De la vuelta del bipartidismo al vuelco en Cataluña: las claves del 23-J, en 10 gráficos

El Partido Popular ha ganado las elecciones generales del 23 de julio con cerca del 33% de los votos y 136 escaños. El 23-J arroja, por el momento, un resultado de bloqueo y no queda claro quién podrá ser el próximo inquilino de la Moncloa. PP y Vox suman 169 escaños, mientras que PSOE y Sumar cuentan con 153 asientos en el Congreso. De los 28 escaños restantes, en manos de partidos nacionalistas y regionalistas, dependerá la gobernabilidad de la próxima legislatura.

Dada la complejidad de la suma de fuerzas, las miradas ya están puestas en las opciones que cada candidato tendría en una sesión de investidura. Compruebe en nuestra calculadora de pactos todas las opciones posibles para investir a Alberto Núñez Feijóo o a Pedro Sánchez, los dos candidatos que tienen opciones de llegar a la Moncloa en caso de que no triunfe el bloqueo y haya que repetir las elecciones.

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El partido que más ha crecido en apoyos respecto a las anteriores elecciones, celebradas el 10 de noviembre de 2019, ha sido el Partido Popular, que pasa de contar con 89 diputados a tener 136, una diferencia de 47 sitios en el Congreso. Los socialistas, por su parte, también han mejorado, tanto en porcentaje de voto como en número de escaños, aunque de forma moderada, con 122 frente a los 120 con que contaban hasta ahora.

Sumar, el nuevo partido formado por Yolanda Díaz para unificar los partidos a la izquierda del PSOE, ha obtenido un resultado peor del que tuvo la suma de Unidas Podemos y el resto de partidos que forman la confluencia de la candidata de izquierdas. Sin embargo, la alternativa de ir separados habría supuesto lograr un resultado aún peor, según vaticinaban los sondeos.

El partido liderado por Santiago Abascal ha visto una gran caída de sus apoyos, al pasar de 52 a 33 diputados, 19 menos que hace cuatro años. Aunque el descenso de la formación ha sido generalizado en todo el país, el golpe se ha notado con mayor fuerza en Castilla y León, comunidad en la que los de Abascal llevan en el Gobierno de Fernández Mañueco desde el pasado año y que cuenta con cinco diputados menos que en 2019.

El avance del escrutinio mostró una situación bastante igualada hasta que cerca de las 10 de la noche, con el 53% de escrutinio, el PP comenzó a tomar ventaja sobre el PSOE. No fue hasta las 11 menos cuarto cuando la suma de bloques se quedó en una situación de estabilidad que se mantendría hasta el cierre de la noche.

El bloque de la izquierda, aunque desciende de forma generalizada, no cumple con lo vaticinado por las encuestas. Sumar pierde un diputado en Madrid, las islas, Navarra, Álava, Guipúzcoa y Castellón. La tendencia del PSOE es similar en parte del territorio nacional, aunque consigue rascar un diputado en capitales como Madrid, Valencia o las islas. Sin embargo, la diferencia más acusada respecto a los anteriores comicios ha tenido lugar en Cataluña: el partido de Sánchez consigue siete asientos más que en 2019, casi tantos como los que ha perdido Esquerra, que pasa de 13 a siete representantes.

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El mapa político en Cataluña ha dado un vuelco respecto a las anteriores generales. A la caída de la participación, se une el voto útil que previó el Centro de Estudios de Opinión, el CIS de la Generalitat: El PSC ha arrebatado a Esquerra su posición como primera fuerza en la mayoría de municipios catalanes, lo que se traduce en la pérdida de seis escaños de los de Rufián. Por su parte, Junts consigue retener el primer puesto en muchos de los municipios donde ganó en 2019.

En el País Vasco, la contienda entre EH Bildu y PNV ha sido muy igualada: ambas formaciones han obtenido cerca del 24% de los votos. Sin embargo, la formación liderada por Arnaldo Otegi ha sido la primera fuerza en un mayor número de localidades vascas y crece en comparación con las anteriores generales. Junto al escaño obtenido por Navarra, Bildu entra más fuerte al Congreso, con seis diputados en total.

La vuelta del bipartidismo, provincia a provincia

La hegemonía de los partidos parecía formar parte de la historia política nacional. Es más, en comicios anteriores se llegó a hablar de una transición hacia una división de bloques ideológicos. Sin embargo, este 23-J España vuelve a elegir el bipartidismo, representado en 258 escaños. La irrupción de Podemos y Ciudadanos en 2015 debilitó el modelo territorial, pero la situación se ha revertido en esta jornada electoral. Pese a la llegada de Vox y Sumar, estos comicios han conseguido distanciar a PP y PSOE de los siguientes partidos y de otros menores.

En comunidades como Cataluña o Asturias, el porcentaje de voto acumulado supera, en más de 20 puntos porcentuales, a los datos de los comicios de noviembre de 2019. De esta forma, Barcelona acumula un 49,5%, cuando en anteriores elecciones llegó a aglutinar el 27,5% (2015) o un 29,5% (2019). En el caso de Asturias, el porcentaje de voto alcanza el 70%, mientras que en 2015 representaba un 53,4% y el 56,5% en noviembre de 2019.

En el resto de regiones, el bipartidismo ha conseguido acercarse, aunque no igualar, a su presencia tras las elecciones de 2011. La Comunidad de Madrid, por su parte, mantiene la tendencia y acumula en estos comicios un 68,4% para la suma de PP y PSOE, es decir, un aumento de casi 17 puntos porcentuales con respecto a los comicios de 2019, que queda cerca del 77% que el bipartidismo representaba en 2011.

Y mientras que el bipartidismo trata de librar sus enfrentamientos, Sumar y Vox comenzaban su carrera particular. Así se pinta el mapa de porcentaje de votos entre estas agrupaciones clave en el proceso de negociación para posibles pactos. En el cómputo global, los de Abascal han logrado dos escaños más que los de Díaz.

El detalle en cada circunscripción muestra que Vox ha ganado a Sumar en 35 provincias de España. Por su parte, Madrid, Cataluña, Galicia, País Vasco, Asturias, Navarra e Islas Baleares se han convertido en el bastión rosa, donde la agrupación de izquierdas conseguía colarse entre las cinco primeras fuerzas y por encima de su competidor en el tercer puesto a nivel nacional. El mapa dibuja el porcentaje de voto obtenido en cada provincia, pero en muchas de ellas estos partidos ni siquiera han llegado a lograr representación en el Congreso de los Diputados.

La participación, cercana a la del 10-N

Aunque la jornada comenzó con un incremento de la participación de cerca de dos puntos respecto a 2019, el dato final ha sido prácticamente idéntico al de los últimos comicios. Con casi el 100% del censo escrutado, un 70,4% de los votantes ha ejercido su derecho a votar, mientras que el 10-N la cifra fue del 69,8%, a tan solo seis décimas de distancia.

La clave de la participación se ha visto en Cataluña. En casi todos los municipios de la región, ha caído respecto al 10-N. Y la situación opuesta se ha visto en Galicia, la comunidad donde más ha subido la asistencia a las urnas el 23-J.

El Ministerio del Interior ofrece también en la noche electoral información sobre los resultados en los distritos de las principales ciudades del país. En el gráfico anterior, puede comprobar cómo se han repartido los barrios entre el PP y el PSOE en Madrid, Valencia, Barcelona, Sevilla, Málaga o Zaragoza.