Atropello múltiple en Marbella: "Creíamos que era un atentado como el de las Ramblas"

“Creíamos que era un atentado como el de las Ramblas de Barcelona. Un coche nos ha pasado por encima y ha dejado varios heridos. Aún estamos temblando del miedo”. Ramón Martín almorzaba este lunes en la cafetería Casablanca, en la avenida Miguel Cano de Marbella, una de las principales arterias de la ciudad, cuando un turismo, sobre las 15:15, ha invadido la acera arrollando las mesas de varias terrazas y provocando lesiones de diferente consideración a 11 personas. El conductor, un vecino del municipio de 30 años, ha sido detenido, mientras que las víctimas han tenido que ser trasladas al Hospital de la Costa del Sol, una de ellas en estado grave.

A los pocos minutos, efectivos de la Policía Local y de la Nacional —las primeras investigaciones han podido descartar que fuese un atentado terrorista—, así como bomberos y sanitarios, se han trasladado al lugar de los hechos para atender a los heridos. El paisaje era desolador y, según han relatado varios testigos, se han vivido escenas de pánico. Muchos vecinos han salido a la calle a socorrer a las víctimas. De las 11 personas heridas, una está en observación en la UCI, a otra se le han realizado algunas pruebas y está pendiente de resultados, mientras que el resto no presenta lesiones importantes, han precisado a Europa Press fuentes sanitarias.

El conductor viajaba con sus padres

El conductor, que ha tenido que ser reducido por media docena de agentes, viajaba en el vehículo junto a sus padres y, según han relatado fuentes policiales a El Confidencial, podría sufrir algún trastorno mental. Una vez ha sido trasladado a dependencias policiales, ha sido sometido a las correspondientes pruebas para la detección de alcohol y drogas. En ambas, ha dado negativo. El chico es una persona muy conocida en el centro de la ciudad y nadie se explica qué es lo que ha podido suceder.

"El coche iba chocando contra lo que se ha encontrado a su paso, hasta llegar a la fachada de una joyería, ahí se ha detenido. Entonces, una persona que estaba en uno de los restaurantes se ha metido en el coche para quitarle las llaves y evitar que volviese a ponerlo en marcha", ha explicado a este periódico otro de los testigos, Raúl Morote, hijo de los dueños de uno de los locales afectados. Al parecer, algunas de las personas que han visto los hechos se han dirigido al vehículo para increpar al conductor, mientras este los intentaba apartar con las manos.