Examen MIR 2022: 1.300 aspirantes menos que el año pasado

El próximo sábado 29 de enero será el día más importante del año para más de 13.000 personas que se juegan su futuro ante un papel durante cuatro horas. Aspirantes que llevan preparándose a tiempo completo desde verano, que han compaginado trabajo con estudio, que han restringido al máximo su ocio y que se han sacrificado en cuerpo y alma por un objetivo: conseguir una plaza como médico interno residente.

El MIR es la prueba que se les exige a los médicos tanto españoles como extranjeros para acceder a una plaza de especialista en formación. Este año se presentan 1.300 candidatos menos que el pasado, segundo curso consecutivo que se reduce el número de aspirantes. En esta ocasión supone una caída del 9,4 % a pesar de que hay más vacantes ya que el Ministerio de Sanidad incrementó las plazas en un 2,5 % hasta las 8.188, insuficientes, en cualquier caso, para los 13.059 médicos que se van a presentar el próximo sábado al examen de sus vidas.

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Una de esas personas que se sentarán delante del papel en Madrid es Loreto Richi, que luchará por una plaza en medicina interna para poder dedicarse a cuidados paliativos y que se apuntó en junio a una academia “como la gran mayoría”. El motivo principal es que “tienen muchos años de experiencia y saben lo que hacen. Te guían, te dan las pautas, te dicen qué estudiar y cómo hacerlo. Eso te permite centrarte solo en el estudio y confiar en ellos y en lo que te aconsejen, que será lo que te ayude a hacer un buen examen”, apunta. Gonzalo Cid, otro aspirante, añade la constancia y la importancia de los descansos como parte de la clave del éxito. “Es fundamental respetar los descansos, hacer lo que más te guste en los ratos libres y ser sociable”, algo que no le es complicado al vivir en una residencia de estudiantes, concretamente en la Pío XI.

El Ministerio de Sanidad no permitirá presentarse a quienes presenten síntomas de covid

Pero este año, como el anterior, no es normal por la existencia, aún sin domesticar, del covid. El Ministerio de Sanidad no ha dado alternativa y no permitirá presentarse al examen a aquellos candidatos que presenten algún síntoma compatible con el coronavirus, que sean positivos y no hayan finalizado su periodo de aislamiento o a aquellos contactos estrechos que tengan que guardar cuarentena por no estar vacunados.

Sí podrán acceder a la prueba aquellos contactos estrechos inmunizados con la pauta completa puesto que estas personas no tienen que aislarse según las recomendaciones del propio Ministerio. Y las sanciones no son ninguna broma: el que incumpla la norma podrá enfrentarse a una multa administrativa de hasta 600.000 euros así como a diferentes delitos, dependiendo del riesgo que haya producido con su asistencia, que pueden englobar delitos de lesiones e incluso homicidios. Por ello, todos los candidatos están extremando las precauciones.

"No estoy teniendo contacto con nadie que no haya visto en los últimos quince días", confiesa Richi

“Además de la mascarilla y todas las normas que hay que seguir, yo he ido más allá y he tomado unas medidas algo tajantes. No estoy teniendo contacto con nadie que no haya visto en los últimos quince días, solo con los que mantengo relación habitualmente. Quizá mi postura sea un poco radical pero la ocasión lo merece”, confiesa Richi. Cid también está cumpliendo. “Desde principios de año estoy evitando bares y restaurantes y limitar los contactos a los amigos más cercanos y a la familia. Tampoco creo que sea procedente encerrarse porque te puedes desgastar mentalmente antes del examen”, recalca.

Este examen tan solo es un paso más en su proyección profesional. “Si aprobamos, nos tocará elegir especialidad y hospital de destino. Allí estaremos otros cuatro años en formación hasta conseguir ser médico especialista”, comentan. Si algo ha puesto de relieve esta pandemia ha sido el hartazgo de los sanitarios por sus condiciones laborales y por la irresponsabilidad de una pequeña parte de la población. Eso no desanima a Loreto.

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“Yo ni estoy de acuerdo con las quejas ni en desacuerdo. Entiendo las diferentes posturas y el hartazgo pero no creo que sea la solución. Es una forma de desahogarse pero la vocación no se pierde nunca. Se puede llegar a perder la ilusión con la que entras en la carrera pero a mí no me ha influido la pandemia para mal. Se imponen las ganas de conseguir el sueño por el que tanto he peleado”, aclara.

Sin duda, una jornada de capital importancia para los que un día comenzaron la carrera de medicina pero que no supone el final de la pelea. Quedan años como médicos residentes que implican estudio, dedicación y aprendizaje en el campo de batalla, en hospitales y consultas, donde la experiencia que se adquiere es vital para el desarrollo de sus carreras profesionales.