Es noticia
Viento en el mar, coladores y 'pellets' en la arena: "Es nuestra playa, no podemos estar de brazos cruzados"
  1. España
  2. Galicia
MAREA DE MICROPLÁSTICOS

Viento en el mar, coladores y 'pellets' en la arena: "Es nuestra playa, no podemos estar de brazos cruzados"

La Xunta publica el protocolo para la retirada de los microplásticos entre voluntarios y trabajadores, que bajan a los arenales antes de un fin de semana que se espera complicado

Foto: Chicos retirando microplásticos en una playa de Nigrán. (EFE/Salvador Sas)
Chicos retirando microplásticos en una playa de Nigrán. (EFE/Salvador Sas)

Antía, Lucía, Andrea y Alba han quedado a primera hora de esta tarde en la playa ferrolana del Vilar para recoger microplásticos. Se han citado por WhatsApp y, antes de ponerse manos a la obra, repasan las noticias y el protocolo de actuación que la Xunta publicó para los voluntarios, personal contratado y municipios. Buscan ordenar la tarea y evitar nuevos daños ambientales antes del fin de semana, cuando se prevé mayor afluencia de pellets y personas con el cambio en los vientos y corrientes. Se ha pronosticado que las mareas arrastren a tierra más de estas partículas milimétricas, pequeños trocitos de plástico que llegan como un goteo de lluvia fina, ligera pero incesante.

Antía D. tiene 15 años, estudia en el IES Ferrol Vello y vive en la parroquia litoral de Cobas, como casi todos los chavales de su pandilla. La playa es parte de su vida y su patio de recreo. Allí surfean, juegan al vóley y pasan muchas horas de enero a diciembre, llueva o no. El daño a la costa les duele como si se lo hicieran a ellos y no quieren cruzarse de brazos. "Es nuestra playa, no podemos cruzarnos de brazos", reconoce esta joven mientras su hermana Martina se afana con los guantes y un escurridor metálico a pie de playa. "No hay tantísimos porque la marea subió, pero encontré muchos más de los que me gustaría", relata Antía.

De Ferrol a Cedeira, un tramo de costa salvaje al norte de A Coruña, todo es arena. De Doniños hasta Villarrube se suceden una decena de arenales kilométricos como Esmelle, Ponzos, Pantín o A Frouxeira, donde el oleaje trae y lleva a la misma velocidad y el mar de fondo suele sembrar la arena de plásticos degradados y otras basuras.

En la tarde del viernes, pequeños grupos dispersos caminaban con cuidado por la zona intermareal, buscando plásticos y esquivando las olas. Concentrados en retirar unos pellets milimétricos de plástico blanco, nada fáciles de recolectar porque son incontables, dispersos y translúcidos. Se camuflan con facilidad entre piedrecitas, conchas y arenas, bajo restos de algas, y aunque parecen poca cosa, por cada metro cuadrado pueden recogerse varios.

placeholder Niña recogiendo 'pellets' el viernes en la playa do Vilar (Ferrol).
Niña recogiendo 'pellets' el viernes en la playa do Vilar (Ferrol).

No encontraron demasiados, en parte porque una docena de operarios repartidos en cuatro cuadrillas de limpieza del concello de Ferrol —y también en Valdoviño— han ido peinando las playas para retirar una cantidad de plásticos que no han podido precisar.

La Xunta sostiene que ha retirado el equivalente a 70,7 sacos de pellets en más de 55 playas de casi todos los municipios con tramo litoral, desde A Guarda a Ribadeo. Serían unos 1.750 kilos —un 6,7%— de la carga de 26 toneladas que el Toconao perdió en alta mar frente a Viana do Castelo el 8 de diciembre—. Otros 1.233 kilos de otros plásticos. Fue la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, quien compareció el viernes ante la Diputación Permanente del Parlamento gallego —disuelto para las elecciones autonómicas del 18-F— para dar estas cifras y las explicaciones que reclamaba la oposición.

placeholder Un detalle de los 'pellets' que llegan a las playas gallegas. (EFE)
Un detalle de los 'pellets' que llegan a las playas gallegas. (EFE)

"Esto no es un nuevo Prestige", reiteró Vázquez, frente a las acusaciones de "falsedades y mentiras" que le dedicaron Ana Pontón, del BNG, y Xulio Torrado, del PSdeG, que acusan al Ejecutivo de Alfonso Rueda de "minimizar" el problema y de echar balones para confrontar con el Estado y esquivar la posible factura electoral de una crisis ambiental.

El Ejecutivo gallego ha desplegado 300 efectivos, a través de la empresa pública Tragsa, y el Estado ha puesto a su disposición un retén en tierra y medios (con 12 horas de preaviso). Las predicciones de Meteogalicia indican que la llegada de partículas de plástico podría ser más elevada en las Rías Baixas, Rías de Muros y Noia y en la zona de Finisterre. Mientras, los municipios han ido organizando a sus equipos de voluntarios entre todas las solicitudes recibidas con pequeñas formaciones previas para evitar enterrar los pellets y dañar el sistema dunar.

Ya son más de un centenar las personas inscritas en Ribeira, donde se localizaron los primeros sacos en el parque natural de Corrubedo, y otras muchas entidades ambientales (Adega, Noia Limpia), vecinales o escuelas de surf y deportivas las que lanzan sus convocatorias en redes.

Parálisis y reproches cruzados

Un mes después de que Rodrigo Fresco, propietario del Bar Pequeno de Corrubedo (Ribeira), llamase al 112 el 13 de diciembre para advertir de que había encontrado unos 40 sacos de rafia blanca llenos de microbolas de plástico, encallados en la arena de la playa, la Xunta de Galicia y el Gobierno central han dejado pasar los días enzarzados en una batalla de reproches.

Primero polemizaron con las fechas, después con las competencias, el nivel de alerta y la concreción de los medios. Si la Xunta reclamaba 3 aviones, 11 barcos y hasta un robot submarino para buscar los sacos en el mar, la ministra Teresa Ribera ironizaba sobre la necesidad de una Royal Navy con "casi tres veces más medios que para el Prestige". Mientras tanto, el ministro de Transportes, Óscar Puente, afeaba a Alfonso Rueda que no hubiese empleado antes los dos helicópteros Pesca 1 y 2 que tiene el Ejecutivo autonómico mientras pedía los del Ejecutivo.

Foto: Varios grupos de operarios trabajando en una playa gallega en Muros. (EFE/Sxenick)

Ambas partes firmaron una pequeña tregua al sentarse juntos a la mesa en la segunda reunión del Camgal —plan gallego anticontaminación—, pero siguieron cruzando mensajes para apuntalar su parte del relato. La Xunta, que reclama con insistencia la búsqueda por mar, informó del hallazgo de dos sacos enteros de pellets flotando en Camariñas y O Grove. Mientras, el Estado, que sostiene que buscar partículas en el mar es "prácticamente imposible", despegó el viernes el Rosalía de Castro de Sasemar —el vuelo número 16 desde el 13 de diciembre— para sobrevolar las Rías Baixas, y la salvamar Mirach patrullaba la costa de Vigo en busca de restos del vertido. No los encontraron.

Antía, Lucía, Andrea y Alba han quedado a primera hora de esta tarde en la playa ferrolana del Vilar para recoger microplásticos. Se han citado por WhatsApp y, antes de ponerse manos a la obra, repasan las noticias y el protocolo de actuación que la Xunta publicó para los voluntarios, personal contratado y municipios. Buscan ordenar la tarea y evitar nuevos daños ambientales antes del fin de semana, cuando se prevé mayor afluencia de pellets y personas con el cambio en los vientos y corrientes. Se ha pronosticado que las mareas arrastren a tierra más de estas partículas milimétricas, pequeños trocitos de plástico que llegan como un goteo de lluvia fina, ligera pero incesante.

Noticias de Galicia Contaminación
El redactor recomienda