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Pelea entre regiones por la falta de médicos: más sueldos y condiciones para seducirlos
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Escasez de profesionales sanitarios

Pelea entre regiones por la falta de médicos: más sueldos y condiciones para seducirlos

En Galicia ofrecen 65.000 euros al año y en el País Vasco 3.000 al mes; Andalucía ha ampliado la duración de los contratos y Castilla-La Mancha ofrecerá 4 años a los nuevos MIR en una pugna que, en teoría, no está permitida

Foto: Una protesta de médicos en el hospital Nuestra Señora de La Candelaria de Tenerife. (EFE/Ramón de la Rocha)
Una protesta de médicos en el hospital Nuestra Señora de La Candelaria de Tenerife. (EFE/Ramón de la Rocha)
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En los servicios autonómicos de salud faltan batas blancas, sobre todo médicos de familia, pediatras y enfermeras. Al menos esa es la queja amarga que resuena en todas las consejerías, incluso en las comunidades con más recursos. Sobre todo porque el problema no es la falta de fondos para contratar facultativos, sino la falta de profesionales por una tormenta perfecta: el cuello de botella generado por la escasez de plazas MIR (en comparación con el número de aspirantes) y la jubilación de cada vez más profesionales. Si se le añade el factor estival y las vacaciones, el problema se agrava y genera una competición entre comunidades que permanece soterrada. Pero que se atisba en cuanto se escarba un poco.

Unas regiones apuestan por mejores sueldos y otras por unos contratos más largos. Por poner un ejemplo, el Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, ha anunciado este jueves el plan de contingencia del verano con especial atención en la Atención Primaria. Fuentes de la Consejería aseguran que sumarán "un mínimo de 100 profesionales y 46 de ellos serán médicos de familia". Pero son muchos los profesionales madrileños para los que ya es demasiado tarde y han decidido buscarse un hueco estival en otro territorio del país.

Foto: Médicos residentes (MIR) del Hospital Gregorio Marañón. (EFE/Chema Moya)

Desde UGT Sanidad de Madrid aseguran que "nada de esto es una novedad. En teoría, en el consejo interterritorial hay un acuerdo que prohíbe quitarse profesionales entre territorios, pero la realidad es que cada uno ofrece lo que puede. Son muchos los sanitarios que abandonan o bien su lugar de residencia o su sede central de trabajo para buscar mejores condiciones". El origen de la diáspora madrileña, que resuena en el resto de comunidades, tiene varias aristas. Además de la búsqueda de mejores condiciones en otros territorios, la capital es la última en convocar plazas para médicos de familia. Esto produce que los profesionales se decanten antes por otros territorios. Una buena muestra para comprobar la huida de sanitarios de la capital es con los datos de los nuevos médicos de familia y pediatras que se quedan al acabar la residencia de cada promoción.

Desde el sindicato de médicos Amyst, aseguran que "se quieren ir todos" y que nada de esto les sorprende. De los 79 pediatras que terminaron la residencia —el periodo de trabajo donde terminan de formalizar su especialización— en Madrid en el mes de mayo, solo uno se presentó a escoger plaza en atención primaria. Nada lejos de la realidad de 2021, donde de los 76 jóvenes profesionales de la sanidad infantil, únicamente 5 decidieron escoger una de esas ofertas. Y después de que la Gerencia de Atención Primaria hiciese un llamamiento a la bolsa de empleo temporal para cubrir 46 puestos en el mes de junio, solo 5 pediatras accedieron a las condiciones laborales. En cuanto a médicos de familia se refiere, solo 20 de los 219 que terminaron su residencia en mayo han decidido permanecer en centros de salud de la Comunidad de Madrid.

placeholder Una protesta de médicos del Sindicato Médico de Andalucía (SMA) frente a la sede del Servicio Andaluz de Salud. (EFE)
Una protesta de médicos del Sindicato Médico de Andalucía (SMA) frente a la sede del Servicio Andaluz de Salud. (EFE)

Mejores condiciones en Andalucía

En Andalucía, aseguran desde el Sindicato Médico Andaluz (SMA) ya no se da la fuga que se detectaba hace varios años, aunque la falta de facultativos es un problema endémico, apunta el presidente del SMA, Rafael Carrasco. Para paliar esa fuga, la Consejería de Salud y Familias que dirige Jesús Aguirre se afanó en mejorar las condiciones laborales de los facultativos y los contratos que ofrece el SAS tienen ya una duración mínima de seis meses. A eso hay que sumar las mejoras salariales que puso en marcha el Gobierno de Juanma Moreno poco antes de convocar las elecciones y que derivaron en una subida de sueldo gracias a la extensión del complemento por carrera profesional a todas las provincias.

Aguirre, a mitad de legislatura, eliminó también el complemento de exclusividad, que penalizaba a los médicos que compatibilizaban la sanidad privada con la pública. Pero aun así siguen faltando médicos en Andalucía. En 2021, el SAS contrató a medio centenar de médicos en el Magreb y ofrece un contrato a todos los profesionales que acaban su formación como Médico Interno Residente (MIR) para fidelizarlos. El consejero, en una declaración de finales de marzo, explicó que la permanencia de médicos que acaban su formación ha pasado del 52% al 72% en dos años gracias a la oferta de contratos de larga duración, sobre todo para cobertura de interinidades y bajas de amplia extensión.

Galicia ha pedido un MIR extraordinario para la categoría de medicina de familia, donde se acumulan más vacantes disponibles

Esos son los argumentos que utiliza la Junta de Andalucía para seducir a los médicos y paliar la falta de facultativos, pero se trata de una partida que juegan la mayoría de comunidades. En Galicia, explican desde el Servizo Galego de Saúde (Sergas) firman "al 100% de los que hay disponibles". En atención primaria, donde está la mayor parte del problema, ofrecen una plaza fija, a la que se accede por concurso de méritos "un sueldo medio de 65.000 euros al año con dos guardias al mes".

El servicio vasco de salud, Osakidetza, ha optado también por pujar a través de los salarios, como cuenta 'El Diario Vasco'. A pesar de todo, explicó la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, en el Parlamento de Vitoria, solo han cubierto un tercio de las plazas de pediatra y un 30% de médicos de familia, a pesar de que ofrecen sueldos de 3.000 euros mensuales con contratos de larga duración y, en su mayoría, con horarios de mañana. Desde UGT en Euskadi, se quejan de la solución aportada por el Gobierno, la reducción del horario vespertino de los centros de salud, que cierran a las 17.00 y no a las 20.00 como es habitual.

placeholder Una manifestación de sanitarios en Madrid. (EFE)
Una manifestación de sanitarios en Madrid. (EFE)

El Gobierno gallego ha pedido a Sanidad un MIR extraordinario para la especialidad de medicina de familia, que es donde hay más vacantes. El País Vasco, por ejemplo, ha priorizado esta especialidad y la de pediatría en su oferta de empleo público para generar "plantilla estable" en estos ámbitos. En los exámenes, que se celebraron el pasado fin de semana, se ofertaron 332 plazas de medicina de familia y 62 para pediatras. Pero hay que tener en cuenta que en el reparto del MIR de este año hay unas 200 plazas de esta especialidad que se han quedado sin cubrir a pesar de que la oferta de puestos era superior a la demanda. Esto es así, explican fuentes sindicales a Newtral, porque se trata de una especialidad con gran exigencia, por el número de pacientes que tienen que asumir cada médico.

En Murcia han optado por contratar a médicos que no hayan aprobado el examen del MIR para cubrir puestos burocráticos en los ambulatorios y el resto de servicios de atención primaria, así como en los servicios centrales del Servicio Murciano de Salud. El objetivo es apoyar a los facultativos ya contratados para que no realicen estas labores burocráticas. Como ocurre en Andalucía, en la región murciana se ofrece un contrato a todos los residentes que acaban su formación con una duración de un año. En Castilla-La Mancha, el presidente Emiliano García-Page anunció que en 2023 estos contratos a los médicos recién salidos de la residencia serán de cuatro años frente a los dos actuales. En la Comunidad Valenciana, la Consellería de Sanitat Universal y Salut Pública ha sacado 6.000 plazas estructurales, aunque no solo para médicos, para fortalecer las "áreas asistenciales que más lo necesitan".

Falta de enfermeras en Andalucía

No solo los médicos sufren este problema, que es común entre las enfermeras. "Me vine a Mallorca porque me ofrecían el contrato laboral más largo que he tenido en la profesión hasta ahora, uno de seis meses", explica una enfermera de la península al otro lado del teléfono desde Palma. Esta joven renunció a seguir trabajando en su comunidad por las condiciones y encontró en Baleares lo que no encontraba en el lugar donde estudió: "Y encima aquí me respetan las vacaciones. Lo mismo pasa con mis compañeras andaluzas. Como acceder a la pública en Andalucía es más complicado, han venido aquí a sumar puntos".

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P. D. Almoguera. Málaga I. Morillo. Sevilla

El relato de esta enfermera recuerda a lo que ocurrió el pasado otoño, cuando parte de las contrataciones extraordinarias realizadas por las comunidades para el covid en 2021 no se renovaron. En Andalucía fueron 8.000 de las 20.000 iniciales, muchas de ellas enfermeras. Y 600 de ellas acabaron en Cataluña porque las condiciones que les ofrecían desde los hospitales catalanes eran mejores que las que les ofrecía el Servicio Andaluz de Salud (SAS). Seis meses después, la situación se ha repetido, aunque de forma mucho más puntual, según explican desde el sindicato de enfermería Satse.

La marcha de profesionales sanitarios de Andalucía a otras comunidades, e incluso otros países, es uno de los factores que han provocado que el SAS esté buscando personal de enfermería para cubrir las vacaciones. Y el problema no se circunscribe solo a las zonas de difícil cobertura, sino también a las grandes ciudades. En el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, el más grande de la comunidad, hay activa una oferta para contratar a 337 profesionales de enfermería con contratos de hasta cuatro meses, pero que van renovándose mes a mes.

Esto es así, explican desde Satse, porque la bolsa de contratación se ha agotado, en parte, por el retraso en la actualización de la misma. La lista a la que el SAS acude para buscar enfermeras es de octubre de 2020, cuando ya debería estar lista la de 2021. En el sindicato se quejan, además de que los llamamientos para incorporarse a cubrir las vacantes estivales comenzaron el 6 de junio. En ese sentido, Satse denuncia una falta de previsión, ya que el cálculo de necesidades de personal está listo desde finales de abril, cuando los profesionales deben comunicar sus vacaciones.

En los servicios autonómicos de salud faltan batas blancas, sobre todo médicos de familia, pediatras y enfermeras. Al menos esa es la queja amarga que resuena en todas las consejerías, incluso en las comunidades con más recursos. Sobre todo porque el problema no es la falta de fondos para contratar facultativos, sino la falta de profesionales por una tormenta perfecta: el cuello de botella generado por la escasez de plazas MIR (en comparación con el número de aspirantes) y la jubilación de cada vez más profesionales. Si se le añade el factor estival y las vacaciones, el problema se agrava y genera una competición entre comunidades que permanece soterrada. Pero que se atisba en cuanto se escarba un poco.

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