de las avenidas más concurridas, y el objetivo último no es más que garantizar la seguridad del vecino.
José Ventura, concejal de Política Territorial, se muestra orgulloso de la medida, que se plantean replicar en muchos otros lugares de la ciudad. El sistema parece sencillo: un sensor en la acera capta cuándo una persona se dispone a cruzar la carretera, por lo que envía una señal que enciende varias placas cuadradas de luces LED blancas que hacen las veces de la pintura tradicional del mismo color sobre el asfalto. “La idea surgió para garantizar la visibilidad durante la noche en pasos que no están semaforizados en calles de mucha concurrencia”, confirma el edil.
Ubicado en la calle Doctor Fleming con Petra Sánchez, es el primero que implantan. El coste ha sido de 11.000 euros, y ahora trabajan con una partida cuyo importe asciende hasta los 145.000 para replicarlo en otros barrios. Pese a que apenas se registraban accidentes de tráfico en el territorio urbano de Coslada, la iniciativa es una de las prioridades por parte del actual Ayuntamiento: “También valoramos instalar unas luces LED en el bordillo de algunas rotondas en las que se han dado algunos siniestros, y que cambien de color en el momento que se necesite”.
Llegan las ‘Smart cities’
Las prioridades en cuanto a movilidad son similares en Alcobendas. Roberto Fraile, concejal de Movilidad e Innovación en esta ciudad al norte de la capital madrileña, tiene en su poder una lista de todos los pasos de peatones del término municipal. “Lo renovaremos y revisaremos, teniendo en cuenta muchos factores, el nivel de criticidad de esos pasos. A partir de entonces, abordaremos la instalación de un número considerable de pasos de peatones inteligentes”, remarca.
En aquellos que ocupan los primeros puestos en la lista, en los que pueda haber más peligro para el peatón, instalarán bandas de luz que se iluminarán cuando detecten a las personas en la acera. Esta medida les acarreará un coste mucho más elevado, según el concejal, que la instalación de puntos de luz roja en zonas no tan críticas, "una alternativa mucho más económica que nos permitirá llegar a muchas más avenidas con poco tránsito y, también, con poca visibilidad por la noche”.
Aunque siempre se refiere al futuro, Fraile también incide en el presente. Se trata de un paso de peatones que es capaz de leer si una persona que ha empezado a cruzar por la calzada llegará a la otra acera. “Si esa inteligencia artificial cree que no va a llegar a tiempo, mantiene la luz verde para los peatones unos segundos más”, remarca. En total, son más de un millar de pasos que tendrán que revisar de forma íntegra para valorar las prioridades.
Para Fraile, estos avances también suponen una puerta abierta dado lo inconmensurable de la tecnología. “En las señales de los pasos de peatones viene dentro una inteligencia artificial que podemos explotar con muchos otros sensores, quizá de medición de la calidad del aire y del ruido. Sería un gran avance, aunque no sabemos cuántos podremos instalar. Si conseguimos 50, pues esos puntos que tendremos para medir constantemente el estado de la ciudad”, precisa.
Algoritmo para recoger la basura
Las ideas del concejal no se frenan ahí. En estos momentos, el Consistorio se encuentra renovando toda la luminaria de la ciudad con tecnología LED y un dispositivo inteligente que les permite hacer una gestión remota de las mismas. “Ese es el primer paso para plantear otras funciones, como reducir su luminosidad si no pasa nadie y que la luz se vaya activando a medida que la persona camina por la calle, o incluso que la luz te vaya siguiendo según avanzas”, dilucida Fraile.
En Alcorcón han diseñado un algoritmo que les permite saber con antelación cuándo un contenedor de la basura se llenará
El caso de Alcorcón también es paradigmático. Desde la Empresa de Servicios Municipales de la ciudad (ESMASA) han diseñado un algoritmo que les permite saber con antelación cuándo un contenedor de la basura se llenará. “Gracias a esa predicción de llenado, calculamos las rutas de recogida de residuos más eficiente posible”, añaden desde el Consistorio. A ello se suman los 50 sensores que instalaron en algunos semáforos del municipio: “La ciudadanía solo tiene que acercar la mano para activar el semáforo, que emite una señal para avisarle de la activación”.
Potenciar algunos transportes
Otros municipios de la región también se han puesto manos a la obra, aunque por el momento la inteligencia artificial se ubica principalmente en los pasos de peatones. Todas ellas tienen en común que son ciudades con más de 50.000 habitantes. En España hay 149 municipios con al menos esa población, y a estos la ley les exige, para el 2023, establecer zonas de bajas emisiones. Luis Morales, responsable de Asuntos Públicos de El futuro de la movilidad, una agrupación de entidades que estudia todos estos aspectos, considera que este tipo de medidas responden a “asegurar y mejorar el tránsito peatonal, la gran apuesta que sigue la estela de desincentivar el uso del vehículo propio”.
Desde su punto de vista, los semáforos son grandes enclaves para poner en marcha esta tecnología. “No se trata solo de iluminar el paso de peatones, sino que el semáforo sea capaz, mediante la inteligencia artificial, de ponerse en rojo o verde en una intersección en función de la demanda de un momento concreto”, agrega. Al fin y al cabo, se trata de ponérselo más fácil a los medios de transporte que desde todas las administraciones buscan promover, “por lo que ese semáforo, si detecta un flujo de bicis en un carril, podría ponerse en rojo para los coches y así priorizar su paso, asegurándolo”.
El futuro de la movilidad sostenible
A Morales no le pasa desapercibido el gran incremento de compras por internet, sobre todo tras la pandemia. Se trata de la distribución urbana de mercancías, la considerada “última milla”. De la mano de la digitalización y la tecnología se podrían evitar decenas de repartos no efectuados. “Muchas veces pides por internet y cuando te lo llevan no estás en casa, así que tienen que volver otro día. En cambio, con los llamados ‘lockers inteligentes’, buzones que puedes abrir y cerrar con el móvil, el repartidor te puede dejar ahí el paquete, en el propio portal de tu edificio”, explica el experto.
El experto detalla que desde el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se están realizando formaciones orientadas a técnicos municipales para poder ejecutar de la mejor manera los casi 15.000 millones de euros que el Gobierno central, a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, destinará a la movilidad sostenible, segura y conectada. “Muchos ayuntamientos no tienen los recursos humanos necesarios para canalizar estas partidas, así que tendrán que contar con el sector privado”, opina Morales.
Es mucho mejor valerse del ‘big data’ para hacer más cómoda la vida a las personas
Morales agrega que nadie puede predecir hacia dónde se dirige el urbanismo y la inteligencia artificial. “Quién nos iba a decir hace diez años que con una app abriríamos la puerta de un coche o compartiríamos bicicletas. Es un campo en ebullición que se dirige a recuperar espacio para las personas, al contrario que ocurría en el siglo XX cuando las ciudades se diseñaron para los coches, entonces signo de progreso e independencia. Eso de que cada familia tenga uno o dos coches propios, no creo que se alargue más de una década. La crisis energética nos impulsa a utilizar mucho más el transporte público, la bicicleta o andar”, añade el experto. Por eso, concluye, es mucho mejor valerse de herramientas como la inteligencia artificial o el ‘big data’ para hacer mucho más cómoda la vida a las personas.
Farolas que se encienden si camina alguien por la calle, semáforos capaces de regular el tráfico en función del volumen de vehículos que crucen o big data para determinar cuándo se llenarán los contenedores de basura. Muchos ayuntamientos de la Comunidad de Madrid están apostando por las nuevas tecnologías para una gestión más sostenible y eficiente de la urbe. Son las ciudades del futuro, y aunque tal vez disten mucho de las imágenes que proyectaba la ciencia ficción hace años, este tipo de herramientas ofrece multitud de posibilidades y redundan en beneficio de la población, como el primer paso de peatones inteligente con el que el cuenta la región. Está en Coslada, en una de las avenidas más concurridas, y el objetivo último no es más que garantizar la seguridad del vecino.