24 horas de guardia en el hospital: "Hemos asumido algo absolutamente irracional"

"Hemos asumido que hacer guardias durante 24 horas seguidas es algo normal. Pero cuando lo vives desde dentro, te das cuenta de que es absolutamente irracional", reflexiona Carlos Morante, médico de urgencias en el Hospital del Henares de Coslada (Madrid). Hace casi 20 años que trabaja como sanitario en esta especialidad, realizando una media de entre cinco y seis jornadas prolongadas al mes. El cansancio, la falta de capacidad de reacción, la inseguridad en la toma de decisiones, la tardanza... Son consecuencias que él mismo ha sentido y que ha visto en otros compañeros, con tramos de descanso en los que el ciclo de sueño siempre es interrumpido por una nueva llamada.

Cuando las listas de espera se demoran demasiado y alguien tiene una dolencia cuyo origen no identifica, acude a urgencias. A veces, sin que exista necesidad real. Esto puede terminar saturando el servicio, más aún desde que la Comunidad de Madrid cerrara muchos de los centros de atención primaria abiertos antes de la pandemia. Desde la Consejería de Sanidad reiteran que será a partir de octubre cuando vuelvan a operar 17 de los 37 espacios cerrados. El resto se reactivarán "progresivamente" en los meses posteriores, aunque no habrá fechas concretas hasta que se sepa cómo reubicar al personal. Pero para médicos como Carlos, es primordial hacerlo cuanto antes: "Cuando falla la atención primaria, el volumen de gente que acude a urgencias en el hospital es mucho mayor. Por eso siempre digo que nuestras guardias son el mejor termómetro de cómo está el sistema. Y, de momento, no está funcionando como debería".

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La responsabilidad no recae siempre sobre el paciente. "Si, por ejemplo, tienes artrosis, no se trata de una urgencia sanitaria. Pero, a lo mejor, accedes así porque en otras especialidades no te atienden hasta vete a saber cuándo, también por carencias del servicio. Pero hay que ponerse en la piel del enfermo", considera. El periodo estival tampoco ayuda, pues es cuando buena parte de los especialistas cogen vacaciones y los hospitales se vacían, o se cubren las bajas con contratos temporales. Aunque, a fin de cuentas, todos estos factores suman a la hora de ralentizar los cuidados. Y no es lo mismo llevar cinco horas seguidas procurándolos, que 24.

Según un informe publicado a principios de este verano por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), el 60% de los profesionales consultados reconocieron que preferirían no hacer guardias. La mayoría de ellos, un total de 2.663 médicos, consideró que tendrían que ser voluntarias y bien retribuidas (es decir, pasar a considerarlas horas extraordinarias), frente a los 698 que directamente las eliminaría por completo. La encuesta, en la que participaron 3.700 personas de manera anónima, evidenció también que su condición de complemento salarial es lo que hace que la mayoría de médicos no quieran renunciar a ellas.

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En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, pueden llegar a cobrarse a más de 21 euros la hora en días laborales o casi 24 euros en festivos, cuando el sueldo base que muestra en sus nóminas el facultativo del Hospital del Henares es de 1.238,68 euros. A este salario se suman otros complementos o trienios por antigüedad. Al final, tal y como opinan la gran mayoría de los sanitarios preguntados por el CESM, las guardias no solo son un 'plus' económico para los médicos, sino también el vehículo de la Administración pública para ofrecer una cobertura sanitaria que dure toda la jornada, los 365 días del año. Pero a la vez desgastan mentalmente al profesional.

Los centros hospitalarios están provistos de habitaciones con literas para el descanso del personal. En los momentos en los que no haya pacientes, es la forma que tienen de recuperar energía. Pero, mientras dure la guardia y sea la hora que sea —también de madrugada— pueden llamarles para atender a un enfermo que acabe de llegar. A veces, se trata de casos graves que han de asistirse nada más despertar. "Cuando trabajas por la noche, te cubres mucho las espaldas. Sabes que el margen de error es mayor, así que pides más pruebas complementarias para avalar un diagnóstico, o alargas más el tiempo en dar de alta para no equivocarte", explica Carlos.

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En el Sistema Nacional de Salud (SNS), los médicos no son los únicos que hacen guardias en los hospitales: enfermeros o celadores, por ejemplo, también. Centrando el asunto en los primeros, comienzan a hacerlas cuando son residentes, y continúan una vez pasan a ser adjuntos, o ascienden a jefes de servicio. Y es que las guardias médicas están contempladas en el estatuto marco que regula las condiciones del personal de salud. Hasta los 55 años, como mínimo, son obligatorias según el Boletín Oficial del Estado (BOE). Pero existe la posibilidad de que se alarguen si la gerencia del hospital, o los responsables de la unidad, así lo deciden. Ya sea por necesidades del servicio u otras causas asistenciales.

Además de la CESM, sindicatos como Comisiones Obreras también han cuestionado el sistema de guardias médicas. El primer organismo solicitó recientemente la revisión del modelo actual, vigente desde hace medio siglo, y al que considera "insostenible". En CCOO van más allá, y directamente piden la supresión de las jornadas de 24 horas, para que queden reducidas a un máximo de 12. Una idea que conocen en la Comunidad de Madrid, aunque evitan posicionarse hasta "haberla estudiado a fondo y con detalle".

El verano pasado, por estas fechas, la federación regional sanitaria del sindicato presentó una batería de propuestas a la directora general de Recursos Humanos y Relaciones Laborales del Servicio Madrileño de Salud (Sermas), cuyo primer punto era instar al Ministerio a modificar la ley que regula los turnos de guardias. Es una orden ministerial la que regula los turnos de guardia de los facultativos que trabajan para la Seguridad Social, aunque desde el organismo estatal se limitan a decir que la competencia en Sanidad está en manos de las comunidades.

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"Algo frecuente, según mi experiencia, son las denuncias de riesgos laborales en los centros donde hay jornadas prolongadas por falta de ventilación en los dormitorios donde se descansa entre paciente y paciente", aseveró el responsable de Atención Hospitalaria y el Summa 112 (el servicio madrileño de urgencias) del sindicato, Nacho Gómez. Además de CCOO, ha seguido este problema como técnico en prevención de riesgos laborales, y advierte en ellas un detonante que "favorece patologías" por la privación del sueño, o la activación casi constante del ritmo cardíaco.

"No me caben dudas de que hay que reformar este sistema, que cada vez está más obsoleto", concluye Carlos, el médico del Hospital del Henares. "Entiendo que para las administraciones es muy cómodo, porque es barato tener a un médico que te hace tres turnos seguidos", asume, recordando el mantra de que en España no hay médicos que cubran especialidades como Medicina de Familia, Urgencias o Atención Primaria: "Probemos a darle la vuelta a la tortilla, y preguntémonos por qué existe este déficit. Tal vez entonces nos demos cuenta de que, en muchos servicios, las condiciones laborales no compensan, ni a uno mismo ni al paciente. ¿En qué cabeza cabe que hayamos llegado a atender hasta a 40 personas en una misma consulta?".